-¿Qué haces tú aquí?-le digo con el ceño fruncido.
-He pensado venir a hacerte compañia, rubia-dice con su sonrisa arrogante mientras coloca sus pies encima de la mesa y los brazos en su nuca.
-Genial...-murmuro.
-Oye, ¿estás bien?-me mira fíjamente y frunce el ceño.
-Estando a tu lado...-ruedo los ojos y hago una mueca.
-No. Lo digo enserio. Tus ojos están un poco rojos...
Inmediatamente cierro los ojos y volteo la cabeza a la derecha.
-Estoy perfectamente-digo sin mirarle.
-¿Segura? Parece como si hubieras llorado...
-He dicho que estoy perfectamente-le miro fíjamente. Él asiente no muy convencido pero no dice nada, solo me queda mirando fíjamente.
(.../...)
-Oye-me llama haciendo que fije mis ojos en él-¿Me vas a decir por qué llorabas?
Supiro. ¿Este chico no se cansa?
-No he llorado.
-Y yo soy virgen-dice sarcásticamente y yo niego mientras ruedo los ojos-No, en serio. ¿Por qué llorabas?-me pregunta un poco... ¿preocupado?
-No es de tu incumbencia.
-¡Así que sí que has llorado!-me señala con su dedo.
Suspiro y cuando abre la boca para seguir diciendo algo. ¡Habla la voz de la salvación!
-Ya ha pasado una hora, ya podeís iros-nos dice el profesor sin despegar sus ojos del libro.
Rápidamente cogo mi mochilla, me levanto de la silla y corro hasta el campo de fútbol, tengo entrenamiento y llego 10 minutos tarde.
-Hola Sel-me saluda Emily con una sonrisa una vez que estoy en el campo de fútbol con la ropa de deporte.
-Hola Em-le sonrío-¿Aún no ha llegado el entrenador?-digo mirando a todos lados.
-No, tranquila casi siempre llega tarde-hace un ademán para quitarle importancia.
-Menos mal...
Unos 5 minutos más tarde llega el entrenador y empezamos a entrenar. Corremos más de 20 minutos, luego nos estiramos, hacemos unos ejercicios de pases, contraataques, tiros...
Cuando terminamos el entrenamiento Lauren me lleva a casa, aunque no tengo muchas ganas de ir la verdad... He discutido con Chace y sé que tendré que hablar del tema con él y por otro lado, espero que Jason no empiece a preguntarme de por qué he llorado...
-Gracias por traerme, nos vemos mañana-le sonrío y le doy un beso en la mejilla.
-Hasta mañana-me sonríe.
Cojo aire antes de entrar a casa. Nada más abrir la puerta me encuentro con Los 4 Fantásticos tumbados en el sofá viendo la tele, en cuanto me ven Justin y Mark me sonríen y me saludan con la mano, Jason me mira con una expresión que no llego a descifrar y Chace se levanta rápidamente del sofá y se acerca a mí con la mirada triste y de arrepentimiento.
-Sel... tenemos que hablar-dice suavemente pasando su mano por la nuca.
Suspiro.
-Ahora no Chace. Estoy cansada-empiezo a dirigirme a las escaleras para irme a mi habitación.
-¡Sel por favor!-alza un poco la voz para que pueda escucharle, pero no le hago caso y empiezo a subir las escaleras.
Los chicos miran nuestra escena con cara de ¿de qué nos hemos perdido? Yo solo niego y les regalo un pequeña sonrísa para que no se preocupen.
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¡Viviendo con 4 Mujeriegos!
Teen FictionSelena, una chica de cabello castaño claro, ojos claros y con cara de niña buena. Tiene 17 años, sus padres murieron cuando era pequeña y ha estado viviendo en un internado, hasta que la expulsaron. Ahora tendrá que irse a Los Angeles a vivir con su...