Guía para superar a Justin Bieber [ j.b ]

Capítulo veintinueve

El semestre ya había acabado, me encontraba haciendo mis maletas para regresar por unas semanas a mi país junto a mi familia.

Noches sin dormir, valieron la pena, ya que aprobé todo.

Mel, bueno, Mel es otra historia. Hace una semana ella fue a hablar con el Decano, diciéndole que ella no estaba conforme con su carrera o algo así. Sin embargo, sé que ella nunca tuvo en mente entrar a la universidad y solo lo hizo por Justin...

En fin, dio término a su juego y ahora está libre del estrés. Sus palabras.

¿Sobre Justin? Luego de las palabras de July, intenté hablar nuevamente con él, lo que ocurrió aquél día, fue tan... Extraño.

"Tomé asiento en la silla desocupada frente a él, Justin al sentir el brusco movimiento, levantó su cabeza y me observó confundido.

—Bien, puedes escapar nuevamente, por milésima vez —bufé, apoyando mis brazos en la mesa y esperando que sé alejara.

Pero no lo hizo, se mantuvo allí, de una forma bastante neutra.

—¿No te irás? —él siguió sin hablar—. Justin, es enserio, lo lamento. ¿Cuántas veces tengo que decirlo para que me puedas perdonar?

Él se encogió de hombros y suspiró lentamente. Pero aún así, siguió sin responder.

—Solo... Lo siento —murmuré—. Lo siento, de verdad.

Y sin más que decir, me levanté de la silla, pero él abrió su boca, sorprendiéndome por completo.

—Solo dame tiempo, ¿Sí? —susurró, entonces fue él quién se alejó, dejándome allí, sola."

Cerré mi gran maleta y alcé mis brazos. Por fin he terminado. La arrastré, saliendo de mi habitación. Mel estaba acostada en el sofá mientras reía viendo su celular.

—Estoy lista —avisé y vi cómo sacó su labio inferior.

—Te extrañaré amiga —admitió, levantándose y caminando hacia mi, para luego abrazarme.

—También lo haré, pero sabes qué puedes venir cuándo gustes.

—Lo sé —mumuró, separándose—. Ari, lo siento, por todo.

—Tranquila, sin rencor —dije y reí suavemente.

Luego de unos minutos más, evitar que ella en cualquier momento se largara a llorar, pude salir de allí, con mi maleta atrás de mi, salí de la universidad.

Antes de comenzar a hacer mis maletas, había llamado a un taxi, el estaría acá en unos minutos.

Así que, esperé.

Me apoyé en mi maleta y cerré mis ojos por unos segundos. Finalmente, Justin sería parte de mi pasado.

Solo podré recordar todos aquellos momentos. Sonreí levemente e intenté abrir mis ojos, sin embargo, todo seguía oscuro.

¿Qué?

—Diablos, ahora quedé ciega, tal vez mis ojos quedaron pegados —me quejé, lloriqueando.

Pero todo mi cuerpo tembló y a la vez se erizó al sentir una ronca y gruesa carcajada en mi oído.

Lentamente el brazo que cubrían mis ojos se fue alejando de mi rostro. Aún sin decir nada, solo bajé mi cabeza y esperé.

Sentí cómo el me rodeó y ahora estaba al frente de mi.

—Hola —susurró.

Fue así, cómo comencé a ver sus brazos tatuados, fruncí mi ceño al ver cómo en una de sus manos sostenía una caja.