La Renegada Del Amor♡

Bailemos

Después de un tierno sonrojo por parte de Elliot, yo me cambie el pantalón por un pequeño short de pijama y el se quedo en bermudas pasandome su camiseta para que durmiera con ella.

-¿Le dijiste a tu tía que

te quedarías?

-La llame, igual no es que tuviera problema con ello.

-Ah bueno.

-¿Porque tienes tantos shorts?¡Dios!

Reí por su comentario y entrelace nuestras piernas para poder dormir tranquilamente. Tenia planeado quedarme despierta hasta observar como dormia pero el sueño me vencio.

Desperte y vi a Elliot abrazado a mi cuerpo, sonreí por las extrañas caras que hace dormido y me levante cuidadosamente de la cama para ir a cepillarme los dientes, el cabello y lavarme la cara. Volvi a la cama y el seguia en la misma posicion solo que ahora abrazaba una almohada.

Entre de nuevo a la cama y el me abrazó de inmediato pense que estaria despierto pero, no fue así.
Me quede mirandole, su rostro, sus razgos y su sonrisa eran todo un poema, me encantaba mirarle. De vez en cuando hacia una mueca dormido y se marcaban sus hoyuelos. Su abdomen tenia unas suaves lineas que se marcaban en él. Me entro curiosidad acerca de si estaba en el gimnasio, en el paseo no se veía así.

Acariaba su cabello, nariz, cejas, ojos, labios. Me detuve en ellos. Adoraba sus labios. Los estaba tocando dulcemente cuando veo que abre la boca y muerde mi dedo indice.

-¡Autch!

-Buenos días, preciosa¿Estabas aprovechandote de mi?

-¿Que? NO.

-Pues eso parecia ya que no dejabas de tocarme.

Me sonroje.

-¿Estabas despierto?

-Desde que te paraste.

-Ah, lo siento.

-No te disculpes, lo estaba disfrutando.

-¡Tonto!

El sonrio y se acerco para besar mi mejilla.

-Me ire dentro de unas semanas.

-¿A donde?

-Visitare a mi madre.

-¿Ella está bien?

Sus ojos decayeron inmediatamente y me arrepentí de preguntar.

-Preciosa, después del colapso mental que tuvo por la muerte de mis abuelos, ella no-suspiro fuerte-no me recuerda.

-¿Como que no te recuerda?

-Su mente sufrio tanto que yo no aparezco en sus recuerdos, tampoco Sophie. Solo papá.

-Cariño, lo siento tanto.

Me acerque a su cuerpo y me subí encima de el para abrazarle, creo que eso era lo que necesitaba pues me devolvio el abrazo con la misma fuerza.

Metio sus manos por debajo de la camiseta tomando mi cintura y me acerco más a su cuerpo.

Miles de emiciones recorrieron mi cuerpo, no se si lo hacia aproposito o no pero me ponia muy nerviosa.

O quizá era el hecho de saber lo de su mamá, sabia que le afectaba pero no sabia a que grado.

-Por eso, no me alejes de ti.

-No lo hare.

Sus manos buscaron mis labios y yo uni los mios con los de el. Quería transmitirle tantas cosas con este beso. El fue descendiendo sus manos hasta llegar a mi trasero y cuando lo hizo, lo apreto suavemente, suspire en su boca y me adueñe de sus labios.