Capítulo 19

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Capitulo 19.

Por otro lado, con todo este rollo me había olvidado que mi madre comenzaba a trabajar. Me repugnaba la idea de que este compartiendo oficina con ese tipo, pero nada podía hacer para que eso no sucediera. No quería seguir pensando en eso y menos cuando la cabeza me daba más vueltas que una calesita. Necesitaba acostarme y dormir, esto me había dejado agotada y todo por una gota de sangre. Tenía que aceptar la propuesta de Zayn, le diría que me lleve a casa. No tenía ganas de contestar las preguntas de Vee y Jess, no quería que nadie me pregunte como me sentía porque la respuesta era obvia. En estos momentos era cuando me gusta estar sola y relajarme, pensar y luego dormirme. Estar conmigo misma, eso era lo que quería.

- ¿Y?- pregunto Zayn en busca de una respuesta-. ¿Quieres que te lleve?

- Sí- respondí mientras me ponía de pie. El mareo seguía pero no era tan fuerte como para tener que caminar apoyada en alguien.

Por suerte Zayn estacionaba su coche en el aparcamiento de la escuela. Nunca había ido allí, es más ni sabía que existía. Me preguntaba porque Vee no lo estacionaba ahí, ella que siempre se hace tanto problema por conseguir lugar en la calle. Reconocí la camioneta de Zayn a bastantes metros de distancia era una de las más grandes que se encontraban en el lugar.

Tomé asiento en el lugar del copiloto y mientras se acomodaba encendí la radio. No me vendría mal un poco de música. Tendría que avisarle a Vee que me encontraba camino a casa ya que ella me estaría esperando a la salida para llevarme. Apoyé mi cabeza contra el vidrio y cerré los ojos. Dormiría estos minutos de viaje, tal vez era eso lo que necesitaba para sentirme mejor.

- Antes que nada, abróchate el cinturón.

Lo hice sin quejarme, no tenía ganas de discutir. El auto se puso en marcha y salimos camino a mi casa. No sé cuanto tiempo tardamos en llegar porque me dormí al instante, creo que no solo fue la sangre la que me hizo sentir mal si no que también una acumulación de sueño. 

- Llegamos- avisó Zayn mientras me abría la puerta. La luz dio en mis ojos y los cerré con fuerza. Desabroché el cinturón y salí. Ya me sentía mejor el dolor de cabeza y el mareo habían cesado. Al parecer esos diez minutos de viaje habían sido suficientes como para que el dolor desapareciera por completo. Camine hasta la puerta de entrada y abrí la puerta.

- Adiós- dije tratando de no sonar muy fría-. Nos vemos luego. ¿Si?

- ¿No me invitarás a entrar?- pregunto con una sonrisa.

Antes de que pudiera contestarle el ya estaba parado en la sala de estar. Por suerte mi madre no se encontraba en casa si no... estaría muerta. ¿Para que quería entrar Zayn? No podía decirle que no, el se había ofrecido a llevarme a casa lo mínimo que pude haber echo es eso; invitarlo a entrar.

- ¿Quieres algo de tomar?- le ofrecí mientras me dirigía a la cocina.

- No gracias- contestó-. ¿Que quieres comer?

- ¿Cómo que quiero comer?- pregunte entre risas mientras me servía un vaso con agua. 

Zayn dio una vuelta por la cocina revisando lo que había en la heladera y la lacena. ¿Que tramaba? ¿Acaso quería cocinar?

- ¿No tienes hambre?

- Sí, pero...

- ¿Te gusta la pizza?- me interrumpió- Hay suficientes cosas aquí como para hacer una.

- Zayn... ¿qué haces?- pregunte mientras veía como sacaba las cosas de la heladera.

- Pensé que te gustaría comer algo echo por mi, además tengo hambre- dijo con una sonrisa. Suspiré no había más remedio que dejarlo hacer lo que quería. Me iría a sentar al sillón mientras el trataba de cocinar la pizza. Espero que esto valga la pena si no tendría que salir a reponer los materiales que uso. Si mi madre pregunta le diré que intente hacerle una sorpresa pero que tenía hambre y la terminé comiendo yo.

Ya que tenía tiempo libre decidí mandarle el mensaje a Vee, ella estaba en medio de la clase de Matemática pero siempre pone su celular en vibrador por las dudas. Al parecer estaba bastante aburrida ya que no tardo en responder con un 'ok, mejorate'. Un estruendo se escucho de la cocina. Solo espero que no se hayan roto los platos, solo eso. Entre con los ojos cerrados, no quería ver lo que había pasado.

- ¿Qué tienes?- pregunto Zayn-. No ha pasado nada.

Abrí los ojos de apoco, tenía razón solo se le habían caído unas ollas. Me senté en la mesada, por de tras se encontraban unas cucharas.

- ¿Cómo va... eso?- pregunte mirando la masa.

- Bien, solo falta la salsa. ¿Sabías que soy un gran cocinero?

- No, y la verdad todavía eso esta en duda- Zayn se puso enfrente mio y estiró una mano para quitar una de las cucharas. Su cara estaba a centímetros de la mía y a el se le había curvado una sonrisa. Esto me ponía nerviosa, solo estaba tratando de no mirarlo a los ojos cosa que el estaba haciendo conmigo. ¿Por qué tardaba tanto en quitar esa cuchara? Levanté la mirada para encontrarme con sus ojos... esos ojos que enseguida me marearon.

- Em yo...- no sabía que decir, me había quedado sin palabras, sentía su respiración ¡Que se corra de ahí!- Creo que deje la televisión prendida.

Zayn enseguida se corrió dejándome bajar de la mesada. Esto había sido completamente incomodo. Nunca pensé que... no, el no iba a querer besarme, yo fui la estúpida que se sentó de tras de las cucharas el solo quería agarrar una. Me acosté en el sillón esperando a que la comida estuviera echa. Lo que acaba de pasar hace minutos... ¿como lo miraría a la cara? En este momento me preguntaba porque motivo lo deje entrar a casa.

Diez minutos más tarde la pizza estaba echa. Zayn cocinaba bastante bien para ser un chico de diecisiete años bastante descontrolado. Como no tenía ganas de preparar la mesa comimos en el sillón mientras mirábamos la tele. Traté de hablar lo menos posible, sabía que a el no le daba vergüenza en lo más mínimo, sabía que el ya se había olvidado de lo cerca que estuvimos recién en la cocina. ¿Y que pasaba si me besaba? ¿Le hubiera seguido? Ya basta, tengo que dejar de pensar en eso.

- ¿Y bien, como estuvo?- pregunto mientras recogía los platos.

- Bien- contesté-. Eso déjamelo a mi, tu te encargaste de la comida.

Zayn dejo los platos en la mesada al lado del fregadero. Los platos los lavaría yo, por otro lado el se sentó en la mesada donde hace ya casi una hora estuve yo. Miraba como lavaba los platos sin decir nada. Odiaba hacer esto, nunca fui muy amante de la limpieza si fuera por mi todo estaría sucio en esta casa pero es mi madre la que mantiene el control.

- Bueno, ya debo irme- me avisó-. Me alegra que te haya gustado lo que cocine, ya sabes, no es fácil encontrar chicos así.

- Me lleve una gran sorpresa- dije con sarcasmo, lo estaba acompañando hasta la puerta.

- Bueno adiós ____, nos vemos mañana en el colegio.

Con un gesto de adiós lo despedí. No le dí un beso en la mejilla porque la vergüenza me sobrepasaba. Apenas cerré la puerta subí corriendo a mi cuarto, casi tiro la puerta del portazo que dí. Me acosté boca abajo y ahogue un grito en el almohadón. Esto me confundía, no entendía que me pasaba. ¿Qué me paso cuando lo mire a los ojos? simplemente sentí que no estaba en ningún lado, me sentí como en las nubes. Sabía que el no pretendía nada conmigo, el siempre me habla con esa voz... fría y desinteresada y tiene esa manera de ser tan distante sea con quien sea. Cuando vi sus ojos solo noté protección, nada más. Todo esto paso por sentarme delante de las cucharas, el no lo hizo apropósito, no quiso acercarse a mi de esa manera. Lo tuve tan cerca, tan pero tan cerca. Cerré los ojos tratando de recordar exactamente como fue. A todo esto había una pregunta que no me quería responder, que todavía no me había formulado y me daba miedo la respuesta que podría salir. ¿Me gustaba Zayn? ¿Sentía algo por el? No, no podía sentir nada más que un gran aprecio. El se ha convertido en un gran amigo, pero nada más. Esto simplemente fue una gran equivocación, seguramente el ya se olvido de lo que paso.

No estoy ciego pero todo lo que veo eres tú.|Zayn Malik|Where stories live. Discover now