CASA

29 6 0
                                    

Pasaron los días y Marriett y yo nos habíamos acercado mas, todos los días estábamos juntos jugando o platicando, normalmente jugábamos hasta que una mañana: 

-Señorita, acaba de llegar una carta de tu padre- Lilian le entrego un sobre a Marriett, no pude evitar la sonrisa que provocaba su tierna emoción sobre aquella carta ya que amaba a su padre demasiado aunque casi no estuviera con ella.

-¡¿Puedo leerla?!- pregunto mientras ya desgarraba el sobre para sacar la carta.

-Por supuesto que si pequeña, solo que con mas cuidado por favor, se rompería y ya no podrás leerla.

-No te preocupes-Abrió la carta que estaba doblada en tres- dice..

"Mi querida hija, 

Lamento no poder estar contigo en estos momentos, quisiera poderte contar todo lo que he visto y mejor aun que tu pidieras verlo sin tener que ocultarte, pero te prometo que dentro de poco regresare contigo para poderte enseñar todo lo que he aprendido en estos largos viajes, mientras tanto disfruta de los días  iluminados como hasta ahora lo has estado haciendo con tu bella risa, tus instructores solo volverán para ver si necesitas algo mi querida niña, porque sabes que ellos mas que maestros tuyos son amigos míos. Por favor espérame mi Marriett que pronto estaré para ti todos los días de tu vida que me sean posibles.

Con amor, Papa"....

Pude notar como las lagrimas bajaban por sus hermosas mejillas junto con una voz quebrantada, pero ella no parecía triste, ella en realidad se le veía muy feliz con cada palabra que pronunciaba. Cuando termino la lectura tome su mano y la mire con una sonrisa dándole a entender que me alegraba por ella.

-Y ...¿cuando llega?- Volteando mi mirada hacia Lilian que nos miraba seriamente, aunque no comprendí la razón del porque si ya antes nos habíamos tomado las manos en su presencia y nunca dijo que hubiera algún problema.

-No lo dice su carta, puede ser en cualquier momento su llegada. Hay que disfrutar mientras tanto, como dice su padre señorita: "debe disfrutar de estos días"- Su imitación era algo extraña pero divertida y a la vez con un toque de seriedad, ella volvió su actitud de hace un momento a la normalidad.

-No importa cuanto tiempo tarde en llegar, ¡papa vendrá y podre presentarte Jay! - Esas ultimas palabras me isieron dar cuenta de que esta noticia en realidad era algo realmente inquietante, no había pensado que cuando el padre de Marriett llegara el tendría que saber de mi existencia, Lilian ya me había comentado algo de ese punto antes pero jamas pensé que fuera tan rápido- ¿Jay pasa algo?- mi cara se encontraba entre sus pequeñas manos de tal forma que solo podía ver sus hermosos ojos a centímetros de los míos- Fingiendo una sonrisa le dije a mi pequeña que solo me había distraído pensando en como recibir a su padre aunque eso fuera falso, pero no quería preocuparle.

Lilian y Marriett estaban planeando que hacer para cuando llegara el dueño de la mansión, mientras yo solo tenia cabeza para pensar como me presentaría y el como me recibiría, no tenia ni idea de como era la actitud de el lo único que sabia era por lo que me contaba Marriett. Cuando hubo terminado su pequeña charla entre mujeres, Marriet y yo nos retiramos dando las gracias por la noticia que nos dio Lilian.

Subimos las enormes escaleras para llegar a la habitación de la niña de ojos verdes, ella había insistido tiempo atrás que no la dejara sola, excepto en casos especiales o que necesitáramos tiempo privado, yo accedí a aquella solicitud sin reproche alguno, últimamente todo lo que deseo es pasar los día con ella y verla feliz en cada momento.

-Bueno, en un momento nos vemos linda- acaricie un mechón de su cabello, empece a andar hacia mi habitación para darme una ducha y bajar a comer después donde la volvería a ver. No pude evitar dejar de caminar.

TIERRADove le storie prendono vita. Scoprilo ora