Capítulo 11. Llegamos a Neverland.

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Pasaron los dos días predichos y hubo más ajetreo de los usual en el hospital, pues se habían dado cuenta de quién estaba aquí, no me había dado cuenta hasta que Richard mencionó lo de los zombies.

Salimos por una puerta secreta del hospital y subimos al auto con el hombre que supongo que se llama "Frank Dileo". En la travesía para llegar al auto nos encontramos con unos periodistas, Michael iba en una silla de ruedas con su distintiva máscara en el rostro para evitar fotos a su persona, pero no se salvaba de las preguntas.

-Señor Jackson, ¿es cierto que no quiere ser negro?-

-¿Es cierto que es racista?-

-¿Dónde está su novia Lisa?-

-¿La engaña con esa Doctora?-

Michael sólo escuchaba y yo quería golpearles la cara a cada uno por hacer tantas preguntas estúpidas. Ya adentro del auto el conductor arrancó.

-Buenos días señor Jackson- le dijo el conductor.

-Buenos días Bill, ¿qué tal te ha ido?- le respondió mientras se quitaba el tapabocas con la mano izquierda.

-Bien, pero no mejor que a usted señor- dijo guiñandole el ojo por el retrovisor refiriendose a mi.

-Bill, ya te dije que no me digas señor, sólo Michael - ¡vaya manera de cambiar el tema! Aunque noté su incomodidad por su sonrisa nerviosa.

El recorrido pasó con chistes de Michael y Bill, el conductor, que según me platicó es como un padre para él. Llegamos y ví la residencia muy hermosa, llena de pasto y vida, por un lado observé muchas luces de colores, pero no vi muy bien qué era, el auto aparcó frente a la puerta de la gran mansión y bajé del auto, después ayudé a Michael a bajar y a transportarse con la silla de ruedas. Iba conversando alegre con Frank y Bill, mientras unos chicos traen las maletas, subimos las escaleras y al fondo se veía una puerta de madera con detalles color oro, antes de entrar, Michael miró hacia la puerta que estaba al lado de la anterior.

-Vanessa, abre esta puerta por favor- Y así lo hice - Esta es tu habitación.

La miré con adoración y observaba a detalle cada parte de ésta. Paredes blancas, una gran cama en medio, a la derecha una mesita y una lámpara, a la par de un closet, a la izquierda otra puerta que no dude en preguntar qué era ahi.

-¿Qué es ahí?- le pregunté

-El baño, ve a verlo- me contestó

Me acerqué a la puerta y giré la perilla, entré y era hermoso, las paredes igual blancas, una tina celeste y todo es muy bonito.

-¿Te gusta?- me preguntó.

-Me encanta- le respondí.

-Me alegro, mira esta es mi habitación- señaló la puerta bonita que vi antes- Te situé a lado de mi habitación para tu rápida atención-

-Por supuesto- asentí.

-Te dejo instalarte- Y Frank lo movió hasta su habitación, cerré la puerta y encendí mi celular, el cual estaba apagado hasta ahora.

85 llamadas perdidas, 13 de Rose, 15 de Richard y el resto de Mark, está muy preocupado. En ese momento llega una llamada de Rose.

-Hola-

-¿¡Dónde estás Vanessa!? Te he llamado más de 10 veces y no contestas, ¿estás bien?-

-Si, si, estoy bien, estoy en Never... landia, creo-

-¿Qué? ¿En dónde?- me preguntó de nuevo y revisé por mi ventana el nombre de la residencia.

-¡Neverland! Me equivoqué- afirmé.

-¿Qué? ¿Estás loca? Neverland está en las estrellas- dijo con un tono irónico.

-No - río - hay un Neverland aquí en los Ángeles -

-¿Esa no es la mansión de... Michael Jackson?-

- Pues si - comenzó a gritar por el auricular.

-¿El Michael Jackson que conozco?-

-Por supuesto, ¿cuál otro?- comenzó a gritar más y yo me río por su emoción.

-¿Cómo pasó eso?, es más no me lo digas por aqui, iré ahí, ¿puedo ir? Preguntale a Michael- me dijo emocionada y me levante y fui con Michael, toqué su puerta y la abrí.

-Pase... Ah, Hola Vanessa, ¿qué se te ofrece?- me dijo Michael, estaba sentado en su cama y al parecer hablando con Frank... Ups...

-Ehm... Lo siento, no quise interrumpir, yo sólo...- traté de solucionarlo y Frank se levantó.

-No pasa nada Vanessa, de todos modos ya me voy, hay mucho trabajo por hacer- me dijo Frank, se acercó, me dio un beso en la mejilla y se fue cerrando la puerta. Ahora estamos Michael y yo solos.

-Ahora si Vane, ¿qué me ibas a decir?- me dijo Vane, oh por Dios.

-Te iba a preguntar si podía venir una amiga a visitarme- le sonreí.

-Por supuesto- me devolvió el gesto.

-Gracias, compermiso- salí y cerré la puerta, volví al teléfono - Me dijo que si - un grito más.

-Te veo en 10 minutos, hasta luego-

-Hasta luego- Ahora sólo faltaba esperar... Reviso la hora en mi celular y son las 4:16 PM, es buena hora para la comida, tengo hambre y ganas de darme una ducha en la hermosa bañera que hay en mi cuarto.

Rayos, no traje mi ropa, me olvidé por completo de ella, tendré que ir a mi casa, un momento, si por el tiempo que viviré aqui no necesitaré mi departamento necesito avisarle al señor London, dueño del edificio donde vivo, bien, en cuanto llegue Rose iremos por mi liquidación, después por mis cosas al departamento y de paso a hablar con el señor London, ¿Todo bien? Todo bien. Tocan la puerta

-Pase- abren y es Michael en su silla de ruedas.

-Hola Vanessa, venía a preguntarte si querías comer, pues ya es hora-

-Ah, si... Por supuesto, Gracias- sonreí, ¿acaso jamás dejaré de sonreir?

-Bien, me.. ¿me ayudarías a bajar?- pregunta tímido.

-Oh si, lo siento- me levante rápido y moví la silla hasta la escalera, comencé a bajar los escalones uno a uno, ya abajo lo llevé al comedor y me senté en frente.-Am... Michael-

-¿Si?-

-¿Por qué el comedor es tan grande y... Vives tu solo?-

-Pues, a veces viene mi familia o algunos niños, unos huérfanos otros con enfermedades terminales, con cáncer, entre otras. Y aquí comemos juntos todos como una familia, por cierto mañana vendrá mi familia- una señorita pone los platos respectivos en cada lado de la gran mesa, me sirvió... Spaggueti verde, ensalada y una tostada acompañada de jugo de naranja.

-Am... Gracias- le sonreí a la linda chica y se retiró- Oye Michael, ¿te tomas muy encerio lo de vegetariano cierto?-

-Más que eso, pero te di a probar esto porque tu me obligaste a comer pollo frito- río fuerte por eso.

- No te "obligué" tu abriste la boca tú solito -

- ¿Ah si? Pues tu tampoco te resistirías al avióncito -

- ¿Me estás retando? -

-Tomalo como más te guste - dijo despreocupado, ¿quién se cree? Nadie se mete conmigo...

He vuelto *aplausos y gritos* espero que con la misma regularidad de antes. ¿Me extrañaste? Yo sé que si. Bueno, yo tambien te extrañé mucho. Ahora viene el bombardeo de preguntas... ¿Logrará Vanessa superar el reto del avioncito? ¿Cómo crees que reaccione Rose al ver a Michael? ¿Y Lisa? ¿Cómo se llevará Vanessa con la familia Jackson? Todo esto y mucho más en el siguiente capítulo. Gracias por leer. Nos vemos en tres días.

-Sweet

La Doctora De Jackson - MJH #MJacksonAwards2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora