En la cima del mundo

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Remus Lupin

Fue casi magico, impresionante, devastadoramente exitante la primera vez que sintió la emocion de estar en lo más alto del cielo.
Estaba corriendo, habían estado molestando a unos centauros en medio del bosque, tenian 13 años. En realidad no les hicieron nada concreto, se repite a si mismo, estaban exagerando, no había sido para tanto. Quizás era una forma de justificarse, de no sentir que se estaba convirtiendo en otro James, otro Sirius; que no estaba perdiendo la cordura, y que no se moría cuando Padfoot se volteaba a mirarle con una sonrisa.
Tenían que saltar piedras, evitar agujeros en el suelo, y lo cierto era que nunca había estado tan emocionado en su vida.
- Joder, Moony, ten cuidado- escucha la voz de James- ¿Alguna idea?
- Un par- responde con la respiracion entrecortada- ninguna de ellas te va a gustar...
- Solo dila- pidió Peter- No puedo correr más...estoy muy cansa....
- ¡Peter!- grita alterada Nazz, empujandolo hacia atras, una flecha pasa veloz justo donde él solía estar- ¡Remus, por el amor a merlin!
- Okay, joder- gruñe, mientras intenta seguir corriendo- Estoy pensando, estoy pensando...
La mano de Sirius se entrelaza con la de él, y le jala entre los arboles con más velocidad, para no perder de vista a los demás. Narcissa era la más agil y veloz, James le seguía casi a la par; Peter hacía un esfuerzo por no quedarse atras. Sirius hubiera podido mantener el paso, pero se había de vuelto a por Moony.
Se quedaron quietos, asustados, cuando el camino se les acabó. Estaban de frente al precipicio que daba al lago negro, sus respiraciones agitadas les ponian aun más nerviosos, y no sabían que iban a hacer ahora. Los centauros se estaban acercando
- ¿Cual es el plan?- inquirió Sirius, apretandole la mano
- ¿Remus?- murmuró James
- ¿Ahora que, Moony?- preguntaron Nazz y Peter
Remus John Lupin miró aterrado hacia abajo, midio la altura, las probabilidade; se preguntó que si podían hacerlo.
- Saltamos- sentencia- Ahora saltamos.
- Ni de chiste- se rio nervioso Prongs- Dime que es una maldita broma...
- James, estan detras de nosotros- le sscudió Peter- James...
- No voy a morir aquí
Jaló a Sirius y a James con él cuando saltó. El aire contra su cara, el miedo, la falta de oxigeno momentanea; era la primera vez que se sentía vivo, real, invencible. Gritaron a la vez, y escuchó a Nazz y Peter haciendo lo mismo, entre risas nerviosas llenas de panico.
El agua estaba helada, se sentía como puñales contra su piel, perforando cada centimetro.
- Hagan el favor de no ahogarse- les pidió
- Eres un idiota- se rio Sirius, abrazandolo, y besando su mejilla- el mejor idiota del mundo.
La adrenalina le corrìa por las venas. Estaba en la cima del mundo.

James Potter

Tenía once años y le habían desafiado; fue tonto, medio ridiculo, casi sin sentido, si es que no completamente. Era el primer día, literalmente aun no le habían seleccionado; iban en los botes, y al llegar a la orilla, los chicos con que se había sentado se quedaron mirando.
La niña rubia de ojos curiosos y ojerosos susurraba algo en el oido de Sirius, recuerda su nombre porque era muy agradable y gracioso. Él le sonrie en modo de respuesta, y Jimmy Potter tiene una sensacion extraña en el pecho.
- Apuesto que no se atreven a saltar en el lago- la voz clara, aristocratica, sutil, de Sirius le perforó los oidos
- ¿Por que querríamos si quiera hacerlo?- pregunta Remus, su tono suave pero imponente le hace sonreir
- Sabía que eres una gallina, Lupin- se burla, alzando la ceja.
No se lo esperan. Ninguno de los cuatro. El correcto Lupin se quita el chaleco, los zapatos y el reloj, antes de saltar rapidamente al agua.
James sonrie emocionado, y le sigue, fascinado, como si ese fuera un sello permanente, un tatuaje de fuego hecho en su corazon. La vida comenzaba ahí, y lo supo rapidamente, cuando sus manos tocaron el frio lago, la cabeza se le empapó de cosas maravillosas; ideas, planes. Absurdos, ridiculos, infantiles.
Los otros tres lo siguieron, y todos estallaron en risas. Eso era la cima del mundo.

Narcissa Black

Tenía doce años, estaba en el suelo de la sala común de Gryffindor, y no sabe muy bien cual era la razón de ello; pero Remus estaba ahí, con las piernas de Sirius sobre las de él, que tiene la cabeza en las de James. Él le acaricia el pelo, se lo trenza, desarma, una y otra vez, como si fuese lo más divertido de la vida.
Era una paz silenciosa, comoda, un par de manos largas cepillandole la cabeza; el tatareo de Peter mientras jugaba solo al ajedrez, el sonido que Sirius hacía al cambiar la pagina de su libro sobre capitalismo magico, y James moviendo el lapiz sobre el papel, haciendo una carta de amor para Lily Evans.
La guerra contra ella misma dolía menos cuando estaba con ellos, desaparecia el ardor de su cuerpo; los moretones dejaban de molestar. Nacía de nuevo, se creaba un universo paralelo en el que todo estaba bien, donde las pesadillas no le carcomian el cerebro. La sensacion de estar en la cima del mundo le llenaba con una lentitud satisfactoria.

Peter Pettigrew

Era algo muy raro, muy muy raro. Sirius llegó a la habitacion con un tablero de ajedrez y una sonrisa alegre. Al parecer su tío se lo había enviado, estaba hecho de cristal pulido y plata; muy poca cosa para un Black, pero hermoso.
Saltó hacia él y le pidió que jugara con él. Que "porfis, porfis, porfis" jugara una partida o dos. Cuando Peter se negó, Padfoot le sonrió desafiante y le preguntó si tenia miedo a perder; la voz de Remus retumbó en la habitación con un "¡Sirius!" Reprochador y desafiante.
Peter no quería lucir como un cobarde. Así que finalmente aceptó, aaunque se estuviera muriendo de panico.
Lo gracioso fue, muy por el contrario de las expectativas de todos, que Peter William Pettigrew ganó todas las partidad; las ocho consecutivas, y Sirius estaba más que impresionado. Le habían enseñado a jugar como un rey, le había comentado Padfoot, y ahora venía él y le destrozaba por completo.
Porque fue así. Una derrota letal, que ni tiempo le había dado para defenderse.
Wormtail había ganado, a los doce años. Le había ganado a Sirius. Y eso era lo más satisfactorio del universo.

Sirius Black

Nunca había estado seguro de nada. De la amistad, de los estudios, del concepto predeterminado de familia. No estaba seguro de que significaba amar a alguien. Sabía que amaba a James, a Nazz, a Peter; pero suponia que el "amor" era distinto.
Así que le tiemblan las piernas, le late el corazón con fuerza y pierde esa valentia y coraje que le destaca entre los demás. Todo desaparece cuando Remus Lupin estira su mano y le pide que baile con él. Es una estupidecez, han bailado cientos de veces, en decenas de oportunidades distintas; pero por primera vez, en quince años de existencia, lo siente diferente.
Se acercaron. La música sonaba muy lento, y él no era capaz de respirar. Estaban solos en el cuarto, que apestaba a cigarros y marihuana; James, Peter y Nazz probablemente estaban vomitando en el baño.
Remus le besó, de la nada, sin si quiera decirle algo. Fue un beso lento e inocente; muy diferente a todos los otros besos que Sirius Black había dado en su vida.
- Te amo, Sirius
Fue el mejor momento de su vida.

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Este capitulo tiene un fin super especifico. Relacionar el concepto de "cima del mundo", de "felicidad absoluta" que cada uno de ellos tiene, con respecto a sus personalidades, sus vidas.
Me gustaría leer sus teorias, así que por favor comente

Corazones inmarcesibles [Wolfstar]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon