Ebony.
Mire a la ventana una vez más, no quería mirar como Lucy abrazaba o tocaba a mi Melody, me molestaba era irritante sumamente irritante y ella lo sabe. Me levante en la hora del descanso y fui hacia Melody que siempre estaba con Lucy parecía un insecto pegada a ella, en cada descanso venía a nuestro salón a verdad.
- ¿Almorzamos? – Dije mirando a Melody.
- Iré con Lucy a mirar unas cosas. – Entonces note que Lucy sonrió para sí misma. - ¿Quieres venir?
- Haz lo que quieras, me voy. – Dije enojada y camine al jardín botánico para calmarme un poco. Sentí como unos pasos se acercaban.
- ¿Qué te pasa, eh? – Pregunto agitada, vino corriendo.
- No te importa. – Dije dándole la espalda y hice como si mirara las flores.
- ¿Es esa chica?
- No, eres tu idiota. Siempre, todo el puto día con Lucy, ella realmente me molesta, es insoportable. – Dije explotando de una vez. – No la soporto, parece un sucio insecto pegado a ti, desde que llego ni siquiera he dormido contigo porque no llegas a la habitación o llegas demasiado tarde. – Ella me abrazo.
- Lo lamento, no quería que te sintieras mal por ello. – Yo negué.
- Yo lo lamento, por hacerte esto. – Me miro confundida y la bese. Pero ella cerró sus ojos y pasó sus manos por mi cuello, yo la tome de la cintura y sentí como acariciaba mi pelo con tranquilidad. Ella me mordió el labio haciéndome reír por lo cual se sonrojo una vez que nos separamos. – Te vez tan hermosa sonrojada.
- Basta ya, es hora de volver a Literatura sabes cómo es de estricta la profesora Ellis.
- Te equivocas. – Ella me miro confundida. – La profesora Ellis es totalmente sexy. – Ella revoleo los ojos iba a soltarse pero la atraje más a mí. – Pero no tanto como la chica que tengo al frente mío.
- Eres una asquerosa, pero me halagas. – Dijo sonriendo y reí. – Pero enserio no quiero más problemas.
- No los tendrás, se te olvida que hablas con Ebony Hayes ¿No? – Ella rio negando. – Bien, vamos a comer algo, muero de hambre. – Fuimos a la cafetería y saque una ensalada con un postre de fruta, ella saco solo un pudin. – Deberías de comer más, estas muy flaca.
- Es el estrés post exámenes, solo quiero el pudin. – Fruncí el ceño mientras ella suspiraba y sacaba una manzana. – Con una manzana.
- Eso está mejor. – Sonreí y deje un beso en su mejilla, ella sonrió mientras íbamos a nuestra mesa.
- Ebony. – La mire. - ¿Qué somos?
- Por ahora amigas con un pequeño secreto. – Tome su mano y le sonreí. – Uno que no puedes imitar con nadie. – Dije desviando la mirada.
- Se me olvidaba lo celosa que siempre has sido. – Yo me sonroje.
- No son celos. - Dije haciendo un puchero y ella tiro de mi mejilla, nos sentamos juntas.
- ¿Crees que esto está bien?
- No lo sé, pero lo averiguaremos, juntas. - Dije mirando nuestras manos. - ¿Está bien?
- Esta bien.
