Our Fate

Capitulo cinco: Zen

Estas segura que no recuerdas nada- preguntó un azabache un tanto confundido al verse en un lugar al que ninguno de los dos saben cómo llegaron.

Solo recuerdo estar en un restaurante y luego aparecimos aquí- respondió está un tanto preocupada al no saber donde se encontraban.

Revisa con tu byakugan- dijo este a la vez que esté revisa con su sharingan

Nada- dice esta desactivándolo - y tú - pregunta esperanzada de que sea solo una especie de ilusión o genjutsu.

Tampoco-

Veo un pueblo a unos 5 kilómetros al este- algo raro había en ese lugar, lo sentían, solo no sabían que era.

Vamos- respondió este para luego ambos empezara correr a esa dirección.

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Llevaban más o menos 3 kilómetros de distancia cuando ambos siente una presencia obligándolos a detenerse.

Era un niño de unos 9 años más o menos a simple vista, cabello blanco y tez blanca que se encontraba sentado bajo la sombra de un árbol con la cabeza en sus rodillas.
Por los espasmos de su cuerpo se podría decir que ha estado llorando por un tiempo.

Hinata sin dudarlo da un paso adelante para acercarse al pequeño.

Espera- dice el moreno deteniéndola de la muñeca para evitar que siga avanzando

Está bien, es solo un niño- dice colocando una mano sobre el agarre para deshacerlo y seguir avanzando.

Hey- dice Hinata con una voz maternal ya en cuclillas haciendo que este levante la vista dejando ver sus oscuros ojos azules un poco hinchados por el llanto- cuál es tu nombre el mío es Hinata - pregunta la morena acercándose al pequeño para poner una mano en su mejilla secando sus lágrimas.

Z-Zen - responde el pequeño un poco tímido y sonrojado por la cercanía de esta.

Ahora dime Zen, porque llorabas- le pregunta está

E-Ellos, se la llevaron,  a m-mi abuela- contestó para romper en llanto y abalanzarse a abrazar a Hinata en un impulso. Esta de inmediato le corresponde trazándose circulamos con la palma de la mano en la espalda.

Quién- pregunta Hinata interesada por saber quién habría sido capaz de hacer algo así.

El ejército de Aniki - respondió reincorporándose y aparentando los puños a la vez que miraba al suelo.

Tranquilo, te ayudaré a encontrarla- respondió Hinata dandole una sonrisa y una suave palmada en la espalda.

Y hasta ese momento el pequeño se dios cuánta que en todo ese tiempo no estuvieron solos.

Hinata se acercó al azabache para darle un empujón con el codo

Te ayudaremos- respondí un poco incómodo por no saber cómo dirigirse a un niño.
Nunca tuvo la oportunidad de tratar con niños y digamos que no se le da muy bien.

Es siempre así de frío- pregunto el pequeño con interés en un susurro a Hinata una vez que ya habían empezado a avanzar.

Al principio, aunque no lo creas cuando lo conoces suele ser dulce- responde en un susurro aún sabiendo que el azabache los estaba oyendo.

Al escuchar eso este solo gruñe para sí haciendo que está voltee a verlo sonriendo.
"Solo con ella se comporta así, hasta llega a ser tímido a causa de ella- suspiro- lo que hace el amor" piensa para sí para luego sonreírle de vuelta.