Un puesto para mí | Baekhyun y tú.

"Casamiento".

Capítulo 20: "Casamiento".

—¿Estás bien? —Preguntó sacándome de mis pensamientos.

—Eeeeh, sí —respondí dudosa.

—Supongo que tienes mucha hambre —dijo sirviéndome sushi.

—Si... eso creó. —Sonreí tímida.

—¿Cómo te fue en el book?

—Bien, fue divertido.

—¿Y la secretaría se portó bien?

«Secretaria Baekhyun querrás decir...».

—Debiste haberme acompañado —omití su pregunta.

Sonrió.

—Lo sé, pero tenía que hacer algo muy importante.

—¿Cómo qué? —Pregunté inoportuna.

—Bueno... —Miró a otro lado—. Necesito ayuda.

—¿Ayuda? Puff, el secretario Oh Se Hun pidiéndome ayuda —burlé.

—Yo también soy humano.

—Fíjate que no me di cuenta, Oscar —reí.

—¿Cómo puedo pedirle a una chica que la quiero para toda la vida? —Preguntó un tanto avergonzado.

—¿Querer para toda la vida? ¿Te vas a confesar? —Elevé la voz emocionada.

—Shh, no grites tan fuerte. Y sí.

—Ahhh —grité emocionada.

«¡Espera! ¿Será para mí?, ¿Seré yo la que quiere para toda su vida, o mejor dicho esta enamorado de mí?».

—No soy experta en los amores, pero pienso que debo ser detallista, prepararle un banquete, rosas y la confesión.

«Ahí vamos muy mal Sehun».

—¿Qué? ¡Ayy! Demasiado gastó y poco amor —confesé.

—¿Cómo? ¿Por qué? —confuso.

—Es que a mi... —«____, tienes que hacerte la que no sabes. No la riegues». Carraspeo un poco—. Digo, que para una chica vale más algo  normal y sencillo. Como ir al parque, ir a cenar, jugar, ya sabes una noche de pareja.

—Entiendo, aunque ella es un poco más a lo... —Paro pensativo.

«Que poco me conoces Sehun».

—Tu hazme caso.

—Esta bien. Estoy seguro que... —Interrumpió el tono del celular llamándole—. Lo siento, permiso. —Se levantó a contestar el teléfono.

Apenas salió, sonreí como estúpida. Me toqué las mejillas sonrojadas con una emoción que me desbordaba.

—¿Será que él se confesara? —Dije pensativa— ¡Ayyyy! —Solté risueña.

En un momento de niña infantil enamorada pateo algo extrañó. Bajó la cabeza para ver que era, y pude notar un estuche azul.

Confundida me levanté abriendo el dicho estuche, adentró de el contenía un anillo de bodas.

—¿Qué es esto? No puede ser... —dije sin creerlo. Era un bonito anillo, pero toda confesión se refería a un futuro compromiso de boda. Escuchó que se acerca, rápidamente me siento dejando a un lado el objeto.

—Lo siento por tardar mucho. — Se sentó— ¡Oh! —Miró el objetó.

—Oscar —hablé en una voz baja.

«Aguanta, no puedes llorar ahora».

—¿Te vas a casar? —Pregunté desanimada.

Miró abajo apenado y posteriormente ladeo una sonrisa.

—Sí, le pediré matrimonio a mi novia —confesó. Aquéllo fue un golpe duró para mi heart, podía sentir los miles de pedacitos destrozarse.

«¿Cuándo te darás cuenta que el amor no es como los cuentos Kim ____?»

—Invítame a la boda.

«¿En serio! ¿Cómo pude ser capas de decirlo? Mi dignidad esta a la basura».

—Bueno, lo veremos los próximos meses.

—¿Meses? Pero todavía no dijo que sí —cuestioné.

—Es que ya es un tema hablado.

«Definitivamente no tengo lugar allí».

Suspiré pesado.

—Sabes, tengo mucho sueño. Creó que debes irte —dije levantándome.

—¿Tan rápido?

—Hay que trabajar mañana. Adiós.

Estaba segura que si estaba un segundo más iba a terminar por soltar todo mi dolor.

Cerré la puerta y caí lentamente al suelo viendo mi amor desmoronarse. Esta declarado, no me vuelvo a enamorar nunca más.

Me gustaría tener a alguien por quien confesarle todos mis problemas y que me aconseje.

Saqué mi móvil y busqué en google

¿Cómo superar el enamorarte de tu secretario que se va a casar próximamente?

« Puta bida», meme ideal para esta ocasión.

[...]