Preparación

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— Acepto —dijo la hermosa chica al momento que me extendió su mano. Yo estaba radiante de gusto.

— Excelente. Comenzarás mañana, para que nuestra cita sea esta noche — digo con gallardía y le hago señas a Lefou para que venga hacia dónde yo estoy.

— ¿Qué pasará con la taberna?— me pregunta angustiado mi robusto amigo.

—Avisa a todos nuestros clientes que por hoy no habrá servicio y que regresen mañana para conocer al nuevo personal — le aclaro y señalo con la mirada a la muchacha.

— De acuerdo, Gastón — Lefou me guiña un ojo y obedece de inmediato.

— Con que te llamas Gastón, ¿tú eres el famoso cazador de la aldea?— la joven me pregunta asombrada.

— Él mismo, preciosa — respondo mientras hago una pose de victoria — Pero, no he escuchado tu nombre aún, dime ¿cuál es el nombre de la afortunada que saldrá con Gastón — la cuestiono y ella se sonroja.

—Me llamo __________— dice tímida.

— Muy bien, _________, te veré junto a la fuente cuando el sol se ponga, más o menos a las...— saco un pequeño reloj de mi bolsillo y checo la hora para establecer la cita —¿Te parece a las 6?—

— Claro, a esa hora te veo — me responde y ríe nerviosa.

— De acuerdo, entonces, hasta esta noche, mademoiselle — la escolto hacia la puerta para que vaya a su casa a alistarse.

— Hasta esta noche, monsieur Gastón—  se despide de mí y se va caminando a su hogar.

Narras tú:

¡AAAAAAAAAH! ¡NO PUEDE SER! ¡ERA ÉL, ERA ÉL, ERA ÉEEEEEL!

El brillante y apuesto Gastón, el que peleó con la Bestia por defender el amor de una tonta engreída llamada Bella. Esa torpe amante de las pulgas dejó ir al cazador más valiente del pueblo por una especie no identificada, que era mitad oso, toro, búfalo, no sé qué más, quién además la maltrató y la secuestró.

El pueblo entero le agarró rencor a la muchacha esa, es decir, prefirió a ese patán peludo en vez de su propia gente, del pueblo que la vio crecer.

Nunca me cayó bien, siempre era como "mírenme, soy especial, amo los libros y nadie me entiende".

Además, el pobre Gastón sólo quería un poco de amor, porque a pesar de la fama que tenía de mujeriego, esa tal Bella era la única a la que quería de verdad.

En fin, dejando de lado los chismes del pueblo, yo estaba muy encantada de ser la cita de Gastón, él hombre ideal, según yo y todas las chicas que conozco.

Llegué a casa, estaba eufórica y ansiosa de contarle a mis abuelos la noticia.

— ¡Hola, querida! Has regresado temprano a casa— dijo mi abuela sorprendida

—¡Conseguí el trabajo abuela! ¡lo conseguí!— grito de alegría mientras la abrazo.

— ¡Cielos, qué maravilla,___________! — mi abuela me abraza más fuerte.

— Y eso no es todo, ¡mi jefe es Gastón, el gran Gastón! — a la abuela se le ilumina la cara al escuchar ese nombre.

—¡No puede ser! ¡Te sacaste la lotería, hija! Conseguiste un trabajo y un hombre en tan sólo unos minutos, y no hay mejor candidato que el hombre más valiente del lugar— al parecer la abuela Lidy también idolatraba a Gastón.

— ¡Y me invitó a salir ésta noche!— mi abuela y yo nos tomamos de las manos y gritamos al unísono.

— ¿Qué es todo ese escándalo?— mi abuelo entró a la escena, confundido por nuestra celebración.

— Jean - Marc, ¡nuestra pequeña ya tiene trabajo!Además de que cautivó al increíble Gastón—  la abuela le contó a su esposo lo que ocurría.

— ¡Qué agradable sorpresa! ¡Es un buen muchacho!— el abuelo también lo quería ¿cómo no? ¡Si Gastón es amigo de todos!

Después de toda la aclamación, ayudé un poco en casa, almorzamos y fui a mi habitación a buscar qué ponerme para la ocasión.

— ¿Cómo está la futura señora de Gastón?— mi abuela asomó la cabeza y entró a mi alcoba.

— Bien — solté una risita

— ¿Ya sabes qué usarás?— me pregunta curiosa y se acerca al armario inspeccionando.

— Mmmm, pensaba en usar esto — le respondo enseñándole un vestido rosa con un abrigo blanco.

— ¿¡Esos harapos!? Vas a ver al héroe del pueblo, no a pedir limosna. Ven, ahora mismo vamos a comprar uno nuevo — mi abuela enfurecida me toma del brazo y me lleva a la plaza.

Llegamos a una boutique, que era atendida por Cher, una amiga de mamá. Había vestidos de todos los colores y tamaños, también tiaras, zapatos y abrigos.

— ¡Mademoiselle Lidy! ¡____________! ¡Qué milagro verlas por aquí!— la joven mujer nos saludó con un beso.

— ¡Cher! ¿Cómo has estado?— mi abuela le devolvió el saludo.

— Bien, gracias. Díganme, qué necesitan —

— Mi nieta necesita un vestido, el mejor que tengas, es para una cita con el fortachón más cotizado de estos rumbos —

— ¡Qué envidia, querida! ¡Ahora mismo te traigo lo mejor de la casa!— Cher salió corriendo y trajo como 7 vestidos diferentes.

Me probé varios, entre ellos uno amarillo horrible de holanes y mangas cortas a los hombros, uno azul de mangas bombachas y muy esponjoso (que, por cierto, era demasiado caluroso) y uno rosa de manga larga parecido al mío sólo que más simple y largo. Después de tantas pruebas fallidas hallé el vestido perfecto: azúl marino, largo hasta los tobillos, con mangas 3/4 y un ligero escote que me resaltaba el busto a la perfección.

Cher se negó a venderme el vestido, al contrario, me lo regaló, lo cual fue muy lindo de su parte.

Regresamos a casa y yo me decidí a alistarme para ver a mi galán.

Nadie es como Gastón ( Gastón y tú ❤️)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang