2. Detectives: Batalla Deductiva

21. BIEN, INTENTEMOSLO DE NUEVO

Tony no supo cuanto tiempo estuvo observando las pantallas, pero sus ojos le dijeron en seguida que había sido bastante.

Se encontraba escribiendo en el teclado mientras recargaba su cabeza en su mano libre, ignorando el sueño lo más que podía.

Trabajo, trabajo, trabajo.

De alguna manera era en lo único que se sentía seguro.

Miro el reloj en un momento de distracción.

Para esa hora todos ya estarían desayunando, especialmente por que Jarvis se lo había notificado.

Al parecer alguno de los vengadores había tenido intención de ir a buscarlo.

-todo listo hasta está parte, ejecuta Jarvis-le pidio el castaño después de unos minutos.

-no se muestran errores en la programación pero existe un problema al contectarse con la red de industrias Stark, disminuye considerablemente la velocidad de ejecución-le informó su IA.

-hay que aumentar la fluidez en la que se mueve la información- murmuró-bien, detenlo-

Hizo unos ajustes rápidos en en su teclado, editando de a poco el programa.

-¿cómo va la construcción del armazón?-

-el primer traje ha sido terminado siguiendo las especificaciones que usted ordeno señor-

-comienza con el ensamblado de las piezas especiales, y termina de instalar en la torre el nuevo sistema de seguridad que he modificado, quiero reconocimiento de voz, video y añade el código para subir a los edificios superiores de la torre a las tarjetas de los vengadores-

-¿desea que que se activen por huella digital?-

-si, eso evitara que alguien que no deba entre al edificio en caso de encontrarse con una de estas tarjet...-se distrajo de lo que decía cuando vio el celular.

Lo tomo y observó.

Era el que le había dado al capipaleta.

¿Cómo lo había olvidado?

No cabia duda de que Steve era demaciado distraido, tendría que cuidar más un teléfono de tan alto coste y avanzada tecnología.

Iría a devolverselo y a darle una buena plática acerca del cuidado de estos aparatos.

Se levanto dispuesto a salir de su taller pero recordó que técnicamente acababan de tener una discusión. Y él no sería el primero en buscar al otro.

Miro el teléfono un largo rato decidiendo que hacer, recordando luego que tenía pensado regalarle unos celulares parecidos al resto del grupo.

"Eso tendra que esperar" pensó el castaño, dejandolo para un mejor momento.

Dejo el aparato de nuevo donde lo había encontrado y continuo con su trabajo.

Tomo una dona de una caja casi llena, solo dandole una mordida cada decena de minutos. Su café yacia frío de todo el tiempo que lo había tenido en el olvido, también dandole un sorbo cada vez que lo recordaba.