Capítulo 14

1.6K 103 4
                                    

Los rayos de sol se asoman por la cortina de la habitación de Emilio. Hace muy buen día y hoy me levanto con más energía de lo normal. Miro a mi izquierda y ahí esta él. Emilio tiene las manos entre la almohada y parece un niño pequeño. Me quedo fijamente mirándole hasta que veo que se empieza a despertar. Cierro los ojos para que parezca que estoy dormida, si se da cuenta de que le estaba mirando mientras dormía su ego podría despegar hasta el cielo. Noto una mano en mi mejilla y poco a poco voy abriendo los ojos.
-Me gusta cuando te haces la dormida para que parezca que no me estabas mirando mientras dormía.
Mierda.
-¿Cómo sabías que te estaba mirando?-pregunto confusa.
-No lo sabía, pero yo si estuviera en tu lugar lo haría.
Estúpido egocéntrico.
-No te estaba mirando-digo segura de mi misma.
-¿Estás segura?-dice acercándose poco a poco a mi cara.
-Sí
-Vale, te creo-dice él.
-¿Sí?-pregunto confusa.
Él es igual de cabezón que yo y es raro que haya parado esta discusión estúpida, lo normal sería estar debatiendo entre el sí y el no unos treinta minutos más.
Él sin decir nada más se levanta y  se mete en el baño. Yo decido hacer lo mismo; me levanto, me hago un moño y antes de bajar a la cocina voy al armario de Emilio y cojo una sudadera rosa clara que tiene en una esquina. Siempre me ha encantado esa sudadera y sé que si se la hubiera pedido nunca me la habría dejado, por eso aprovecho este momento para básicamente cogérsela a escondidas. Ahora sí, bajo a la cocina y me encuentro a todos reunidos en la gran mesa de cristal.
-Buenos días chicos-digo bostezando.
-Buenos días-dicen todos al compás de la música que se escucha en la radio.
Empezamos a desayunar y diez minutos después entra Emilio por la puerta. Apenas tarda cinco segundos en darse cuenta de que llevo su sudadera.
-Mi sudadera-dice sorprendido.
-Tu sudadera-digo yo con el mismo tono de sorpresa.
-Quítatela-dice mirándome fijamente.
Si os soy sincera, cuando me mira así me intimida mucho.
-Tengo frío-digo con cara de víctima.
-Fuera hacen 20 grados Kayla-dice serio, como ya sabéis no le gusta que toquen su ropa.
-Oh vamos, solo es un rato, no te la voy a romper.
-Más te vale.
-¿Habéis terminado la crisis amorosa o podemos irnos ya a la piscina?-pregunta Mery.
Ups, se me había olvidado que los demás estaban en la cocina y se me paso deciros que ¡hoy sería día de piscina!

El problema eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora