2. Detectives: Batalla Deductiva

21. BIEN, INTENTEMOSLO DE NUEVO

Penso en llamar a John para ver que tal iban, pero de inmediato se le olvido.

Había comenzado a divagar mientras hacia las cuentas de que hora sería en Londres, pasando luego a preguntarse en que momento seria bueno llamarlos, el costo de las llamadas de larga distancia; luego recordó que el no pagaba eso y no tenía tenía sentido pensarlo; si las horas tenían algo que ver con lo que tardaba en llegar allá...

Y luego termino pensando en que tenía que hacer ajustes a su armadura si no quería pasar tantas horas en pleno vuelo.

Si bien en Nueva York eran casi medio día, en Londres ya pasaba por las cinco de la tarde.

Y había que decir que las cosas en Baker Street se veían muy similares.

Ambos Holmes se habían negado a probar bocado, haciendo que Watson tuviera que disculparse cuando la señora Hudson tuvo que retirar dos platos más con comida que no habían querido probar.

-ya llevan así dos días, debe convencerlos de que coman algo-le dijo la arrendadora mientras observaba a ambos detectives.

Nunca le había gustado que Sherlock se malpasara tanto y su preocupación se veia aumentada al doble con Holmes ahí.

-creame que lo he intentado-le contestó Watson-pero no me hacen caso, Holmes especialmente deberia saber lo que podría ocurrirle-

-¿pues que paso?-le pregunto la mujer con curiosidad.

-una vez cayó en un estado de postración nerviosa sumamente grave, justo después de haber resuelto un importante caso que puso en riesgo el destino económico de Europa-le comenzó a contar el doctor- Todo a consecuencia de haber estado más de cinco días sin comer ni dormir, recorriendo de arriba abajo las callejuelas de varias ciudades francesas. Y aún apesar de haber sufrido un shock de agotamiento sigue alegando que trabaja mejor cuando no tiene su aparato digestivo funcionando-

-Sherlock es exactamente igual-coincidió la señora Hudson-pero está vez no se quedara así-volvió a colocar los platos en la mesa,  caminando después hasta detenerse enfrente de ambos detectives.

La mujer estaba decidida a lograr su cometido, así no le agradara la idea a ninguno de los dos Holmes.

-escuchenme bien por que no volveré a repetirlo-los llamó-en este preciso instante ambos iran a comer lo que les he preparado y no quiero que dejen ni una sola cosa-

-comer seria un total y completo desperdicio de energía señora Hudson-le dijo Sherlock sin prestarle mucha atención.

-necesitan comer, señor Holmes ¿acaso no recuerda lo de Lyon?-

-¿le contó sobre Lyon, Watson?-le preguntó Holmes mientras lo miraba con seriedad.

-¿qué paso en Lyon?- pregunto Sherlock, al notar el tono de su contraparte.

-nadie sufrira de postración nerviosa mientras vivan bajo mi techo-

Siempre preocupada por el bienestar de Sherlock, la señora Hudson se decidio por tomar cualquier medio que le garantizara la salud en sus huéspedes más consentidos.

Sin admitir réplicas, tomo a amabos detectives por una de sus orejas y los obligo a levantarse de donde estaban.

Watson abrio los ojos con sorpresa al ver a su compañero en esa posición.