Sucesos Extraños

198 12 8
                                    



¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? Boruto se incorporó; se encontraba en el medio de una sala blanca. En lo que miraba a su alrededor se dio cuenta de que se le aproximaban dos personas: un hombre y una mujer. Ella tenía una larga cabellera roja e iba vestido con un largo vestido verde; él sin embargo, llevaba ropas de Jounin y la banda de Konoha que gran parte era cubierta por su pelo amarillo, además llevaba una capa de Hokage. Tenía que admitir que era muy parecido a su padre.

- Hola Boruto – le dijeron ambos

- ¿Quiénes son? ¿Cómo saben mi nombre? – preguntó el niño exaltado

- Cierto que no nos conoces... jeje – hablo el hombre – Mi nombre es Minato y ella es Kushina. Nosotros somos tus abuelos...

"Abuelos", esa palabra resonaba en la cabeza de Boruto; el solo conocía sobre su abuelo Hiashi. Aun asi pensó que era muy posible por el gran parecido a su padre.

- Abuelos... - dijo el niño en voz baja

- Si Boruto – le habló suavemente Kushina. Se acercó y le dio un abrazo.

- ¿En dónde estamos? – les preguntó el niño

- Probablemente en tu subconsciente – le dijo Minato dubitativo.

- Bueno... Me imagino que son los padres de papá – el niño miraba a Minato

Este no pudo evitar soltar una carcajada; puso su mano sobre su nieto y le desordeno el pelo.

- Este pelo rubio de donde te crees que vino

El muchacho tampoco contuvo su risa.

- Cuéntenme historias sobre papá – les pidió

Ambos se miraron y fruncieron el ceño. Kushina le habló ahora.

- Nos gustaría... Pero ya es hora que despiertes; es peligroso dormir en medio del bosque solo...

Al escuchar esto, automáticamente todo se volvió negro y desaparecieron. Boruto estiro su mano intentando tocarlos pero una bruma lo cubrió y cerró los ojos.

Despertó de golpe. Se encontraba donde se había acostado a dormir al noche anterior luego de un duro entrenamiento; solo quedaban las brasas del fuego ya consumido. Miro hacia el este y vio que los primeros rayos del sol empezaban a filtrarse entre las ramas del bosque. Salió de su saco de dormir y lo doblo prolijamente para guardarlo de nuevo en su mochila; luego se acercó al rio y se lavó su cara. Cuando miro su reflejo en el agua, toco su cabello rubio recordando el sueño que tuvo.

- ¿Cómo será posible que tenga a mis abuelos que nunca vi en mi mente?

Decidió no darle muchas más vueltas al tema. Debía avanzar, aun le quedaba mucho hasta la frontera. Según lo que tenía entendido, al salir del bosque había una pequeña aldea donde podría pasar la noche.

Cubrió el fuego con un poco de tierra para evitar dejar rastros fácilmente legibles por si algún grupo de la aldea se encontraba siguiéndolo y se puso en marcha.

Pasó varias horas a paso constante, cada vez la vegetación del bosque era menos espesa lo que demostraba que ya se encontraba llegando a los límites de este. Decidió hacer un receso para almorzar ya que ya eran pasado el mediodía; descendió de la altura de los árboles y se sentó en el suelo, saco una paquete de galletas de su mochila y comió unas pocas. En lo que se encontraba en su descanso algo llamo mucho su atención: un montículo negro que se encontraba en medio de un descampado. Se acercó para darse cuenta de que eran restos de un fuego, y un fuego bastante grande. Saco velozmente un kunai y se puso alerta; acerco su otra mano hacia los restos para llevarse la sorpresa de que aún estaban tibios, eso quería decir que era reciente, alrededor de unas tres o cuatro horas. Aparte de las brasas, marcas de pisadas en el suelo y shurikens en los arboles denotaban que eran un grupo bastante numeroso el que antes se encontraba aquí o quizás aún estaban por las cercanías.

ReconocimientoWhere stories live. Discover now