Capítulo 26

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Ebony.

Tiré mi camisa en el fondo del canasto antes de ir a darme una ducha, estaba totalmente cansada física y psicológicamente, hoy no era mi día. Perdí a una excelente secretaria y tendría que hacer una entrevista de trabajo, lo que solo me traerá un retraso y tendría que hacer horas extras. Maldita Jena, ¿Quién se abalanza sobre su jefa quien es casada?, aunque trate de apartarla su labial era rojo y dejo unas marcas en mi camisa y mi cuello, gracias a dios pude apartarla.

Bajé a la sala de lavado con una toalla envuelta pero me detuve al ver a Melody echando la ropa en la lavadora, ella tomó mi camisa observando el cuello.

- Mel, no es lo que parece. - Me apresuré a decir pero ella se quedó en silencio viendo el cuello en un estado de shock que empezaba a asustarme.

- Yo no uso ese tono... - Murmuró echando la camisa junto al resto de ropa, cerró la puerta con fuerza antes de empezar el ciclo de lavado.

- Esa chica está loca, la he despedido apenas me la pude quitar de encima. - Traté de tomar sus hombros pero me alejo.

- ¿Planeabas al menos decírmelo?

- No creí que fuera relevante. - Confesé. Mierda. La he jodido.

- ¡¿Qué no era relevante?! - Gritó y me encogí levemente. - ¡Pues genial, porque al parecer nada nunca es relevante para ti!

- ¿Por qué dices eso? - Pregunté con algo de duda a pesar de sus gritos.

- ¡Es como si todo el mundo quisiera estar contigo! - Extendió sus brazos pareciendo frustrada. - ¡A donde estemos siempre hay alguien que trata de quitarte de mi lado, es estúpido toda esta situación de seguir juntas cuando ya no estamos juntas! - Yo la miré algo sorprendida, ¿Eso pensaba?

- Hey, eso no es cierto. Seguimos juntas porque al menos yo sigo amándote a pesar de no poder estar siempre por la pequeña crisis de la empresa. - Ella me miró como esperando algo. - No es mi culpa que ellos se fijen por alguna razón en mí.

- Esto es frustrante, me iré a dormir. - Suspiró.

- Hey, hablemos esto. No quiero que te guardes todo lo que te atormenta. - Tomé su mano cuando paso a mi lado y le sonreí levemente. - Por favor.

- Es solo que... - Mi teléfono sonó en todo el cuarto y maldije en voz baja. - Solo contesta, luego hablaremos.

- Lo siento, en serio.

- Ya, da igual. - Melody subió mientras yo contestaba el teléfono.

- Espero que sea importante. - Le murmuré a Taylor.

- ¿Sabías que tu hija se casará? - Me quedé en blanco.

- Disculpa, ¿Qué?

- Si, Violet me ha llamado porque necesita a una testigo. - Subí a la sala en busca de Mel pero no la veía por ningún lado, subí a la habitación y ahí estaba mirando unas fotos. - Creo que deberían llamarle.

- ¿Por qué se casaría así?

- Considerando que es tu hija se me ocurren varias razones.

- Pero a la chica a penas la conoce. - Me acerqué a Melody pero ella parecía estar metida en su mundo.

- Si pero esa chica en unas semanas se operará de un tumor al cerebro.

- ¿Cómo?

- ¿No se los contó?

- Al menos a mí, no. ¿Por qué quiere sufrir así?

- Por eso no se los dijo, además está enamorada tu hubieses hecho lo mismo si hubiese sido Melody.

- Si, lo haría. - La miré y al parecer ella notó mi presencia. - Debo irme, vé y dile que luego se pase por casa.

- Adiós hermanita. - Colgué y suspiré antes de volver a mirar a mi esposa.

- ¿Sabías que Violet se casará hoy? - Ella asintió levemente.

- Te lo iba a decir luego de lavar la ropa, lo lamento me desvié del tema.

- Mel, - Ella me miro. - te amo, ¿Lo sabes, no?

- Lo sé.

- Nunca te haría algo como eso. - Vi sus lágrimas acumularse.

- ¿Por qué no? - La miré confundida. - Ella era linda y joven.

- Tú eres linda desde siempre. - Acaricié su mejilla mientras me acercaba a su cuerpo en la cama. - Y además no te compares con otra persona cuando tú eres perfecta ante mis ojos.

- Lamento todo. - Ella se abrazó a mi cuerpo.

- No hay problema, yo en tu lugar no creo que hubiese reaccionado mejor. - Ella asintió levemente mientras acariciaba su cabello. - Lamento no poder estar mucho tiempo juntas, pero apenas resuelva lo de la empresa todo será como antes.

- ¿Me lo prometes?

- Claro que si. - Besé su frente. - Siempre estare a tu lado incluso cuando estoy lejos de ti, ¿Lo entiendes?

- Lo entiendo, no soy tonta.

- Pero sigues siendo mi tonta. - La besé levemente haciéndole sonreír. - Vamos a prepararle una cena a esas chicas, llama a Marcus para que venga a felicitar a su hermana y que venga con cuidado porque no quiero que a nuestro nieto le pase algo.

- ¿Sabes que tardará en llegar? - Ella sonrió.

- ¿Y qué?, tenemos todo el tiempo del mundo.

Que equivocada estaba en ese momento, la felicidad siempre nos hace creer que somos grandes e indestructibles pero lamentablemente no todo era para siempre, nadie vivía para siempre y muy bien que lo sabíamos, aun así nunca nos preocupamos demasiado de algo que no fuera nuestro amor y nuestros hijos. Si, quizás no supieron mucho de nuestra historia pero supieron lo que tenían que saber, si tienen alguna duda pregúntenla no nos molesta contestarte. Por cierto, la chica con la que estuvo casada mi hija sobrevivió pero resulto ser una perra, al menos le ayudo a escribir otro libro, mi primer nieto fue de lo más encantador y lo llamaron John. Gracias por leer mi historia con Mel, creo que así fue la única forma de mantener nuestro amor eterno.

Melody

Cállate de una vez Ebony, porque luego todo lo que diga será una basura cuando lo lean, no puedes ser tan dulce todo el tiempo frente a los demás cuando ambas sabemos que solo lo haces para mantenerme a tu lado, como si quisiese irme. Gracias por leer nuestra historia, de verdad. A veces extraño a Zack y espero que nadie sienta ese dolor, si lo sentiste lamento haberte recordado eso. Una vez más, gracias por mantener nuestro amor eterno en estas lineas.

N/A: Bien, este es el fin. Gracias por leer y esten atentas, quizás pronto les de una sorpresa

Dulces Labios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora