eight.

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-díganme, ¿que piensan sobre la sociedad y el mundo que los rodea?- el profesor edward tenia la costumbre de caminar de una punta a la otra en su clase de filosofía, algo que el rubio anotaba en su lista de cosas que detesta.

-pienso que las personas deberían desencadenar a los demonios- la voz grave y juguetona del chico con pelo de colores sonaba otras del salón. el rubio sonrío ampliamente al escuchar el todo de burla en sus palabras.

-¿piensas que los demonios están vivos?-

-pienso que la gente es demasiado idiota para darse cuenta de lo que en verdad es- el salón se quedo en silencio. la lapicera que el profesor golpeaba constantemente en la mesa se detuvo, los chicos dejaron de reírse como, según luke, gorilas, y las chicas apartaron el labial de sus bocas abiertas. luke tomo un lápiz de su estuche y escribió en su cuaderno "demonios" con una sonrisa en su rostro.

-¿a que se refiere?- la aguda campana sono en los oídos de los estudiantes, pero ninguno se digno a ponerse de pie. todos esperaban la respuesta del chico con voz grabe del fondo, quien estaba con los dos pies sobre la mesa y al oír la campana, se levanto de esta colgando su mochila en uno de sus hombros.

-descúbralo usted mismo- sonrió y salió por la puerta como normalmente lo hacia.

entro dejando su mochila sobre la cama. se sentó unos segundos sobre ella, escuchando los gritos de sus padres y rogando que sus hermanos todavía sigan en la escuela. miro su armario y se dirigió a el abriéndolo bruscamente mientras se metía dentro.
de niño verdaderamente se pregunto si algún lugar llamado "narnia" existía dentro de su armario. el recuerda haber entrado, y de alguna manera sentirse fascinado. el lugar en donde se escondía del exterior, el lugar que venia luego de sus camisas arrugadas y sus jeans rasgados en las rodillas.
y ese lugar no era nada mas que eso, donde todos sus pensamientos se quedan ahí, como si fuera una máquina del tiempo. al cerrar sus ojos color verde apagado, los gritos de sus padres disminuyeron dejándolo en paz por unos segundos. prendió el cigarrillo que tenia entre sus labios, ahogando las penas en una larga y dolorosa calada.

sus labios se resecaban con el tocar del áspero papel del cigarrillo. sus dedos jugueteaban con el encendedor azul que le había robado a su padre. y las palabras de luke le vinieron a la mente.

-hey mom, hey dad... when did this end?... when did you lose your happiness?... i'm here alone inside of this broken home...- y poco a poco, el verdadero significado de las palabras cobraron vida, y las escribió en un pequeño envoltorio de chicle que había en uno de sus bolsillos. lo volvió a arrugar hasta quedar en una pequeña bola de papel, que guardo en el bolsillo de su pantalón. y mas palabras se le vinieron a la mente, escribiendo "demonios", "invisible" y "princesa". sonrío y dio otra larga calada.

necesitaba encontrar un hogar en donde sus sueños no se rompieran, y aunque no encontró un lugar, encontró una persona.

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sigo sin superar que mike le diga a luke princesa, sorry not sorry  ~

broken ; lrh , mgcWhere stories live. Discover now