CAPITULO 8

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No teníamos ni idea de todo lo que él hacía, pero claro nosotros fuimos sus buenos amigos y él se aprovechó de todo eso, es por eso que lo odio tanto que la verdad me arrepiento de haberle brindado mi amistad. No sabíamos a lo que se dedicaba ni sabíamos todo lo que me haría hacer o decir, fui un idiota al confiar tanto en él, si por mi fuera nunca hubiera aceptado esa "amistad" todo fue planeado y todo lo que quiso lo logro, pero no se quedó contigo.

CAPITULO - 8 -

Es mi nueva vida

P.O.V Enmanuel

Estoy caminado e iba leyendo un periódico donde decía sobre el robo que se hizo en uno de los bancos con más seguridad del mundo, era el banco que habíamos robado. En el periódico aparecía en primera plana estaba la foto de la bóveda del banco completamente vacía, increíble. Me senté en una banca para estar más cómodo.

Había un hombre tumbado en la banca de enfrente temblando del frió. Tenía hojas de periódico alrededor de las piernas y sus puños agarraban el cuello de una sucia chaqueta vieja, apretándola contra su cuerpo. Abrió los ojos, me vio. Yo pestañeé y deje de verlo. Él se incorporó, agarrando los periódicos para que la brisa no se los llevara. Se me quedó mirando, con los ojos como platos, aun temblando. La verdad me dio lastima verlo así pero no me podía ir sin aunque sea darle algo para que se ayude, metí mi mano en mis bolsillo y saque una paca de dinero y me acerque para dársela, él vio el dinero sorprendido y lo tomo con cuidado.

- No me tenga miedo, esto es para usted .- Le digo -. No le voy hacer daño.

Me aleje de él y seguí caminado, ahora a cada lado que salía llevaba un arma conmigo, Enrique me enseño muy bien todo lo que se y la verdad no voy a dejar que nadie se meta conmigo, desde que estoy trabajando para ellos siempre estoy armado.

Lo que hice por aquel señor no me costó nada, al contrario quiero ayudar a quien pueda, porque la verdad se lo que es no tener nada y pues ahora que si puedo ayudar a mi familia y poder tener mis cosas pues es lo menos que puedo hacer por alguien que lo necesite, no se me quita nada.

Cuando me aproximaba a la calle, un par de tipos, me bloquearon el paso. Miré por encima del hombro para que no me volviesen a coger por sorpresa. No quería tener problemas y menos porque apenas voy llagando a mi país, si ellos intentan algo los tendré que desaparecer, así es esto si alguien te molesta te tienes que defender y desaparecer lo así no te volverá a molestar más.

- Danos tu reloj y todo lo que traigas contigo .- Vi el brillo de una navaja; el otro hombre sostenía algo -. No queremos hacerte daño así que danos todo lo que tengas .- Estaban nerviosos -. No tenemos mucho tiempo así que muévete.

- No les daré nada .- Respondí -. Si quieren lo que tengo entonces trabajen, no trabajo como para que vengan unos idiotas como ustedes a quitármelo todo. No saben con quien se están metiendo así que les doy la oportunidad de irse.

- Escúchame bien imbécil, si no nos das todo lo que tienes lo lamentaras .- Me dice -. Así que vamos, ¡QUE TE MUEVAS! .- Grita -.

- Repito no queremos hacerte daño, así que danos todo .- Me dice -. Es mejor que obedezcas o aquí ocurrirá un accidente.

Los mire y sonreí de lado, saque mi arma y les dispare en las piernas, no quise acabar con sus vidas así que solo los lastime para que tengan un recuerdo de mi. Guarde el arme y me aleje de ese lugar, solo podía escuchar sus quejidos de dolor. Desde que estoy en todo esto he aprendido a no tener compasión por absolutamente nadie, yo no hago daño pero si alguien se quiere meter conmigo entonces lo lamentara.

Llegue a un pequeño parque, habían varias personas pero ninguna noto mi presencia. Sonreí, estaba tranquilo porque no deje que esos idiotas me quitaran mis cosas, de ahora en adelante eso es lo que haré, no perdonare a nadie y terminare con quien quiera pasarse de listo conmigo. Puede que suene malo pero es la única manera de que nadie se meta conmigo.

CUANDO TE CONOCÍWhere stories live. Discover now