Sentado con los ojos abiertos, detrás de esas cuatro paredes esperando que llames.
Maya había huido, con solo 16 años a un lugar lejano de los que amaba, con un secreto masivo.
El triángulo se había roto por la partida de Maya, justo cuando Lucas se había decidido.
Por su belleza rubia.
Que ya no estaba.
Es solo una cruel existencia, como si no tuviera ningún sentido esperar.
Todos la habían llamado un millón de veces, un millón de mensajes mandados, un millón de lágrimas derramadas.
¿Dónde estaba Maya?
Se habían reunido en la casa de los Matthews para ver si alguien tenía avances.
Estaban Topanga, Cory, Riley, Lucas, Farkle, Zay, Katy, Shawn, Josh y Auggie.
Nadie tenía nada, ni Katy.
-Y-yo...hay algo que debo decirles.-dijo llorando Katy.
-Dinos.-dijo desesperada Topanga.
-M-maya, ella...estaba enferma cuando se fue.-dijo llorando más fuerte.
-¿Qué tenía?-preguntó Farkle asustado por la respuesta.
-Ella tenía cáncer de pulmón.-dijo sorbiendo la nariz.
Nena, nena, me siento loco.
-¿C-cómo?-preguntó en shock Lucas.
-Lo lamento mucho, quisimos decirles, pero Maya nos suplicó que no lo hagamos.-dijo Katy llorando.
-¿Tú sabías?-preguntó Cory a Shawn.
-Yo...si.-concluyo cabizbajo, como un niño al que van a regañar.
-¿Y no me dijiste?-preguntó alzando un poco la voz.
-Yo no podía.-se defendió.
-¡Pero debías hacerlo!-le gritó Cory.
Cuando Shawn iba a responder la voz de la razón hablo, en pocas, Topanga.
-No es momento para pelear, Maya tiene una enfermedad terminal, debemos encontrarla.-dijo ella.
Todos se quedaron en silencio.
Lucas y todos los demás tenías los ojos llorosos, aunque a Riley, Katy y Farkle ya se les habían escapado algunas lágrimas.
No podían perder a Maya, no a la valiente, audaz y misteriosa Maya Hart, a cualquiera menos a ella.
Permanezco despierto toda la noche, toda la noche y todos los días.
Todos estaban buscando a Maya como locos, estaban a punto de llamar a la policía mientras estaban reunidos cuando un trueno los deja sin luz y una carta aparece en la mesa del comedor mientra ellos estaban en el sofá.
-¿Qué es eso?-preguntó Riley cuando noto la carta y la luz volvió.
-Es una carta.-respondió Lucas parandose y cogiéndola.
Me das algo, pero no dices nada.
La abrió rápidamente y pudo ver la hermosa y delicada letra de Maya.
-E-es de M-aya.-tartamudeo de la sorpresa.
-¿Qué dice?-preguntó Zay exasperado.
El empezó a leer en voz alta.
