El estaba intacto, de repente el olor a gasolina llego a mi nariz, cada vez era mas fuerte, desabroche mi cinturón junto con el de Allan, me dolía mucho el cuerpo y de mi frente caía un hilo de sangre, no me importo y como pude salí del auto con mi hermano en brazos, camine unos cuantos pasos pero después salimos volando por la explosión del auto.

Quería levantarme, pero no podía, ahora el dolor en mi cuerpo era mas intenso, mis oídos zumbaban, mi cabeza y mis costillas me dolían, intente hablar pero solo salían pequeños susurros, a mi lado estaba mi hermano inconsciente, trataba de ponerme de pie e ir por el, pero me era imposible, mire como de una camioneta negra y polarizada salían dos hombres altos y grandes, nos les miraba la cara, ya que traían una especie de careta que solo tenían destapados sus ojos.

La Bastarda De La Mafia                            (PAUSADA)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu