Enamorandome Del Hermano De Mi Mejor Amiga.

Capitulo 2.2

—Al graduado, Alfonso S. Herrera por haber concluido sus estudios con una conducta estable y sus calificaciones buenas y destacadas, un fuerte aplauso para nuestro Ejecutivo Empresarial— todos aplaudían y silbaban como animales de zoológico, haciendo que una sonrisa sincera y pura despues de tanto tiempo saliera de mis labios. —Señor Herrera Permitame felicitarle y aprovechando que esta aquí, quisiera que dijiese unas palabras para sus compañeros graduados y los que siguen su trayecto.— eso me tomo por sorpresa, y mi cara me delató, todos saben el miedo que tengo de hablar a mas público, la maestra me miraba esperando mi respuesta y mi descurso, pero...

—Seeee ve! Se siente!! Poncho tiene gente que lo quiereee!!! —empezaron mis amigos, que después de todo siempre estuvieron para mi, recuerdo que esa porra la puso annie, cuando teníamos todos clase en común, y después para todos mis trabajos en equipo o individual frente al grupo me la hacían, y me ayudaba siempre. La maestra rosalia, carraspea llamando mi atención y tomando el micrófono, asintiendo con la cabeza.

—Todos saben lo mucho que me cuesta hablar frente al público— se escucharon risas y bufidos divertidos. —Pero gracias a esa porra que ustedes acaban de escuchar, supe salir adelante durante el ciclo Escolar— sonrió — Cuando uno entra a un nuevo nivel académico, te preparan para más responsabilidades y obligaciones que como adultos ya debemos tomar, te preparan para decirte o advertirte sobre las materias que vas a llevar, los profesores que te tocarán, te orientan a no fallar y ser siempre el mejor académicamente, pero nadie te prepara para los retos y baches en tu trayecto, nadie te dice que no falles en lo personal, a los nuevos amores, a las nuevas personas, o a los viejos amigos, y  es increíble el saber que no sólo puedes venir a estudiar o aburrirte, como dicen, los amigos son la familia que tu escojes y yo me voy feliz de un edificio de concreto por decir así por que se y confió en que los seguiré viendo, a todos mis compadres desquiciados, y ahora Ejecutivos! — digo emocionado y alzo mi título al aire, haciendo que todos estallen en aplausos y gritos,— pero, hay alguien, que durante no sólo mi carrera profesional, si no toda mi vida me ha enseñado mejores lecciones, tal vez mejor que un profesor, me ha dado la mano quizá cuando yo le di mi espalda— bajo la mirada avergonzado— esa persona, es mi mejor amiga, y que quizá hoy por hoy no me quiere ni ver y..y lo entiendo, pero gracias a ti amiga— busco annie con la mirada y ella me ve con lágrimas en sus ojitos azules haciendo que mi corazón se dispare por tantos sentimientos— hoy, este día soy gracias a ti, un buen hombre dispuesto a dar y seguir siempre dando lo mejor de mi— sin darme cuenta una lágrima rodó por mi mejilla, di un último gracias a mis profesores que también me felicitaban y alientaban a salir adelante. Entre aplausos y más felicitaciones baje del escenario, dónde me recibió mi pequeña sobrina Isabella con los brazos abiertos y preparados para venir conmigo, una dulce muy sentimental y Ucker con una sonrisa tímida. A kilómetros se ve que el discurso que di, le cayo como Baldé de agua fría, pues annie aún no le perdona su desconfianza. Sus ojos demuestran tristeza y cansancio.

—Felicidadeeees licenciado Poncho! — grita mi dul eufórica y alegre como niña pequeña.

—Felicidades colega, bien hecho— dice Ucker, y pone el puño en el aire, lo choco con mi puño y le guiño el ojo.

—Igualmente Colega, ya era justo y necesario — sonrió, pero el solo me da una risa tristona. 

—Permitame felicitarlo señor herrera— dice una voz varonil detrás de mi, y me giró para encontrarme con El Señor Puente y La señora Puente tomados de la mano con una sonrisa de oreja a oreja. Y aún lado de ellos vienen Chris, y Annie también tomados de la mano, pero annie no me ve, bueno de hecho a nadie de nosotros. Mi estomago se encoje ante su indiferencia, y quisiera abrazarla y poder tener su confianza conmigo de nuevo.

—Muchas gracias Señor Puente— hago una pequeña reverencia, y sonrió como puedo. — Felicidades Chris, ya somos colegas.

—Igualmente Poncho, felicidades — dice, y me devuelve la sonrisa.