Capítulo 23

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Narra Lauren

Las siguientes semanas pasaron sin mucha novedad, venía a la universidad, veía a Camila casi todos los días y estudiaba ya que los exámenes finales estaban a un mes. Llegué a clase y ya estaba Normani sentada como siempre. La clase me encantaba y pasó bastante rápido.

- Chicos, tengo que daros una noticia. Ya han salido las personas aceptadas para los intercambios a Europa del año que viene, dejo la lista al fondo de la clase y así lo podéis mirar – dijo la profesora.

Ya no me acordaba de ello, yo pedí un intercambio a España, siempre me ha fascinado la literatura de allí y tengo la ventaja de hablar español gracias a mi familia. Pero todo eso era antes de conocer a Camila, ahora no sé si querría irme. Me acerqué junto con Normani y mire la lista, estaba aceptada. No sabía si alegrarme o ponerme triste.

- Eyyy, háblalo con ella antes de tomar ninguna decisión, siempre has querido ir – me dijo Normani.

- Lo sé pero antes no la tenía a ella, no podría estar un año sin verla – le dije yo.

- Bueno no te precipites y habladlo – me aconsejó Normani.

Fui al resto de clases pero no podía sacarme de la cabeza el tema, antes de conocer a Camila estaba segura que quería ir a España, me encanta su cultura, puedo usar su idioma y sin duda es una gran oportunidad para mi currículo el hecho de haber cursado un año en un país europeo. Además desde allí,bpodría viajar y visitar muchos países y lugares nuevos. Sin embargo, no me imagino mi vida sin Camila y no podría estar un año sin ella o con el riesgo de perderla. Ya no hay ninguna duda de que estoy total y completamente enamorada de ella. Decidí mandarle un mensaje.

- "Amor necesito hablar contigo, sé que estamos liadas con los exámenes y demás pero es importante, ¿puedes esta tarde?"

- "Claro, pero no me asustes que un "necesitamos hablar" nunca es bueno, ¿vienes a mi casa?" – me preguntó.

- "No te preocupes tonta, sí, en una hora estoy allí"- le contesté.

Cogí el tren y me fui para la casa de Camila. Llegué y llamé a la puerta y en un segundo ya tenía a Camila abriéndola.

- Pasa – me dijo, dándome un beso. Yo entré y fuimos al sofá.

- Venga, suéltalo, me vas a dejar... ya no me quieres, ¿he hecho algo? – empezó a divagar Camila pero la interrumpí.

- Eyyy, no has hecho nada y no te voy a dejar – le dije mirándola a los ojos.

- Ohhh – suspiró de alivió y yo me reí – eyy no te rías que no sabes la de cosas que se me han pasado por la cabeza desde que me has mandado el mensaje.

- Lo siento amor – le dije con carita de buena – es solo que antes de conocerte yo pedí un intercambio a España para el año que viene, siempre ha sido uno de mis sueños y hoy han dado los resultados y me han aceptado.

- Eso es increíble cariño – me respondió Camila.

- Sí, pero ahora te tengo a ti y yo no puedo estar un año separada de ti, no puedo aceptarlo – le dije.

- Claro que puedes y lo harás – me dijo Camila.

- No Camila, yo no me puedo ir un año y dejarte a ti aquí, estoy completamente enamorada de ti y prefiero estar aquí contigo que un año sola allí sin ti – le dije yo sinceramente.

- ¡Ohhhh! Eres tan adorable – me contestó dándome un beso – pero vas a ir igual y no vas a ir sola.

- ¿Con quién voy a ir? – le pregunté yo desconcertada.

- Pues conmigo con quién va a ser – dijo ella con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿En serio? – le pregunté yo, no podía salir de mi asombro.

- Sí, yo también pedí un intercambio a España entre otros sitios, me fascina la música de allí y creía que era una gran oportunidad para coger influencias y aprender muchas cosas nuevas, además de que es una suerte, que las dos hablemos español. Hoy nos dieron los resultados en mi carrera también y cuando vi que me aceptaron, ni me planteé ir, jamás te dejaría ir con lo que me ha costado encontrarte. Pero parece que el destino tenía otros planes para nosotras.

- ¿Nos vamos a España? – le pregunté yo.

- Contigo al fin del mundo si hace falta – me dijo mientras se lanzaba a mis brazos.

- Nos vamos a España – repetí yo, no me lo podía creer.

- Camila, ¿esto es real? ¿te imaginas tú y yo viviendo juntas en Madrid? – le pregunté.

- Claro que me lo imagino y será real, tenemos todo el verano para ir preparándolo. Además, podremos aprovechar para viajar y conocer toda España, incluso podremos ir a visitar otros países de Europa – me dijo ella ilusionada.

- Eso no lo dudes, conoceremos España mejor que los propios españoles y podemos viajar a Italia, para que mi princesa coma toda la pizza que quiera – le contesté yo.

- Ohhhh Lauren, con eso no se bromea, ahora me tienes que llevar a Italia a comer pizza – me dijo Camila con voz de niña pequeña.

- Yo te llevo a donde tú quieras mi vida – le respondí, mientras cogía a Camila y la abrazaba fuerte contra mí.

Era perfecto, había pasado de tener miedo por tener que elegir entre mi futuro y el amor de mi vida a tenerlo todo junto. Camila y yo en España, las dos solas, viviendo juntas, descubriendo nuevos lugares juntas y creando nuestro futuro juntas. Estaba tan feliz que no podía borrar la sonrisa de mi cara. Separé a Camila de mi abrazo para poder besarla, necesitaba su contacto en estos momentos. Comencé a besarla suavemente, quería perderme en ella. Hacía apenas unos meses que nos conocíamos y se había convertido en todo mi mundo. Estoy completamente segura de que es el amor de mi vida, nunca antes había sentido nada parecido a lo que siento por Camila. Desde el minuto uno cuando nos conocimos teníamos una conexión especial y ahora lo único que ha hecho es hacerse aún más fuerte, hasta el destino pone de su parte para ayudarnos.

¿Cuánta probabilidad había de que Camila y yo hubiéramos pedido un intercambio las dos a la misma ciudad y al mismo país? Posiblemente muy poca pero ha ocurrido.

Con toda la gente que frecuenta nuestra estación de tren a esas horas de la mañana, ¿Qué posibilidad había de que las dos chocáramos? Prácticamente ninguna pero ocurrió.

Después del choqué, ¿Qué probabilidad había de que coincidiéramos en un club y yo fuera a bailar con ella simplemente viéndola de espaldas? Muy pocas pero pasó.

Con toda la gente que hay en la universidad y después de lo que pasó en la fiesta, ¿Qué posibilidad había de que coincidiéramos en el mismo tren varias veces? Una pequeña posibilidad y por supuesto se hizo realidad.

Y aparte de todo esto, ¿qué probabilidad había de que nuestras mejores amigas se conocieran y gracias a ellas, coincidiéramos en una fiesta? Seguramente muy poca también y aun así, ocurrió.

Nuestra vida está llena de choques, conexiones y vueltas del destino pero todo ello nos ha unido y no vamos a dejar que nada nos separé.

FIN

Choque de trenes (Camren)Where stories live. Discover now