Un día antes de San Valentin

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Narras

— ¿Porqué las clases tienen que ser tan aburridas~?— canturreé en un muy bajo murmuro, estirando mis brazos al frente y soltando un bostezo por lo aburrido que estaba siendo la clase. — Brian, hagamos algo~

— ¿Y qué quieres que hagamos?— preguntó mientras fingía estar poniendo atención a clases, haciendo garabatos a un lado de los ejercicios que se supone, yo igual debería anotar.

— Mmh... No lo sé, nunca pensé que llegaría tan lejos— estaba mirando a cualquier lugar en busca de algo con lo cual entretenerme, al menos hasta que me surgió una idea. — Oye, ¿Qué tal si jugamos al ahorcado?— esta vez Brian me miró con algo de interés.

...

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— ¡Nunca vuelvo a jugar con él!— exclamé señalando a mi hermano.

— ¿Ah? Pero si tú fuiste quien hacía trampa— me reprochó, cruzándose de brazos a la vez que fruncía su ceño.

— ¡Mahiri!— protestamos al mismo tiempo mientras mirábamos a nuestra amiga quien ahora parecía estar haciendo un enlistado de nombres junto con otras cosas. — ¡Dile algo!

— Comienzo a pensar seriamente en si darles chocolates o no el día de San Valentín— murmuró con sus ojos fijos en aquella hoja; su voz sonaba cansada y a la vez molesta, tal vez harta de nuestras pequeñas peleas. — Parecen uno niños de cinco años— se quejó.

Fue entonces que mi hermano y yo nos quedamos en silencio durante un rato hasta que de repente reaccioné ante sus palabras con mucha sorpresa.

¿Cómo lo pude olvidar hasta ahora?

— ¡Mañana es catorce de febrero!— exclamé lo más obvio del mundo.

— ¿Enserio se te había olvidado?— cuestionó mi mejor amiga, alzando ahora sí su mirada y enarcando una ceja al mismo tiempo que dejaba de escribir para poder cruzarse de brazos.

— Claro, como ya no piensa en ese idiota, ya no le importa ésta fecha— comentó Brian, regalándome una sonrisa burlona haciendo que lo acribillara con la mirada.

Antes se enojaba apenas pronunciaba su nombre, pero ahora es como si le divirtiera el cómo terminaron las cosas, recordándome siempre que podía la manera en que lo golpeé, y luego alegando lo feliz que se sintió cuando Mahiri casi lo amenazó en los pasillos además de humillar a su novia.

Sí, a Brian ciertamente ya le caía mal aquella chica que, irónicamente, estaba flechada por él; luego del incidente las cosas para ella solo empeoraron e incluso Tou le terminó rsto después de aquella escena en los pasillos, ese mismo día en realidad.

Pero claro, ese rumor no lo leyeron de mí... Sinceramente, no sé a quiénes me estoy refiriendo con eso.

— Aunque claro, ni siquiera le importa darle a su querido hermano y a su mejor amiga algún detalle— continuó Brian con falsa indignación, logrando sacarme de mis pensamientos.

— No olvides a sus niñeros y a su nuevo amigo, Rei— sin embargo, el comentario de Mahiri logró hacer que el teatrito de Brian se volviera real, formando una mueca de real molestia a la vez que resoplaba fastidiado.

— Ah, y ellos. Sus nuevos hermanos— Oh, así que aún recuerda esa noche...

Realmente Brian podía llegar a ser celoso por nada, pero así se le quiere.

Aunque, retomando sus palabras... En realidad tenía pensado estar todo ese día arruinando los planes de alguna feliz pareja ahora que volví a estar soltera, pero la idea de regalarle a los sextillizos me parece más llamativa.

Los Niñeros [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora