La apuesta perfecta [1]

Q&A (Entrevista a personajes) -•EXTRA•-

—Demonios —Susurra Eliot.

—En esos momentos no sabía lo que estaba pasando conmigo, y me harté y le dije a Antonio qué tal vez lo iba a perdonar -Cosa que no iba a hacer solo le mentí- si me acompañaba al baile de graduación y aceptó fácil —Leire cierra sus ojos—, la verdad, yo solo quería ver celoso a Eliot y que se enojara, quería que se sintiera un poco mal por como me hizo sentir con anterioridad.

Hay un momento de silencio, donde varias personas se encuentran medio incomodas.

—Supongo que lo siento Eliot —Abre sus ojos y lo voltea a ver.

Él le dedica una sonrisa de lado, y besa con delicadeza su frente. Ella también sonríe.

—Muchas cursilerías para mí —Habla por fin la escritora—, prosigamos con esto.

Toma las hojas donde están escritas las preguntas y busca una nueva.

—Las siguientes son para Eduardo.

—¡Si! ¡Alguien se interesó por mi —La escritora rueda sus ojos, sin duda seguiría siendo algo arrogante Ed.

—¿Que le viste a Dafne? —Ahora Dafne se incomoda—. Y... ¿Lograste salir con ella?

Ed cierra sus ojos mientras pone una gran sonrisa, probablemente recordando que le vio a aquella chica que ocasionó tantos problemas para Eliot y Leire en un pasado.

—Mmm... Siendo sinceros, su atractivo —Abre sus ojos—, es súper guapa y tiene un gran cuerpazo.

La escritora ríe un poco por eso.

—Pero no, jamás pude lograr que ella saliera conmigo —Sin más se encoge de hombros—. Digamos que jamás fui lo suficientemente bueno como para que ella aceptara alguna de mis invitaciones a salir, y la única vez que se acercó mucho a mi fue solo para sacarme información.

Ahora Dafne ríe por eso.

—Si Ed, sin duda fuiste utilizado —Dice la escritora.

—Pero que más da, creo haberla superado.

Su creo no sonaba tan convincente, probablemente siempre tendría una debilidad por aquella chica tan problemática.

Suspira la escritora, se arrepiente de haber creado a un personaje que se obsesiona tanto con alguien.

—Otra para Leire —Bufa Dafne, y la escritora siente que esto va termina en una guerra de fieras tarde o temprano—. ¿Que hubiera pasado si nunca te hubieras enterado de que eras una apuesta, si no hasta años después -Cuando estuvieran casados por ejemplo- habrías dejado a Eliot, o lo hubieras perdonado porque ya ha pasado mucho tiempo?

Eliot voltea hacia el techo mientras se rasca el cuello, no quiere parecer interesado en esa pregunta, pero lo cierto es que si que está más que interesado en aquella pregunta.

Leire se muerde el labio, sin duda está tratando de buscar las palabras adecuadas ante esta pregunta que parece fácil, pero si va dirigida para ti, no es nada fácil.

Y sin más Leire suspira y voltea a ver a la escritora y después a Eliot.

—Lo cierto es que si probablemente jamás me hubiera enterado de la apuesta hasta muchos años después, hubiera dudado de su amor —Carraspea ella—, digo, ¿Hasta donde es capaz de llegar una apuesta? ¿Semanas? ¿Días? ¿Años? ¿Y qué tal si en esos años el seguiría con la mentalidad de estar ganado una apuesta?

—No seas dramática —Suelta Eliot—, aunque continuará la apuesta, y si no hubiera estado enamorado de ti, probablemente después te hubiera mandado a volar.