「 c i n c o 」

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—Haz algo bien en tu asquerosa existencia y escucha con atención, ¿vale? —Insiste Hye. Siento ganas de echarme a reír, ¿dónde quedó todo el aegyo y la dulzura?

Quiero que lo dejes en paz. Hoseok está conmigo ahora. Y no voy a dejar que una calladita como tú me moleste. —Estoy tan shockeada por la situación que ni siquiera puedo reaccionar. Eso parece enfadarlos aún más, tanto que el chico me quita el teléfono de las manos y lo arroja contra el espejo de la pared.

Mi celular produce un sonido estruendoso, no me es necesario mirarlo para saber que se ha hecho añicos.

Cierro mis manos con tanta fuerza que me hago daño en las palmas. Pese a todo, mantengo una expresión neutral. Casi de aburrimiento.

—¿Me entiendes? ¿O te lo explicamos en lenguaje de señas? —Se burla el chico que aún no se ha presentado. Sus palabras resuenan en mi mente, y yo sigo sin saber cómo reaccionar.

Nunca antes me habían molestado por mi enfermedad. Quiero llorar, insultarlos, defenderme, lo que sea. Pero todo lo que hago es quedarme viéndolos en una especie de trance, como si mi cerebro quisiera negar hasta el final que esto realmente está pasando.

—¿Puedes asentir al menos, calladita? —Gruñe Hyeji, golpeándome un costado de la cabeza.— Jó, que retrasada eres.

—Es suficiente.

Me tenso como una cuerda al oír la voz de Hoseok. Lo observo dar pasos firmes dentro del laboratorio, su mirada esta fija en mí. Por su expresión, sé que ha visto y escuchado todo.

—Oppa, no es-

—Hyeji, cierra la boca. —Interrumpe.— ¿Vas a seguir luciendo patética?

Hye golpea el suelo como toda una bebé enfurruñada. Hasta sus ojos se han vuelto vidriosos.

—¡No es así, Oppa! ¡Díselo!—Chilla buscando apoyo en su amigo. Pero en ese instante el chico sale prácticamente corriendo del laboratorio.

—Eres lamentable, Hye. —Murmura Hoseok.— Quiero que me dejes en paz, a Sunmin y a mí. ¿De acuerdo?

Hyeji chilla algo incomprensible y se abraza a Hoseok.

—¡No puedes romper conmigo! —Grita. Las lágrimas le empapan las mejillas, y yo no sé donde meterme.— ¡Hoseokie! ¡No me hagas esto!

Hoseok, con una expresión neutral, la toma por los hombros para alejarla de sí mismo.

—Hyeji, nosotros nunca regresamos. —Declara.

Eso es suficiente para que la chica haga otra rabieta. Vuelve a chillar algo que suena como una maldición, y entonces echa a andar hasta la puerta del laboratorio. Aunque no llega muy lejos, porque Hoseok toma su muñeca.

—Estoy hablando en serio. —Su tono de voz me produce un escalofrío. Ni siquiera la mira cuando habla, porque está mirándome a mí.— Aléjate de Sunmin. No quiero que la mires, que le hables, que te le acerques, ni siquiera quiero que digas su nombre. No vuelvas a meterte con mi chica.

Mierrrrda. Él me llamó "su chica. "

Hye da una última mirada furiosa en mi dirección, luego se suelta con brusquedad de Hoseok y se marcha dando zancadas fuertes.

talk - jhopeWhere stories live. Discover now