Veintisiete; No puedo seguir así

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La llegada a Los Ángeles fue parecida a la salida en Miami, con la diferencia de que ahora no tenía ninguna prisa y pude pararme un poco a hablar con el grupo de fans que me estaba esperando.

"Tú eres mejor que Lexia", había dicho una de las chicas y un par más secundaron su comentario. Ni siquiera supe como reaccionar a aquello, así que les dediqué una leve sonrisa y me despedí de todos para enfrentarme a nuevos paparazzi y nuevas preguntas y comentarios absurdos.

Ahora me encontraba en el coche, de camino a casa, pensando en todo aquello mientras Liv dormía a mi lado.

—Blair, recuerda que el lunes debes retomar los ensayos de la gira. —Me advirtió mi representante cuando llegamos a su casa.

—Lo sé —Asentí—. A las nueve estaré lista en el estudio para ensayar con Ian. —Sonreí.

—Bien, quizás me pase para ver como lo llevas —dijo antes de bajarse del coche.

Se despidió de nosotros después de que recogiese su equipaje del maletero y Cole volvió a arrancar el coche, ahora sí para ir a nuestra casa.

—¿Piensas despertarla? —preguntó mi guardaespaldas mirándonos a través de retrovisor.

Yo giré la cabeza hacia mi mejor amiga que parecía descansar bastante plácidamente.

—Si pudieses ayudarme a meterla en casa me harías un gran favor. —Le pedí con una sonrisa.

—Claro, no hay problema —aseguró antes de centrarse de nuevo en la carretera.

A pesar de que el vuelo había sido largo apenas habíamos podido descansar y ahora que había logrado conciliar el sueño me sabía mal despertarla.

Diez minutos más tarde llegamos a mi casa y tal y como le había pedido a Cole llevó a Liv hasta su habitación y yo misma me encargué de quitarle los zapatos para que estuviese algo más cómoda.

—Muchas gracias. —Le agradecí cuando le acompañé hasta la puerta.

—Ni las des —Agitó la cabeza—. ¿Nos vemos el lunes? —Quiso saber.

—Claro, creo que este fin de semana no tengo gran cosa que hacer, pero si te necesito te llamo, ¿vale? —Él asintió—. Disfruta del fin de semana —Le abracé— y descansa, que llegamos tarde del club. —Le dediqué una pequeña sonrisa.

—En cuanto llegue a casa me echaré una siesta —comentó divertido, haciéndome reír.

—Yo haré lo mismo ahora mismo.

Tras intercambiar unas cuantas palabras más él se fue y cerré la puerta soltando un fuerte suspiro.

Ni siquiera me molesté en mover las maletas de sitio, ya lo haría más tarde. Me dirigí hacia mi habitación y dejé mi teléfono móvil sobre la mesita de noche antes de dirigirme hacia mi vestidor para desnudarme y colocarme una simple camiseta holgada y unos pantalones cortos bastante cómodos.

Me dejé caer sobre la cama y un suspiro de satisfacción se escapó de mis labios ante la comodidad de mi colchón. Antes de quedarme dormida programé una alarma para las cinco y media por si no me despertaba antes. Faith vendría a las seis con Ollie ya que se había encargado de cuidar de él mientras nosotras estábamos fuera.

Me abracé a mi almohada y no tardé demasiado en caer en un profundo sueño que realmente necesitaba.


El molesto ruido de una alarma interrumpió mi sueño y de mala gana la apagué.

Me quedé un par de minutos allí tumbada, intentando despejarme un poco antes de levantarme.

Teenage Dream • jb [1]Where stories live. Discover now