Capítulo 3.

5.3K 237 22
                                    

Luego de casi ocho horas de viaje, por fin llegamos. Me despedí de Gemma y Anne al bajarme, tuve la posibilidad de conversar con ellas y de jugar con Gemma y sus muñecas, fue un viaje bastante entretenido. 

Al bajarme busque a mis padres y ellos conversaban, al verme sonrieron como si no me hubiesen visto en años. Fruncí el ceño mientras los miraba extrañada, son tan extraños. Esperamos las maletas por unos minutos hasta que por fin aparecieron.

Salimos de ahí y pude respirar el aire canadiense por segunda vez, no era primera vez que venía, ya había venido antes. Al salir vimos a un señor con un cartel con el nombre de papá así que nos acercamos a el, al parecer era el chofer que había contratado mi padre.

Por suerte llegamos acá de día así que podíamos conocer el lugar en el trayecto a la nueva casa. Debo admitir que estaba muy nerviosa, iba a llegar a la escuela a mitad de año, todos ya se conocen y yo voy a ser una infiltrada ahí que tiene el pelo morado, raro.

En el camino pude apreciar todo, era realmente precioso este lugar. Entramos a un condominio que estaba llena de casas enormes, prácticamente mansiones. Yo miraba fascinada cada casa que había acá, estaba todo lleno de flores y de árboles. 

El auto se detuvo justo al frente de una casa enorme de color blanca, era hermosa y al frente de esta estaba nuestro camión de mudanza y muchas personas sacando las cosas de adentro.

- ¿Y que tal? - Me pregunta mi madre mirándome, aún seguíamos en el auto.

- Es preciosa - Le dije mirando la casa fascinada y ella sonrió, como siempre.

- Sabía que te gustaría - Acaricia mi cabello y yo me aparto un poco.

Mientras mi madre se bajaba, mi mirada se desvío a un chico que estaba sentado en la puerta de la casa junto a la mía. Tenía los ojos café y el pelo del mismo color, debo admitir que era guapísimo. 

Arregle un poco mi cabello y baje del auto, miré de reojo al chico y este miraba para acá curioso, yo desviaba mi vista para que el no supiera que lo estaba mirando igual. En eso lo mire y estaba sonriendo mientras me miraba de arriba a abajo, ese era el efecto que quería causar.

Mi mirada se desvía a el sonido de cuatro motos pasando por el condominio, de cada una se bajaron unos chicos que eran igual de guapos que mi vecino. Los de la moto se acercan a mi vecino y se saludan felices. Yo volví a desviar mi vista mientras sacaba mi maleta del auto.

En eso empiezo a sentir unos silbidos y algunos gritos algo obscenos, fruncí el ceño y me di vuelta encontrándome a los cinco chicos mirándome divertidos. Levanté una ceja y les mostré mi dedo de al medio, ellos se veían sorprendidos pero divertidos.

Tome bien mi maleta y entre a la casa, por dentro era mas linda todavía, nuestros muebles ya estaban acá y eso me sorprendió. Algo entusiasmada subí las escaleras hasta llegar a la que sería mi habitación, estaba perfecta, era enorme y ya tenía mis cosas acá.

Sonreí mientras la veía con detalle, ya tenía todos mis muebles y en las paredes habían unas cuantas fotos y un espacio en blanco para poder hacer un dibujo. Dejé mi maleta mientras entraba a mi baño privado que para mi sorpresa tenía jacuzzi. Perfecto.

(...)

Estaba sentada en el sofá mientras veía una película buenísima, tenía puesto unos pantalones de pijama holgados y un top deportivo que resaltaban mucho mis pechos la verdad. En eso siento que tocan la puerta pero yo no mi levante.

- ¿Vas a abrir? - Me pregunta mi madre saliendo de la cocina y yo suspire.

- No - Le respondí y ella se quejo.

Si no te gusta, no mires [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora