Los Niñeros [EDITANDO]

Un rescate

Narras tú

Empecé a abrir mis ojos todavía adormecida, intentaba levantarme pero sentía unos brazos rodearme, "Probablemente Brian otra vez tuvo una pesadilla..." fue lo primero que cruzó por mi mente.

"... Esperen, Brian no vino a dormir a noche..."

— ¿Eh...?— en cuando miré bien sentí mi rostro enrojecer al instante, quien me abrazaba era Karamatsu y yo por alguna razón igual le estaba correspondiendo. — K-Kara— susurré, intentando no sonar nerviosa. — ¡Karamatsu...! ¡¡Karamatsu...!!— trataba de despertarlo.

— Cállense...— al otro lado de Karamatsu pude ver con cierta dificultad a Ichimatsu, quien se levantaba con mala gana frotándose un ojo y mirando hacia nosotros. — ...

Parecía algo desconcertado, y de un momento a otro su ceño se frunció. Aunque casi siempre lo veía serio, esta vez sentía como si estuviera molesto de verdad.

— Amh... E-Esto... Esto no es lo que parece— me sentía repentinamente nerviosa, pero ¿Por qué sentía la necesidad de excusarme?. — Es él que no despierta...

Veía como Ichimatsu se levantaba de su lugar y sin previo aviso se puso atrás de mí, agarrándome por debajo de los brazos y jalándome a la vez que intentaba alejar a Karamatsu con una patada en su rostro.

Tardó un pequeño rato antes de sacarme de los brazos de su hermano, llevándome luego a arrastras hasta la sala y dejándome ahí mientras él iba a la cocina.

— Ah... ¿Ichimatsu?— me asomé en la entrada, estaba de espalda preparando algo y no parecía tener intenciones de voltearse.

Me fui lo más silenciosa posible hasta mi cuarto y luego de rebuscar en una de mis maletas agarré las orejas de gato que Ichi me había regalado, corrí hasta la entrada de la sala algo cansada por subir y bajar las escaleras, con mucha cautela me dirigí hasta la cocina donde él seguía y, posicionándome frente de su espalda me incliné un poco de puntitas, poniéndole las orejas sin que él lo notara.

— ¡Qué lindo gatito!— chillé haciendo que me volteara a verme sobresaltado mientras yo señalaba su cabeza.

¡Se veía realmente lindo!

...

...

...

— ¿Tú cocinaste esto?— me preguntó Osomatsu con la boca llena.

— Ayudé a Ichi— dije mirando a Ichimatsu, quien ya se había quitado las orejas de gato; le dediqué una pequeña sonrisa haciendo que él desviara la mirada. — ¡Es muy bueno en la cocina!— exclamé con entusiasmo, metiendo otro bocado de mi desayuno a la boca.

Todos estábamos en la mesita comiendo cada quien un omelet hasta que el teléfono empezó a sonar.

— ¡¡Yo voy!!— gritó Jyushimatsu. Antes poder decirle algo, Jyushimatsu se levantó con fuerza y corrió hasta la entrada de la sala antes abalanzarse afuera de ésta, escuchando luego un gran estruendo y un "¿Hola?" de su parte.

Me levanté y me dirigí hasta Jyushimatsu, notando en su rostro esos gigantes ojos que solo aparecían cuando pensaba en algo serio y luego gritó.

— ¿Quién es, Jyushi?— pregunté curiosa.

— ¡Es tu hermano!— dijo con su expresión de siempre y luego de juntar su oído con el teléfono otra vez volvió a su expresión seria con esos ojos que por alguna razón se me hacían muy divertidos mientras asentía con cada cosa que mi hermano le decía, luego me miró con su sonrisa de siempre. — ¡Dice que vayamos a acariciarle o se irá a otra caja!