Capítulo 8

21.5K 1.1K 27
                                    

Ebony.

 

- Silencio.- Murmure tapando la boca de Melody que miraba confundida. - ¿Qué tal? – Le sonreí y ella rodo sus ojos mientras en sus labios se aparecía una sonrisa que pude notar a pesar de la oscuridad. – Te dije que era lo suficientemente lista como para raptarte de ese insecto.

- Hey, no le llames así.

- Lo siento, ha sido un insulto para los insectos. – Ella rio levemente.

- Es mi amiga.

- Lo sé, pero es como una cucaracha que está pegada a ti todo el día y no me deja estar a tu lado. – Dije haciendo pucheros.

- ¿Y tu solución fue traerme al armario del conserje? – Dijo reprimiendo una risa.

- Bueno, fue lo primero que me paso por la cabeza, en las películas siempre lo hacen.

- Esto no es una película. – Dijo sonriéndome. – Pero si me ha gustado tu idea, pero Lucy debe estar buscándome. – Yo rodee mis ojos.

- Que te extrañe un minuto, te tiene casi todo el día. – Ella iba a hablar pero la calle con un beso, me separe levemente.

- Bueno, ella podrá sobrevivir un minuto, ¿No? – Dijo antes de volver a mis labios, yo solo logre sonreír. Quizás no era el lugar más romántico del mundo, en serio no lo era pero era perfecto, todo lo que tenga que ver con ella lo era. – Ebony… - Murmuro separándose de mí y yo gruñí. – Tenemos que irnos, la cena será en 10 minutos. – Yo solo rodé mis ojos.

- No tengo hambre. – Dije tomando su cintura.

- Yo sí. – Frunció el ceño.

- Bien, vamos a cenar. – Suspire pesadamente y abrí lentamente la puerta asegurándome que nadie estuviera viéndonos para salir. Melody abrazo mi brazo y beso mi mejilla, provocando que una sonrisa saliera de mis labios.

- No seas tan gruñona, te saldrán arrugas. – Dijo en un tono burlón, yo solo rodé los ojos.

- No soy gruñona. – Gruñí y ella me miro con una ceja alzada mientras seguíamos nuestro camino. – Bueno, solo un poco pero la cosa es que es diferente.

- Entonces estas celosa.

- Quizás. – Dije encogiéndome de hombros. – No me agrada esa chica.

- Me los has dicho millones de veces. – Dijo riendo levemente.

- Pues te lo repetiré millones de veces más. – Dije haciendo una mueca. - ¿Sabes que más podría repetir un millón de veces?

- ¿Qué te encanta mis galletas? – Yo negué y ella me miro mientras seguía pensando. - ¿Te gustan los animales?

- Cerca pero no.

- Me rindo.

- Me gustas tú. – Dije sonriendo.

- No sé si ofenderme por lo de animal o sentirme alagada. – Dijo entrecerrando sus ojos, sentí su puño en mi brazo y luego sus labios besar la comisura de mis labios. – Tú también me gustas. – Murmuro en mi oído haciéndome sonrojar completamente. – Vamos, no alcanzaremos postre a este paso. – Tomo mi mano y empezó a correr, lleve la delantera y la arrastre provocando su risa cuando tropezamos, caímos. Ella se encontraba sobre mí y le sonreí. Acerque nuestras caras y la bese, quizás el amor no era infinito, pero me hacía sentir infinita. Sus dulces labios ya me habían enamorado completamente. Ella se separó levemente y me sonreí. – Vamos, quiero mi postre. Si pierdo mi postre juro matarte.

- Eres una glotona. – Dije mientras nos levantábamos y limpiamos nuestra ropa, entramos al comedor y cada una saco su comida. Cuando llegamos a los postres solo quedaba uno. – Vez has alcanzado.

- ¿Y tú? – Me encogí de hombros mientras ella hacia un puchero. – Pero es tu favorito.

- Tranquila, enserio puedes comerlo. – Dije mientras nos sentábamos. Ambas comimos en silencio y agradecí que esa chica no estuviera pegada a mi Melody, supongo que se fue a dormir. Vi como ella acercaba un poco de su postre a mi boca con una sonrisa, yo me sonrojé cuando lo tome.

- Así no me sentiré tan culpable. – Dijo besando mi mejilla.

- Creo que podría acostumbrarme a que me den la comida en la boca. – Dije divertida, ella se sonrojo y me dio un lev empujón. 

Dulces Labios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora