Recuerdo que era un hermoso día de primavera, un rayo de sol llegaba directo a mi rostro y desperté a causa de ello. Estiré mis brazos aun dormido y me giré para mirarlo como siempre, el dormía más que yo normalmente, pero ese día al abrir mis ojos...
Ese día dormí con el corazón apretado, en mis sueños Tae caminaba lentamente por la vía de un tren que no conocía, como un niño tratando de hacer equilibrio y no tocar el suelo, el viento hacia que su claro cabello se desordenara y su cuello desde atrás realmente era un buen complemento del paisaje, tras de él nubes rosas pastel y un gran atardecer combinaban con su sonrisa, todo me traía paz, excepto que estuviera caminando por ese lugar, me incomodaba verlo tan feliz por algún motivo. Fue cuando se volteó para mirar hacia donde yo lo observaba, su expresión cambiaba repentinamente al pánico, y se tapaba el rostro con ambos brazos cayendo al suelo. Poco a poco en cámara lenta mucha ropa caía desde el cielo, tanta, que formaba una montaña interminable de desgastadas prendas que por algún motivo me provocaban ahogo y dolor.
-Jungkook! - escuche un horrible grito que me despertó. Todas las mañanas hace una semana escuchaba lo mismo, mi nombre antes de despertar, pero esta vez el sol no llegaba a mi rostro ni estaba él para tomarme de los hombros y con su hermosa sonrisa decirme que solo había sido un sueño. Eran a las cuatro de la madrugada, me hallaba asustado, confundido y con una angustia terrible.
¿Por qué siempre recordaba con tanto detalle todas mis últimas pesadillas? ¿Por qué él siempre estaba en mis sueños?
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Al contrario de lo que pensé, al parecer no hice demasiado ruido al despertar de golpe como otras veces, Tae y Hoseok dormían a mi lado. Mi corazón se aceleró al ver el rostro de Tae con la boca semiabierta y sus manos cerca de ella. Quería tocarlo, quería correr ese cabello que me impedía ver su rostro por completo, sus hermosos ojos, sus suaves cejas que siempre escondía por algún motivo, su perfecto perfil, y su marcada línea de la barbilla. Quería tomar una de sus manos y llevarla a mi pecho, para que sintiera como mi corazón latía, tan fuerte que sentía que podían escucharlo en la habitación.
Hoseok lo abrazaba por la cintura de una manera adorable y no podía evitar sentir culpa y celos a la vez, quería golpearlo, quería ser yo quien estuviera en su lugar, pero no podía permitirme esto, no cuando Hobi era mi amigo.
Me levante al baño, estaba sudado y mi polera se pegaba a mi pecho, no hallaba alguna manera de no pensar en la suave piel de sus manos, ni en sus labios que parecían dulces, me moje el rostro molesto y apreté mis puños, la frustración me podía.
¿Por qué de todas las personas tenía que sentir esto por él?
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Era una persona que siempre conseguía lo que quería, que no sufría por estas cosas, había crecido antes de tiempo, buscando trabajo a los catorche años, esforzándome mucho por mis sueños, dejando atrás todo lo que me impedía realizarlos, no era alguien a quien le atrajeran los hombres tampoco, aunque si me ponía a pensar, tampoco me atraían tanto las mujeres.
Tae hasta poco había sido tan solo un gran amigo, aunque al darme cuenta, la verdad todo había comenzado cuando notaba que el con Hobi tenían problemas, creo que nunca me había planteado el hecho de que Tae pudiera tomarme en cuenta como algo más, de hecho aun en mi cabeza era algo imposible. Después de que ellos estaban mal o su relación había cambiado, una egoísta luz de esperanza se había encendido en mí y me hacía sentir el ser más despreciable del universo.
¿En qué momento paso? ¿En qué momento había permitido dejar entrar de esta manera a Tae en mi corazón?
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Sentía que me estaba volviendo loco. Me gustaba un hombre, el amigo de uno de mis mejores amigos, un amigo que había sido como un hermano para mí, vivía con ellos y dormía en la misma habitación, me habían permitido estar acá a pesar de que eso significaba problemas ambos me habían sacado de esa maldita depresión que me estaba consumiendo hace unos meses, pero no podía reprimirme. Había algo que Jeon Jungkook no podía hacer y era no luchar por lo que ama.
No sabía cuánto más podría aguantar así, debía sacarlo de mi mente al menos por ahora.
-Taehyung y Hoseok están juntos, están juntos, están juntos- mis palabras salieron sin pensar, con el silencio de la noche se escucharon fuerte.
Tape mi boca con ambas manos y escuche que alguien se levantaba. La puerta del baño estaba abierta... ¿Cómo podía haber sido tan imbécil? Me disponía a cerrar la puerta pero alguien me detuvo. Lo reconocí solo por sus manos. Ojalá hubiera sido Taehyung...
