Una cucharada de la secreción de los sapos del Tosfrado

26 9 0
                                    


El Tosfrado no es uno de los lagos turísticas en las regiones altas del norte por dos simples razones, el líquido transparente que se hace pasar por agua es en realidad ácido que corroe la piel al mero contacto y un bañista disuelto hasta los huesos no puede contarle a su amigos lo bello que son los atardeceres en el Tosfrado.

Aquel ácido es producto de la mezcla de las secreciones de los sapos autóctonos conjugadas con el agua de vertiente subterránea. Como supondrán, sabiendo que el agua es así de peligrosa, las secreciones de esos animalitos es lo equivalente a una bomba nuclear natural justo en tu piel. ¿Qué valiente persona encontraremos aquí? ¡No a los héroes por supuesto! Ellos tienen suficiente reuniéndose con las hermosas elfas de atuendos ligeros en las cavernas que administran sus amigos enanos.

Damas y caballeros les presento a los submarinistas de ácido. Gente honesta y trabajadora que en contadas ocasiones asesinan a alguien y, para eliminar pruebas, votan los cuerpos al lago. Esta gente tan pulcra e interesante son trabajadores con un solo propósito. Extraer los anfibios que residen en las profundidades del Tosfrado para luego encapsularlos y obligarles a producir aquel ácido por el resto de su sapil vida.

Protegido por un atuendo metálico un hombre se prepara para introducirse en un hábitat desconocido hasta entonces. Dos personas bombean oxígeno a su traje por una bomba mientras tres se preparan para una ascensión rápida tirando una soga atada al excursionista. Un último vistazo a sus compañeros y el hombre lanza una ancla atada a su tobillo que lo sumerge metros por segundo. Al llegar al fondo siente caminar sobre gelatina.

Ilumina la oscuridad con un rayo encapsulado del dios Khor. A su alrededor oro viviente se retuerce y apachurra uno encima de otro. Delicadas gotas redondas se forman en el exterior de la piel de los sapos. Él estira su mano para agarrar uno de los que miden diez centímetros de largo, nunca en su vida había visto sapos tan serenos y bonitos. Pero claro estaba tratando con las crías. Los sapos adultos del Tosfrado son seres muy agresivos que pueden producir frecuencias ultrasónicas a su voluntad y, como ya lo adivinaron, el submarinista Pratchett será uno de los pocos que los han visto.

El sonido no llego a sus oídos sino que toma presencia física en el ambiente, resonó en su traje y astillo la máscara de cristal. El agua entra poco a poco en su traje, baja por su cuerpo achicharrando todo a su paso, produce quemaduras en el pecho y poco a poca destruye el tejido hasta los pulmones. Un escupitajo sanguinolento tapa su vista justo a tiempo para no ver a un sapo gigante de diez metros de largo nadando a su posición. En la orilla el resto de la soga se pierde en el lago igual que aquel hombre.

En el mundo fantástico real la lucha no está ganada por una leyenda que una vieja dibujo en un pedazo largo de tela, es una lucha constante entra las bestias y el hombre común. En el siguiente capítulo descubriremos como capturar rayos con insultos en el fin del mundo.

Fantasy undergroundWhere stories live. Discover now