Capítulo 18

1.2K 103 7
                                    

Allí estaba yo, nerviosa y dudosa. Parada en frente de la habitación de poncho. Después de la llamada con dul me puse muy tensa y no podía dormir de pensar si pocho estaría bien o estaría mal. O de pensar en que mañana me darían una noticia que siempre me lamentaría, realmente hasta ganas de vomitar me daban. Solo quería volver a hace casi un año dónde eramos grandes amigos.

—Poncho?— le llamó, y toco su puerta.

—Annie? Eres tú? — contesta casi Inmediatamente con su voz ronca.

—Si, poncho soy annie, puedo pasar?— preguntó.

—No, no eres annie, ella no me habla y no me q.. Quiere con ella. —Dice, y siento te me dan una bofetada tamaño elefante.

—No, poncho si te quiero conmigo, pero abreme sí? — le habló como a un pequeño.

—Bueno, sólo si me prometes que no te irás ya... Nunca...más. —dice riendo. Esta claro que no esta en sus cinco sentidos.

—Lo prometo poncho! —digo y ruego a Dios que me haga caso. Se escuchan ruidos allá adentro, y como viene caminando. De pronto se escucha un ruido como si algo se rompiese y enseguida como poncho maldice. — Poncho? Todo bien? — pregunto ansiosa y nerviosa.

—Todoooo biennn wuuu! —escucho que se ríe y aplaude como un niño pequeño. — voy annieeeeee! No te vayassss. — dice y de un momento a otro ya estaba frente a mí, con su aspecto deteriorado, una playera blanca un short rojo, descalzo y con su barba muy crecida, parecía un vagabundo, pero un vagabundo rebueno. Me acercó y lo abrazo o me aferró a el, con miedo de que se vaya,el me responde de la misma manera y a pesar de su olor a alcohol y demás cosas, su pecho olía increíblemente bien. —Annie! Eres tú! — me aprieta más contra él y respira mi shampoo. Después de unos minutos nos separamos pero sin soltar nuestras manos.

—Poncho, eres un bastardo. Te extrañado tanto maldito. — se ríe tan fuerte que se tambalea y ahora recuerdo que sigue con efecto alcoholizado.

—No te creo— niega con la cabeza tan fuerte que tengo miedo que se le rodé la cabeza— tu no me hablabas, no me contestas.

—Ya poncho, mira nadamas como te encuentro. Esto es un cochinero, y usted jovensito se va a bañar mientras yo recojo. — poncho me ve juguetón y dice

—Solo si tu me bañas — manea las pestañas tan exageradamente coqueto. — si no no. — se cruza de brazos y saca el labio inferior hacia fuera, haciendo puchero.

—Estas loco poncho, ya estas grande para bañarte— me río y lo empujo al baño. Pero el sé detiene y me toma una mano.

—Bueno, bañate conmigo— arquea las cejas.

—No poncho, bañate ya!— le saco la lengua y en un descuido cerré la puerta, hasta que escuche el grifo del agua, me puse manos a la obra a recojer, después le dije a letty la ayudante doméstica que preparará una sopa, y que cuanto estuviera lista la subiera, mientras yo preparé un café para que se le bajará la borrachera. Estaba por terminar de tender la cama cuando siento un peso sobre mi.

—Alto allí Gatitaaaaaa— me susurra poncho en el oído, y me volteó para verlo, el me tiende mis manos aún lado de mi cabeza y me empieza a dar besos en la frente o mis mejillas. — Si, si eres real, sólo quería comprobar.

—Ay mira que vivillo me saliste campeón— me río y el conmigo. —Te quitas?

—Nope— se ríe.

—Quitate alfonso— forzajeo tratando de quitarmelo de encima. Intento fallido.

—que noooope. — me besa un ojo, y luego el otro. Le muerdo un cachete, y el se ríe.

—Asi no se muerde annie, mira— hace como si me fuese a morder la mejilla pero el idiota me muerde lenta y tiernamente mi labio inferior. Haciéndome estremeser, las gotas frías de su cabello mojado estaban callendo a mis mejillas, con su pulgar me las quito lentamente gozando del contacto con mi piel, sus ojos no se separaron de los míos en ningún momento, me mordí inconscientemente el labio y eso pareció ser una invitación a su boca, por que en segundos ya estaban sus labios sobre los míos, saboreandonos y viviendo el momento. Sus dedos me acariciaban tiernamente mis mejillas, el beso fue intensificándose y ya soltábamos pequeños gemidos, mi mano se trasladó a su cabello mojado, sus manos se movieron a mi abdomen...

—Disculpe señorita annie, ya tengo la sopa— letty nos asusto, haciendo que yo saltará de la cama y poncho aún jadeando se río, estúpido.

—Oh si letty voy— me dirigí a la puerta y abrí, su cara lo decía todo al verme con mi cabello alborotado, y mi respiración entre cortada, tomé el plato y le di las gracias con un asentimiento. Me giré y me encontré con un poncho muy tranquilo y sonriente. Mendigo sonso, y yo todavia no me recuperó.

—Comete esta sopa poncho, yo.. Enmm... Voy a la sala,vengo cuando termines..— quise salir corriendo pero el me lo impidió.

—No, si te vas no como. — fingió enojarse.

—Eres un maldito chantajista Poncho— me cruzó de brazos y rodó los ojos — esta bien, andale. Traga rápido.

—Hey mi amor, tratame con cariño — me sonríe — y estaría muy bien con que me dieras de comer en la boquita— hace puchero.

—Eso si que no! Y ya comele. — se resigna y empieza a comer, no deja de mirarme, y eso me pone nerviosa. Tengo que hacerle plática antes de morirme de un colapso nervioso. — Eh, poncho?

—Si gatita? — me hace ojitos.

—desde cuando te drogas? Lo has hecho desde siempre y me lo ocultaste?— miró el piso.

—No gatita, no. — se acerca a mí y me toma la barbilla para verlo. — Yo, tengo mucha vergüenza annie — ahora el mira el piso— ya es un vicio, ya siento que no puedo dejarlo, y me da mucho miedo el poder hacer daño a la gente que quiero, como a ti — me   vé y veo dolor en su mirada, le tomo sus manos y las aprieto de manera de apoyo.— no tengo mucho tiempo, quizá lo hacía por regina, por que ella lo hacía y de primero yo estaba en contra de eso y según yo la aman tanto que me daba miedo que me dejará por ser "cobarde" como ella me llamaba, eran muchas las peleas y annie ¿recuerdas ese beso en la discoteca? —Asentí, como no iba no acordarme, me llamo regina — bueno, ese día ella quería inyectarse droga y yo le dije que no, empezamos una pelea muy fuerte y recuerdo que le tiré su mugrero a la basura y ella se enojo tanto que me término, esa vez me sentí tan hecho mierda que acepte a regina y lo peor de todo es que también acepte las drogas. Después decía yo que no le hacíamos daño a nadie, que en un futuro lo podríamos superar o que con el tiempo se iba ir, pero no annie, —sus lágrimas ya rodaban por sus mejillas sin detenerse.— y luego cuanto ese día que tu me descubriste, vi la decepción en tus ojitos, que agarre toda la droga y alcohol que tenía y lo aventé por el retrete,pero ... Pero mi vició no se fue annie, no se fue. — lo abrazo tan fuerte como puedo. Es mi mejor amigo y siento mi corazón hecho pedazos por no saber como ayudarlo. — y tu annie, tu si te habías ido, y no pude con eso, tu eres necesaria para mi, tu eres mi otro vicio y eso es más peligroso.




Enamorandome Del Hermano De Mi Mejor Amiga.Where stories live. Discover now