La Huida

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La noche había caído sobre Konoha... un peli rubio la miraba desde la altura de un árbol desde fuera de la misma. En sus ojos resaltaba el Byakkugan, su cuerpo llevaba ropa de entrenamientos y además estaba cubierto por una capa. En su espalda una mochila con todas sus herramientas ninjas y provisiones, también un gran bastón de hierro que llevaba sujeto con una funda improvisada.

- Ya no hay vuelta atrás... - se dijo así mismo; tomo un Kunai de la mochila y tacho por la mitad su banda de Konoka - Les demostrare mi fuerza...

Se dio vuelta mirando la inmensidad del profundo bosque y se internó en el mismo saltando de árbol en árbol alejándose cada vez más de lo que fue su hogar....

UN DIA ANTES...

Era temprano en Konoha y el sol aun intentaba cubrir las sombras que antes habían cubierto la aldea; estaba en un total silencio exceptuando la oficina del Hokage en donde se escuchaba un gran revuelo.

- Cálmate Boruto! - le gritaba Konohamaru a uno de los miembros del equipo 7

- ¿Cómo quieres que me calme Sensei? - Gritaba el peli rubio, en sus ojos se veía una gran ira - ¿Cómo es posible que me hayan dejado fuera de la misión? ¿No dijeron que querían que les demuestra que soy mejor de lo que mostré en los exámenes? Como quieren que lo haga si no me lo permiten.

Sarada y Mitsuki miraban asombrados la escena, Konohamaru les había dicho que Boruto se encontraba enfermo y por eso no había podido acompañarlos; ambos sabían que si él hubiera ido con ellos ninguno de los dos hubiera recibido las heridas que tenían ahora.

- Boruto Uzumaki... - la voz del Hokage era seria - La misión era de infiltración y obtención de archivos, simplemente no te vi capacitado para realizarla...

- Váyanse al carajo! - Boruto explotaba de la ira - Te demostrare cuan capacitado estoy viejo decrepito.

El muchacho se retiró de la oficina cerrando la puerta con gran potencia generando un estruendo que retumbo en toda la sala. Un gran silencio se quedó en la misma por unos minutos hasta que al final el Hokage tomo la palabra.

- El reporte de la misión por favor...

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- Todos son unos traidores - las lágrimas del muchacho le brotaban por la mejillas - Le demostrare la fuerza que poseo.

Estaba golpeando un muñeco de entrenamiento practicando su "Puño Suave" que había heredado de su madre. De todo el mundo, solo su madre y su hermana eran las únicas que lo reconocían como un gran ninja pero eso no era suficiente para él, él quería que el reconocimiento del Hokage, no, mejor dicho de su padre. Golpeo con tanta fuerza que no se dio cuenta que ya había partido el muñeco de pruebas, era el 4to que rompía en la última media hora. Cansado de tanto entrenar se tendió en el suelo y se quedó mirando hacia el cielo.

- Me imaginaba que estabas aquí - una voz femenina le hablo desde un árbol

- ¿Qué quieras Sarada? - Dijo fríamente el muchacho - ¿Vienes a burlarte de mí?

La muchacha le tiro una botella de agua; esta la agarro para luego incorporarse y quedarse sentado. La muchacha bajo del árbol y se sentó a su lado; se tenían mucha confianza ya que no solo eran compañeros de grupo sino también amigos desde la infancia ya que ambas familias siempre habían sido muy cercanas. Boruto consideraba a Sarada como una prima y viceversa con Sarada. Siempre habían tenido sus diferencias y peleas pero aun así eran muy buenos amigos.

ReconocimientoWhere stories live. Discover now