CAPÍTULO CINCUENTA Y DOS

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Después de que Mark se fuera todo había concluido en un tenso silencio

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Después de que Mark se fuera todo había concluido en un tenso silencio. Bianca ni siquiera había terminado su cena, sentía un nudo en el estómago.

Tuvieron que pasar tres días para que supieran de él, tiempo en el que la ira se había apoderado de ella.

Andrew y Amber estaban jugando en el patio mientras ella checaba los balances de la tienda en la terraza. El timbre sonó interrumpiéndola.

Cuando abrió se encontró a Mark en el porche, venía con un pants, claramente no había ido a la oficina, lo más seguro es que estuviera muy ocupado empacando.

— ¿Qué haces aquí?

—Vengo a hablar con mis hijos —esta vez no hubo sonrisa o su típico tono pícaro, solo palabras. Palabras planas.

—Suerte con eso, no pienso ayudarte —Bianca se apartó molesta pero antes de que se alejara Mark la detuvo.

—Tal vez podrías aprovechar para decirles lo de Liam, suerte con eso querida —Mark la rodeo y salió al patio, donde sus hijos corrieron al verlo, después de saludarlos Mark los llevó a la sala, mientras Bianca observaba desde el umbral de la entrada.

— ¿Qué sucede papá? —preguntó Andrew.

—Tengo una noticia, se que es muy repentino y tal vez no les guste —los dos niños ladearon la cabeza al mismo tiempo— bueno lo que sucede es que tengo que realizar un viaje —Mark suspiró, lo mejor sería que les soltara todo como era— tengo que irme por unos meses a China.

Los niños solo lo observaron.

—Por supuesto no será permanente, solo en lo que se establece el proyecto, pero yo estaré viniendo a verlos o ustedes podrían ir ¿les gustaría?.

— ¿Ir a china? —pregunto Amber y después miró a Andrew quien asintió— suena interesante.
Mark no pudo evitar sonreír.

—Yo vendré para su cumpleaños y cada que me necesiten, pueden ayudarme a empacar también.

Los mellizos corrieron a sentarse en su piernas, Mark aún no entendía cómo se acomodaban ya no estaban tan pequeños.

—Pero… vas a regresar ¿cierto? No nos vas a abandonar ¿verdad?

Mark sonrió y los abrazo.

—Por supuesto que no amor, jamás quiero volver a alejarme de ustedes, solo serán unos meses y volveré a por ustedes.

Los mellizos asintieron y lo abrazaron.

—Está bien papá, ¿Podemos ayudar a empacar?

Mark asintió.

—Claro, después de la boda de tu tía Jenna me ayudaran ¿vale?

Los dos asintieron y lo abrazaron, Mark suspiró aliviado, pensó que iban a reaccionar peor pero por suerte habían entendido que no era para siempre. Cuando se separaron Mark vio lágrimas en el rostro de Amber y en los ojos de Andrew.

La Parte Mas Dura Es Dejarte [Tough 1°]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora