Secuela de «Elevador de Nubes»
Harold Miller está enamorado, su novio claustrofóbico es una parte importante de su vida pero en ocasiones le hace perder el control.
Por suerte, Harold es un Tigre de Loto que no deja de mirar las nubes; también es es...
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¿De qué están hechos los recuerdos?
No tengo la menor idea, lo único que sé es que algunos llevan a momentos en los que es posible verle forma de corazón a las nubes.
Porque cuando se habla de nubes cada quién ve lo que quiere ver, también lo que prefiera sentir; es una elección.
Brandon Hart eligió verme a mí, eligió sentir esos besos en medio de una metáfora que a ambos nos gusta llamar “Elevador de Nubes”
Esa metáfora contiene hermosos recuerdos, por eso me gustaría saber de qué están hechos, para añadir más profundidad a ese sentimiento que juntos llamamos amor.
—¡Amor! ¿Me escuchas?
Y ahí está él, gritando desde las escaleras, mi novio claustrofóbico ya no está atrapado, ahora está entusiasmado.
—¡Subiré en un momento, cariño!
Ya extrañaba verlo sonreír, y lo digo porque los últimos tres meses no han sido fáciles para Brandon, la única culpable es la nostalgia.
La secundaria Owen nos marcó a ambos, de forma distinta, pero el punto es que creó un espacio lleno de gratos momentos, amistades y por supuesto recuerdos; aunque a decir verdad ese es el lado bueno e inofensivo de la nostalgia...
—¡Harold Josh Miller! Te estoy hablando. ¿Qué tanto piensas?
—Nada, estoy en las nubes, como siempre.
Subí las escaleras rápidamente, y le planté un beso.
—Te amo, Brandon Hart.
—Y yo a ti, mi Tigre de Loto. —Pellizcó mis mejillas.
—¿Qué haces, cariño?
—¿Sabes? Mi mamá no volverá hasta dentro de tres horas, podríamos divertirnos un poco —expresa en un tono sugestivo, mientras me quita mi chaqueta favorita, arrojándola al suelo.
—¡Oye! No quiero que se ensucie —Levanté la chaqueta.
—Disculpa, no volveré a lastimar tu adorada chaqueta —rodó los ojos.
—No quiero discutir, ignoraré eso que acabas de decir.
—Ok, Harold, entonces en vez de discutir...
Brandon se acerca y acaricia mi entrepierna, eso sólo significa una cosa, él ya está de buen humor.
—Travieso... ¿Qué estás haciendo?
—Vamos a mi habitación antes de que me arrepienta.
—Ok. —Tomo su mano y lo sigo.
Batimos un nuevo récord al quitarnos la ropa, pero eso dejó de importar cuando ya estábamos sobre la cama, y Brandon abrió un poco las piernas para ofrecerme su miembro.
