Capítulo 21: Te invoco

270 1 0
                                    

La luz del sol se escabulle entre las paredes y la calle iluminándolo todo poco a poco. Oculto lo mejor que puedo las manchas de sangre en mi ropa. Entro por las puertas encontrando a los alumnos dormitando por los pasillos, la campana no tarda en sonar iniciando el día. Aunque mis ojos lo buscan sé que no está aquí, no siento su energía.

Camino hasta el salón donde sé está Archer, me paro afuera de la puerta llamando su atención, le dice algo a sus alumnos para después reunirse conmigo.

—¿Qué sucede?

—¿Dónde esta Maia? —su expresión se descompone unos segundos, como si llamarla lo lastimara de cierta forma.

—No lo sé, no la he visto desde la fiesta. ¿Puedo saber para que la buscas? —se cruza de brazos.

—Necesito su ayuda, necesito encontrar a alguien.

Se queda callado pensativo.

—Se dónde vive—dice sorprendiéndome. No sé si quiero saber cómo tiene esa información. —Espera, les anunció a los alumnos que me voy y regreso. 

¿Qué?

Espere que solo me diera la dirección.

—Tengo algo que hablar con ella—aclara.

—De acuerdo, te espero aquí.

Asiente regresado al salón, me remuevo de un lugar a otro buscando matar un poco de tiempo, mi mente regresa a la pelea con Julian a pesar de que trato de evitar esos pensamientos.

Mi cuerpo puede ser herido y sangrar un sinfín de veces, pero nada se compara con el dolor que siento en el pecho, es lo único que no puedo curar con mis poderes y eso me resulta frustrante.

Una lágrima logra escapar de mis ojos, resbalando por mi mejilla, la aparto enseguida. Una mano se posa en mi espalda, volteo a ver a Archer a mi lado.

—¿Nos vamos?

Lo sigo afuera de la escuela, dejo que guie el camino hasta la casa de Maia, para mi sorpresa no esta lejos. Subo las escaleras del pórtico tocando la puerta de madera con insistencia. Archer inspecciona el lugar, asegurándose de que nadie nos siguió. Unos pasos se acercan a la puerta, Maia nos recibe vistiendo un pijama de conejos, se queda estática al vernos, creo que deja de respirar.

—Hola, Maia—saludo viendo que sigue sin moverse.

—¿Eve? ¿Qué te pasó?

—Estoy bien, no es mi sangre—miento para su tranquilidad. 

—¿Qué hacen aquí? —sus mejillas se ruborizan al notar la presencia de Archer.

—Necesito tu ayuda.

—¿Mi ayuda?

—Has convivido con tus compañeros más tiempo que yo, quiero saber si has notado algo extraño en alguno de ellos.

—¿Extraño cómo qué?

Abro la boca para hablar, Archer me interrumpe antes de que pueda decir algo.

—Creo que podremos conversar mejor si entramos, ¿nos permites pasar?

Maia lo duda unos segundos, pero termina aceptando moviéndose a un lado para dejarnos pasar.

Paso la mirada por todo el lugar admirando su casa, una foto llama mi atención. 

Es ella. 

La mujer que me encontró en el suelo después de mi pelea con los espectros.

—¿Ella es...?

—Mi madre.

Pero que pequeño es este mundo. Con la luz de la casa puedo verla mejor, se parece mucho a Maia, tienen el mismo color de cabello, los ojos y la misma sonrisa. Hay algo en su madre que me resulta familiar.

Ángel de la muerte [TERMINADA✔]Where stories live. Discover now