Solo amigos *Editando*

Nueva escuela, nuevos amigos.

Me había cambiado de casa, había dejado a todos mis amigos atrás. Odiaba el saber que ya no sabría nada más de ellos.

Fui con mi madre y el esposo de ella  a inscribirme al nuevo instituto al cual iría.

Estaba saliendo del salón de la directora, y al darme la vuelta, choque contra un chico. Él venia corriendo con tanta fuerza que me caí de trasero

–Lo… lo siento –dijo tartamudeando. Yo aun estaba tirada en el suelo  con una mano en la frente– Dame la mano, te ayudo –me dijo mientras estiraba su mano para ayudarme a levantarme.

Al alzar mi vista hacia el chico que me había tirado vi unos hermosos ojos negros

-¿Estas bien? espero que no te duela tanto la frente del cabezazo que nos dimos –dijo el mientras pasaba su mano a un lado de su frente, y reía

–Oh, no te preocupes. No me dolió para nada –dije lo mas sarcástica que pude. Él  solo reía

–Felipe –tendio su mano. La tome

–Kassandra

–Te dejo, debo llevar estos papeles a la maestra –dijo sonriendo. Se alejo de mi casi corriendo. Lo mire hasta que desapareció por una de las puertas. Una mano toco mi hombro y me sobresalte

 –¿Por que tan distraída mirando hacia allá? –me pregunto el esposo de mi mamá

–Nada, solo tenia curiosidad de que había allí –me encogí de hombros

–Mañana lo sabrás –dijo serio mientras caminaba con mi hermana y mi mamá hacia el auto, yo los seguí.

No podía creer que mi vida iba a cambiar desde mañana

...

–¡¡Kass levántate que llegan tarde!!  –dijo mi madre mientras me movía bruscamente.

–Ya si estoy despierta vete para vestirme –dije mientras me sentaba

–Apúrate, estamos atrasadas –salio de mi habitación. Agh, como odio levantarme temprano.

Me puse de pie y fui a buscar el uniforme. Me vestí rápido y entre al baño. Hice mis necesidades, cepille mis dientes, me maquille y por ultimo cepille mi cabello. Me mire al espejo, y listo. Baje y mi madre me esperaba

–¡Hasta que llegas! –exclamó. Rodé los ojos y la seguí

Íbamos camino al instituto, cuando mi madre me mira

–Hija, por favor… compórtate –recalco la ultima palabra

–Lo se, mamá –rodé los ojos. Agh, odio cuando mi madre piensa que soy un problema

Entre al salón y una chica se me acerco

–Hola –saludo.

–Hola –respondí

–¿Eres nueva? –Asenti–  ¿Cuál es tu nombre?

–Kassandra, ¿El tuyo?

–Bernardita, pero dime Berny –me guiño el ojo

–Chicas, saben que no me gusta que me molesten con él... –dijo una amiga de ella

–¿De que hablan? –le pregunté en el oído

–A ella, le gusta ese que esta por allá –apunto a un chico que se encontraba a unos metros de nosotras

 –Mierda... –susurre bajo, pero no tan bajo ya que  ella escucho

–¿Mierda? –preguntó  algo confundida

–Sí, mierda –dije con frustración

–Creo que ando perdida, ¿me puedes decir que sucede? –reclamó ella, pero no la tomé en cuenta. El era el chico que me había botado ayer

–¿Siquiera estas escuchándome? –dijo Berny algo enojada

–S... sí –le respondí tartamudeando un poco.

Un brazo paso por mi cintura, haciéndome dar un pequeño salto

–Hola –susurro alguien en mi oído. ¿Quién mierda es? Me doy vuelta lentamente, y me topo con unos ojos negros

No puedo dejar que me toque, ¡NO PUEDO!

–Hola. ¿Podrías quitar tu mano de mi cintura por favor? –dije cruzándome de brazos

–Oh, claro. Yo solo quería asustarte -–dijo riendo

–¡Hey! Estoy por aquí –dijo  Berny riendo con algo de sarcasmo 

–Si se que estas ahí –rodé los ojso

–Solo lo decía para que no se besaran frente de mi –dijo haciendo voz de niña inocente

–Ni muerta beso a este –dije enojada

–¿No? –pregunto él riendo– Algún día, vas a rogarme que te bese. Ahora mismo, mueres por hacerlo  –Berny soltó una risita burlona

¿¡QUE!? ¡¿COMO SE ATREVÍA A DECIRME ESO!? ¡¡NI SIQUIERA ME CONOCE PARA DECIRME ESO!!

–Es verdad, lo admito –me acerque a su oído–  muero por besarte –mis dientes rozaron el lóbulo de su oreja

Estaba a milímetros de sus labios, estaba casi rozándolos

Una parte de mi, me decía que lo besara hasta cansarme, pero la otra parte me decía que no debía, que iba a ser un problema.

Con una mano le agarre su cuello y con la otra toque su mejilla, el puso sus manos en mi cintura y me estremecí.

Entonces le dije rozando sus labios

–Ya te lo dije, ni muerta te beso –me solté de su agarre y me fui con  Berny. Ella no dijo nada, pero sabía que se moría por preguntar que demonios fue todo eso

–Se lo que esas pensando cabecita hueca, pero olvídalo, no me gusta

–Oh, si. Casi lo besas, le dice que morías por besarlo y... –Espero unos segundos– ¿y no te gusta? ¡A mi no me engañas pequeña mentirosa! se que te gusta, solo admítelo y no le diré a nadie palabra de mejor amiga –me tendió su dedo meñique el cual yo tomé

–Esta bien... me gusta, pero... – no me dejo terminar

–¿Pero? Nada de pero,  lo conozco y se que a él le gustas, o al menos te encuentra linda

–Si, como digas –seguí avanzando hasta que ella me detuvo

–Enserio, no estoy jugando contigo, el es muy… mujeriego. Peeeeero… –Tomó aire y siguió– le gustas, se le nota –fingí una sonrisa y seguimos caminando– Te invito un helado –dijo riendo

–Bien, pero tu pagas –reí

–Bien –fuimos a una heladería cerca de ahí y compro dos helados. Luego fuimos a casa