Capítulo 23

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Melody

Mire la habitación celeste mientras esperaba al doctor Robinson llegar con los resultados del examen, mi teléfono empezó a sonar y note que era un mensaje de Ebony, abrí el mensaje y tenía una foto adjunta de Violet firmando libros en la premier de su primera edición en Nueva York. Sonreí levemente y le mande un mensaje de mi parte felicitándola y diciendo cuanto la amaba, también le mande un mensaje a mi esposa diciéndole que estaba orgullosa de nuestra hija y que también le amaba.

El doctor Robinson interrumpió el pequeño momento de felicidad que tenía para aparecer frente a mí, mis manos empezaron a temblar levemente y suspire.

- No es nada. - Suspire sorprendentemente asombrada. - Solo necesitas unas vitaminas, deberías tomar unas vacaciones más largas.

- No sabe cuánto espere estos resultados, esperaba lo peor.

- Lo sé, pero de verdad necesitas unas vacaciones, sal con tu esposa. - Él me sonrió.

- Lo pensare, por cierto recuerde no mencionárselo a Ebony. - Él me sonrió tranquilizadoramente. - Bueno, tengo que tomar un taxi para ir a ver a mi hija.

- Señora Hayes. - Me detuvo. - Permítame decirle una última cosa, debería vivir un poco más su vida. Esto solo ha sido un susto pero estuvo cerca de ser lo peor, ¿Lo sabe? - Yo asentí. - Suerte y trate de no visitarnos de nuevo. - Bromeo y yo reí levemente antes de salir a tomar un taxi.

Quizás tenía razón, quizás tenía que empezar a cumplir todas las metas que me puse un día y no las cumplí por completo. Como el centro de rehabilitación... Sería una buena inversión para las empresas Hayes y sería bueno socialmente, podría hablarlo con Ebony en la tarde. Oh, y nuestro viaje a Italia que lo tuvimos que posponer por el recital de Marcus y una crisis en la empresa, quizás podríamos visitarlo durante la gira que tendrá que hacer Violet.

- Hemos llegado. - Yo le extendí el dinero al taxista y le di el cambio, era un buen día.

Subí a mi habitación del hotel y me estire en la cama, tome mi teléfono y note el número de Marcus que me había llamado 10 veces, cuando le iba a marcar de nuevo su nombre salió en mi pantalla indicándome que me llamaba.

- Hey, pequeño ¿Qué pasa? - Pregunte calmada, de seguro quería contarme de Lucy.

- Es el tío Zack. - Me senté como instinto inmediatamente. Hace unas semanas atrás había muerto Rachel a causa de su leucemia y él se había encerrado en su mundo, preferí dejarlo así porque sabía cómo era y necesitaba su espacio para ser el de siempre. - Él... - La voz de mi hijo se quebró. - Mamá, lo siento tanto...

- Respira cariño. - Trate de mantener la calma aunque un nudo se formó en mi garganta y lágrimas empezaban a salir.

- Al parecer hace un tiempo atrás le diagnosticaron el síndrome del corazón roto y le habían recetados unas pastillas, él... él solo las tomo con unas bebidas y ya era tarde cuando Susan lo encontró. - La mención de la mejor amiga de Rachel me hizo cerrar los ojos, sabía que yo debía haberlo cuidado mejor.

- Estaré por allá lo más rápido que pueda, por favor encárgate de los asuntos de la funeraria y usa la tarjeta de emergencia para pagar todo, ¿Bien?

- Bien, ¿Estas bien mamá?

- Si, tranquilo. Uh, tu madre y tu hermana han llegado, hablamos luego. - Le mentí y sin esperar una respuesta colgué. - ¿Nunca te rindas?, hipócrita. - Negué con la cabeza mirando al cielo por la ventana de la habitación. - Y pensar que todos esperaban que yo me muriera antes que ti, já. ¡¿Qué se supone que haga sin ti?! - Levante mi voz, sabía que iba a ser inútil porque no me escucharía. - Maldito idiota, - Me acerque a la ventana y mire el cielo. - se supone que íbamos a cuidar de nosotros, lo lamento Zack. - Murmure mientras sentía como las lágrimas salían a mayor rapidez. - Lamento esa vez que una de tus novias pensó que le coqueteaba y tuviste que terminar con ella, lamento la vez que te golpee y casi te rompí la nariz, lamento no haber sido la mejor hermana del mundo, lamento vender a tu maestro yoda por EBay, por sobretodo lamento no haber notado que habías caído... - Golpee la pared porque no quería romper la ventana, quizás me había roto los nudillos pero no me importaba.

Después de eso no recuerdo nada con claridad hasta que abrieron la puerta de la habitación que tenía un poco de sangre en algunas partes, unos brazos conocidos me sostuvieron con fuerza mientras yo escondía mi cara en su cuello, pero yo no quería esos brazos delicados, quería esos brazos fuertes y acogedores que me tuvieron desde que era una bebe. Esos brazos que siempre podían levantarme, esos brazos de mi hermano.

- Lamento no poder estar antes. - Murmuro.

- Es mejor así, no quiero hacerte daño, por favor déjame sola.

- Tengo que curar esas heridas, ven. - Negué. Sabía que Ebony había estado para mí en otras crisis, pero esto era diferente.

- Ebony, déjame sola. - Murmure entre dientes cuando ella me miro mal por no querer moverme.

- No dejare que te dañes. - Me dijo segura y por alguna razón eso me molesto.

- ¡Suéltame! - La empuje cuando trato de abrazarme. - Ve con Violet, no quiero arruinar la noche de su estreno.

- No hagas esto. - Murmuro y note como sus ojos se humedecían.

- Tú no puedes entender esto, vete. - Murmure con ira. - Solo dame tiempo, ¿Puedes?

- Solo por favor no trates de suicidarte, ¿Si? - Ella sonrió, ¿Por qué sonreía con un comentario así? - Bien, no sonó bien pero no lo hagas.

- ¿Por qué dejar una vida donde no está ni mi hermano ni mi mejor amiga? - Pregunte con ironía. - ¿Por qué dejar un mundo en donde aún no cumplo todas mis metas mientras mi esposa es tan feliz? - Ella se paralizo. - ¿Por qué dejar un mundo donde yo nunca he podido enfadarme? ¿Por qué dejar un mundo donde la gente muere y se suicida? ¿Por qué dejar un mundo donde no tengo a nadie?

- Bien, nada de puertas cerradas, ¿Si? - Ella sonrió evitando mis comentarios. - Te amo.

- Solo déjame sola. - Murmure tirándome en la cama.

N/A: Se los confesaré, aunque Zack no fue un personaje frecuente siempre aparecía en los momentos más importantes y me dolió un poco hacer que muera y de esta forma, lamento si le llego un poco la muerte de Zack, comparto su dolor y lo siento, no todo podía ser color de rosa.

Dulces Labios.Where stories live. Discover now