Capítulo 2.

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Ya estaba lista para la gran fiesta, me había puesto unos shorts negros de tiro alto con una polera celeste algo suelta que iba dentro del shorts, la verdad es que no soy muy buena usando vestidos. En los pies me puse unos tacones color celeste que combinaban perfecto con mi atuendo.

Peine mi cabello un poco y deje unas ondas en las puntas, me maquille con un labial rojo pasión y delineador. Me veía bastante bien a mi parecer. Volví a mirarme al espejo mientras tomaba mi celular para poder irme.

Ya eran las 10:00, la mejor hora para llegar a las fiestas sin duda. Con el celular ya en el bolsillo al igual que mis llaves salí de casa, me despedí rápidamente de mis padres. Debo agradecer que no hicieron la fiesta lejos, sino iba a tener que tomar un taxi o peor aún, pedirle a papá que me lleve.

- ¿Quieres algo de tomar? - Me pregunta Daniel luego de unos minutos de haber estado allí.

- Claro, cerveza - Me ofrece su mano y yo algo nerviosa la tomo. - Déjame decirte que estas hermosa - Susurra en mi oído y yo me sonroje, mierda Jade, estas reacciones no son normales.

- Gracias - Susurre de tal forma que no me escuche.

- ¿Que se les ofrece? - Nos pregunta el barman mirándome coqueto.

- Una cerveza - Le respondí y el asintió mientras buscaba lo que le pedí.

- Aquí tienes - Me la entrega con una sonrisa y yo se la devolví. Mientras la abría mire a Daniel quien miraba furioso al barman, yo solo fruncí el ceño.

- ¿Te pasa algo? - Le pregunto y el me mira para luego negar.

- Nada - Responde tenso mirando hacía otro lado, cuando me termine mi cerveza tome su cara con mi mano haciendo que me mire.

- ¿Vamos a bailar? - Me levanto dejando la botella vacía en la barra y aún con mi mano en su cara.

- Claro - Parecía relajado ahora.

Comenzamos a bailar muy pegados para ser sincera, a mi me encantaba bailar y más cuando es en pareja, es mas entretenido. Tengo que decir que Daniel baila muy bien entonces nos complementamos muy bien, habían muchas parejas bailando al igual que nosotros.

Sentía nuestras respiraciones mezclándose, teníamos a solo unos centímetros nuestros rostros y ni hablar de nuestros labios, que estaban a punto de juntarse. El pone sus manos en mi espalda y me pega mas a el, yo algo nerviosa por lo que se venía la puse en sus mejillas. Y nos besamos.

(...)

Ya eran las 5:00 am y estaba recién llegando a mi casa, Daniel se había ofrecido a acompañarme y yo no me negué, era tarde y me podía pasar cualquier cosa en el camino. Por suerte ninguno de nosotros estaba tan borracho, algo mareados pero no borrachos.

Había sido una de las mejores fiestas por lejos, pase la mayoría del tiempo con Daniel, bailando y dándonos uno que otro beso. Además había un karaoke en el que cante junto a Alison, fue una noche para recordar.

- Me lo pase genial - Le dije a Daniel y el sonrió.

- Yo igual - Beso mis labios cortamente. 

Entre a mi casa con mucho cuidado para no despertar a nadie, subí las escaleras con los tacones en mis manos ya que me dolían mucho los pies. Me tire a mi cama y quede dormida al instante, no me puse ni pijama.

Al otro día desperté gracias a los desesperantes gritos de mis padres. Mire la hora y eran las 12:00 del día. En solo unas horas me iba a Canadá y yo estaba muerta de sueño. Me levante con las pocas fuerzas que tenía y me metí al baño para darme una ducha rápida.

Cuando salí me puse unos jeans color blanco y una polera gris corta. Baje las escaleras y me dio algo de nostalgia ver la casa tan vacía. 

- Despertaste - Me dice mi madre feliz y yo di una media sonrisa.

- No, sigo durmiendo - Le dije sarcástica y ella solo giró los ojos.

- Bien, ya debemos irnos, baja tu maleta y nos vamos - Asentí e hice lo que me dijo.

En mi habitación solo iba a quedar la cama y el velador, saqué mi maleta que era lo único que me faltaba sacar, no había nada más. Baje las escaleras con mi celular en una mano y la maleta en otra, vi mi cartera en el sofá, de ahí saque mis llaves y deje la de la casa encima de un mueble.

Salí y nos subimos al taxi que nos llevaría al aeropuerto. Vi nostálgica mi casa, la extrañaría demasiado y ni hablar de a mis amigos, mierda, voy a llorar. Me apoye en la ventana mientras sentía la mano de mi madre puesta en mi hombro, quería apartarla pero no lo hice, necesitaba algo de cariño de su parte ahora.

(...)

'Pasajeros del vuelo LA 753 favor de abordar por la puerta 6, gracias'

Los tres nos levantamos e hicimos la fila frente a la puerta que nos indicaron, ya habíamos dejado las maletas en los respectivos lugares, solo faltaba subir al avión. 

La fila avanzaba increíblemente lento y era algo frustrante. En eso escucho el grito de un chico a lo lejos, voltee a ver de quien se trataba y el resto de las personas estaban igual que yo. Sentí que los gritos cada vez se acercaban, fruncí el ceño y algo en mi se puso nerviosa al darme cuenta que era Daniel.

- ¿Qué haces acá? - Le pregunto sorprendida acercándome a el, sintiendo la mirada de todo el mundo puesta en nosotros.

- Necesitaba darte dos cosas - Lo mire confundida. - Primero - Me muestra un bello collar que tenía la mitad de un corazón.

- Es precioso - Exclame emocionada mirándolo. - ¿La otra mitad la tienes tu? - Le pregunto ilusionada y el asiente mientras me muestra el collar. - Me encanta

- Y lo otro - Se acerca a mi lentamente y me besa.

- Te voy a extrañar - Susurre y el sonrió.

- Yo igual, pero no dudes que te llamaré - Mordí mi labio.

- Nos vemos - Bese su mejilla y me acerqué a mis padres quienes me miraban sorprendidos pero felices.

Nos subimos al avión y para mi mala suerte me tocó separada de mis padres, ellos se iban sentados juntos y yo con gente desconocida. Me relajé al darme cuenta que se sentó a mi lado una niña de solo diez años y junto a ella la que parecía ser su madre.

- Hola - Me saluda la niña y yo le sonreí.

- Hola ¿como te llamas?

- Gemma ¿y tu?

- Jade

- Que lindo nombre - Me dice dulcemente y yo reí.

- El tuyo igual es lindo - Levanté mi cabeza y vi a la madre sonriendo. - Hola - La salude.

- Un gusto, me llamo Anne - Asentí sonriente. - Vi lo que hizo tu novio hace un rato, muy romántico - Reí.

- Oh, la verdad no es mi novio todavía, nos gustamos y todo eso pero aún no formalizamos - Ella asiente.

- Que ternura - Asentí y sin querer bostecé. - Mejor te dejamos dormir, veo que tienes sueño

- Bastante - Respondí divertida. - Ayer fui a una fiesta y regrese muy tarde a mi casa

- Mi hijo es igual - Me comenta divertida. - Por cierto, tu cabello es muy lindo

- Ojalá mi madre pensará igual - Ambas reímos.

- Algún día lo tendré como tu - Me dice emocionada Gemma y yo le sonreí dulcemente.

- Claro que si 

Continuará...

N.A: Esto es muy entretenido we, en multimedia se encuentra nuestra bella Jade, por fin encuentro a una persona perfecta para el papel yei. No tiene muchas fotos con el pelo morado pero se lo imaginarán jajajaja.

Recuerden leer mi nueva novela: Internado Crosswell.

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