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Un año había trascurrido desde que empezó a tener esos sentimientos tan alejados de la amistad respecto a él. Y el hecho de que fuese él complicaba las cosas mucho mas.

Era verdad que al principio intento reprimir cualquier sentimiento o pensamiento romántico respecto al chico, lo cual resulto ser en vano. No podía borrarlo aunque intentase ocultarlo escondiéndose. 

Aquello, conocido como un estigma.

Los pensamientos nublados del joven fueron borrados rápidamente por la dulce voz de su compañero.

—Antes era todo mas sencillo —susurró el menor con inseguridad inundando sus palabras. 

Taehyung lo miraba directamente, con confusión e intriga por saber lo que escondían esas débiles palabras. Aún que si era verdad, todo era mas simple en el pasado, sobretodo para él.

El mayor callo, sin saber muy bien como procesar la situación. Sabía que por mucho que insistiera, Jeongguk respondería con frases cortas y confusas.

—Pero aun nos tenemos mutuamente, ¿cierto? —habló el rubio largos minutos después ganándose así la mirada de su contrario.

Ambos habían cambiado de posición, para así poder hablar de manera mas cómoda y sencilla. Tanto Taehyung como Jeongguk se encontraban sentados en el suelo, bajo la suave alfombra, mientras apoyaban la espalda en la parte baja del sofá.

—Sea mas complicado o no, lo que importa es que nos mantenemos juntos. ¿cierto? —enunció, reconfortando un poco su alterada mente. Jeongguk con una media sonrisa asintió.

—Nunca cambiemos eso —susurro, finalizando la conversación y apoyando sutilmente su cabeza en el hombro ajeno.

Su relación era única, e indispensable para ambos. Ellos se habían convertido parte del otro desde el momento en el que se conocieron y conectaron perfectamente.  Ellos era lo que comúnmente la gente suele denominar como almas gemelas.

Los dedos de Taehyung empezaron a acariciar con algo de recelo el cabello del menor, pero sus movimientos se volvieron seguros cuando observo a su contrario cerrar los ojos, concentrándose en las delicadas caricias recibidas.

La respiración de Jeongguk empezó a ralentizarse ante el añorado toque. Su cuerpo había liberado cualquier tensión o estrés acumulado a lo largo de los meses, todo se sentía en completa calma. Taehyung le trasmitía serenidad, tranquilidad, con solo estar junto a él.

—Te quiero Tae —susurró sin mucha consciencia, sintiendo como el pesado cansancio empezaba a sellar sus parpados y a guiar sus palabras. Taehyung sonrió con algo de tristeza ante sus somnolientas palabras.

—Yo también lo hago Ggukie. Demasiado para mi bien.



(n/a: las oraciones que esten en cursiva son pertenecientes a la letra orignal de stigma)

「stigma ! ♡ taegguk 」Where stories live. Discover now