35.-Maldito cupido

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-Deja que te ayude- me dice Mark abriendo la puerta del instituto.

-Gracias- le agradezco y sigo caminando por el aparcamiento mientras vamos hacia el coche.

-¿Sabes? Quería hablar contigo- me dice caminando a mi lado.

-¿A sí? ¿De qué?

-Pues...-se rasca la nuca- De tí y de Jason.-le miro con el ceño fruncido.- Sé lo que pasó entre vosotros...

-No pasó nada Mark.-le aclaro.

-Jason me contó todo- me contradice.

Ruedo los ojos.

-Entonces sabrás que no fue nada. Fue un error. Nada más.- le digo y siento una punzada en mi pecho al decir las últimas palabras.

-Está arrepentido por lo que hizo, él no...

-Déjalo Mark- niego con el ceño fruncido- No intentes justificar algo que no se puede.

-Sé que te gusta.

-Ah ah- niego con la cabeza- Puede que antes, me empezara a gustarme un poquito. Pero eso era antes. Antes de que empezara a comportarse de nuevo como el capullo que es.-le digo molesta y él niega.

-Pero Sel...

-¡Derek!-le llamo ya que estaba a punto de entrar a su coche- ¿Me llevas a casa por favor?-él nos mira un poco confundidos pero luego asiente.

-Claro- sonríe.

-¿Sel qué haces?-me pregunta Mark.

-Cuando te pase lo de hacerte el cupido, hablamos- alzo las cejas y camino hasta el coche de Derek con la ayuda de las muletas ignorando los gritos del moreno.

Ya le ha comido el coco Jason a éste también. Hipócrita.

-¿Todo bien?-me pregunta Derek mientras salimos del aparcamiento.

-Mejor que nunca- alzo las cejas y apoyo la cabeza en el vidrio de la ventana.

-¿Quieres hablar?

-No, realmente no.-niego y veo por el rabillo del ojo como asiente con la cabeza lentamente.

Después de unos 10 minutos en total silencio llegamos a mi casa y con la ayuda de Derek y las malditas muletas logro salir del coche.

-Gracias por traerme- le agradezco con una sonrisa y le doy un abrazo.

-De nada. Para eso están los amigos- remarca la última palabra y ríe, no tardo en unirme a su risa.

Este chico con cualquier cosa que diga, siempre me saca una sonrisa o me hace reír.

Tras despedirme de él entro a casa y menos mal que no esta nadie, me siento en el sofá y apoyo la pierna encima de la mesita, me quedo mirando a un punto fijo y empiezo a pensar en todo lo que me ha pasado estos últimos meses. Cuando me mudé de Barcelona, pensé que empezaría de cero y que todo sería mucho mejor pero no lo sé... quiero decir, es cierto modo ha mejorado, estoy viviendo con mi primo, he hecho unos amigos increíbles, etc. Pero he vuelto a encontrarme con el estúpido Connor, he vuelto a caer en el mismo agujero con el imbécil de Jason, han vuelto a jugar conmigo. Y como dicen, la primera vez es su culpa, la segunda es mía.

-¡He dicho hola!- grita Jason moviendo su mano delante de mi cara.

Parpadeo varias veces, ni me había dado cuenta de que había llegado.

-Hola -le digo sin muchas ganas- No me he dado cuenta, estaba pensando.

-¿En mí?

-Dije pensando, no perdiendo el tiempo- le contesto de mala gana y él rueda los ojos y se sienta a mi lado.

¡Viviendo con 4 Mujeriegos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora