Si no te gusta, no mires [TERMINADA]

Capítulo 4.

Al otro día me desperté sin nada de ánimo, primer día de escuela no va a ser bueno. No conozco a nadie y debo admitir que teniendo este cabello no muchos se me acercan, me ven como un simple bicho raro, eso me pasó mucho en Inglaterra, por eso me encargué de tener una reputación temida por todos.

Hoy estaba con el mismo clima que ayer así que luego de bañarme me puse unos shorts oscuros de mezclilla y una blusa gris algo transparente que iba dentro del shorts. Dejé mi cabello suelto y tomé mi mochila luego de haberme maquillado. 

Bajé las escaleras y me encontré con mis padres en la cocina, mi papá leía el periódico y mi mamá le hablaba pero el ni cuenta se daba, era divertido verla prácticamente hablando con la pared. Mi mamá al verme me dijo que me fuera caminando ya que la escuela quedaba bastante cerca, me dio un beso en la mejilla junto a un mapa.

- Que te vaya bien - Me dice. - Se que te harás muchos amigos

- Es la idea - Le dije ya saliendo.

Me puse mis audífonos y luego de mirar el mapa comencé a caminar por donde este me decía, al parecer solo tenía que salir del condominio y luego caminar a la derecha, ahí lo encontraría al instante. El camino fue tranquilo, algo aburrido ya que no tenía nadie con quien conversar, en estos momentos extraño mucho a Daniel, solíamos irnos juntos.

Al llegar me armé de valor y camine entre la gente para poder entrar al recinto. Muchas miradas curiosas se posaron en mi, yo con la frente en alto camine entre las personas, no quería que me vieran inferior. Era algo incómodo tantas miradas pero era de esperarse, soy nueva y tengo el pelo morado.

Comencé a mirar a los grupos que habían, era el típico de película, todos separados y gracias a la ropa podía distinguir quien era quien. En un sector estaban todas las chicas mimadas, las porristas, no tengo nada en contra de ellas pero me aburren, a parte casi todas son iguales, con poco cerebro y muy putas. Además de su pelo rubio chillón bastante molesto a la vista.

Cerca de ellas estaban los deportistas, con esas chaquetas que tenían la inicial de la escuela y un animal, en su caso era un león. Al otro lado estaban los nerd, los típicos de las películas con gafas, pantalón hacía arriba y una camisa, también las chicas con trenzas, gafas y faldas que llegaban a la rodilla.

Mientras seguía caminando vi a los típicos chicos rudos con unas chaquetas negras de cuero, los que se creían los reyes del mundo e intimidaban a todo el mundo pero resulta que pueden llegar a ser igual de débiles que cualquier otro. Daniel era parte de un grupo así, gracias a eso lo conocí ya que yo igual quería ser parte del grupo pero no me aceptaron, después de eso me volví mejor que ellos.

Cuando por fin pude entrar al instituto continué observando a todos lados. A un lado estaban unos chicos conversando, tenían todos una pulsera con una calavera en la muñeca, fruncí el ceño al darme cuenta lo ridículo que era eso. Al mirarlos mejor me pude dar cuenta que eran los mismos chicos de ayer, mierda, van en esta escuela.

No me esperaba que ellos usarán cosas tan ridículas pero pase por ahí sin llamar la atención y lo agradezco completamente. Algo más allá había un grupo muy parecido pero estos tenían un pañuelo negro amarrado en la muñeca, oh, otros ridículos más, genial.

- Hola - Escuche al lado mio, al voltear vi a una rubia exagerada mirándome con una gran sonrisa, venía con tres chicas más. - Me llamo Rebecca - Asentí confundida.

- Jade - Le dije encogiéndome de hombros y luego las cuatro se quedaron viendo mi cabello algo sorprendidas.

- Tu pelo es hermoso - Me dice Rebecca emocionada y yo sonreí levemente, no me esperaba eso.

- Pues gracias, creí que dirías un comentario diferente - Ella rió.

- Oh no, créeme, me gusta mucho - Y la verdad yo le creía. - Ella son mis amigas, Beatrice, Ashley y Barbara - Apunta a cada una y yo solo sonreí.

- Un gusto - Les sonreí, la verdad se veían agradables, tengo que admitirlo.

- Hola mi amor - Un chico de ojos mieles se le acerca a Rebecca y besa su mejilla.

- Hola lindo - Lo saluda ella.

- Hola monstruo morado - Me saluda a mi y yo levante una ceja, ¿y este chico quien se cree que es?

- ¿Quién mierda eres tu? - Le pregunto asqueada.

- Jade - Escuche a mis espaldas y al voltear vi a los cinco chicos de ayer, al menos gente conocida.

- Oh hola - Los saludé incómoda. - Bien, nos vemos - Me despedí y busqué mi casillero.

Al encontrarlo me di cuenta que estaba justo al lado de uno que tenia una J gigante, había una pequeña posibilidad de que sea del chico que me hablaron ayer, ese tal Justin. Aún que deben haber muchas personas que tengan por inicial ese nombre así que no debo preocuparme.

Comencé a guardar algunas cosas que había traído, de esta forma mi mochila quedó bastante vacía. Miré el papel con mi horario y di una sonrisa al darme cuenta que era matemática, es bastante fácil así que no iba a tener problema. En eso siento a alguien jugando con mi cabello y yo al instante me doy vuelta.

- ¿Y tu eres? - Le pregunte al novio de Rebecca con indiferencia.

- El chico de tus sueños - Me responde de manera coqueta y no pude evitar reír.

- ¿Es una broma verdad? - Le pregunte divertida.

- Claro que no, aún que con ese cabello - Lo toca y hace una mueca. - Me dan ganas de ni verte la cara - Hace cara de asco y yo lo miro de mala manera.

- Mira chico, es muy simple, si no te gusta, no mires - Le respondí encogiéndome de hombros y haciéndome a un lado.

- Sabes - Me dice el chico siguiéndome. - Con ese cabello que tienes, siento muchísima pena por ti - Se encoge de hombros viéndome apenado, muchos al rededor veían atentos nuestra conversación.

- Pues, a diferencia de ti, yo no siento nada por ti - Le dije obvia y el frunció el ceño.

- No sabes con quien te metes monstruo morado - Me amenaza, todos se veían sorprendidos con el espectáculo. - Tu no me conoces, te puedo hundir - Reí.

- ¿Sabes? Te busque en el diccionario y adivina que... - El me veía confundido, todos parecían expectantes. - No significas nada - Me di media vuelta y camine hacía mi salón recibiendo una mirada de admiración de muchos.

Continuará...

N.A: Jade me cae bien, insisto.