Una situación imprevista

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- Estoy muy, muy avergonzada por esto chicos – Habló Kira, con una voz tranquila que erizó los vellos de los brazos de Zairen.

- Necesitamos a Bride – Dijo Suzy con voz urgente.

Storm corrió fuera de la habitación sin explicar nada, por poco derrumbando a Leron.

- ¿Qué sucede? – Preguntó Zairen anclado al piso, temía avanzar – Ha perdido sangre, pero es fuerte, estará bien – Le aseguró temeroso.

Suzy levantó el rostro hacia él, lagrimas empezando a caer bajo al goma del visor.

- Una de sus oz's... está incrustada en su costado, está muy profundo... yo, no lo sé – Titubeó temblorosa.

- ¿No lo sabes? – Inquirió frunciendo el ceño.

- Suzy no tiene conocimientos médicos Zairen, por eso pidió por Bride – La defendió Leron.

- Pero... - Dijo Zairen tragando grueso, no podía apartar la mirada de los labios temblorosos de Kira, no quería buscar la herida, no quería atestiguar que tan mala era.

- Parece que hoy no es tu día Suzy, Zairen y yo hemos descargados nuestras frustraciones en ti – Se disculpó Kira encogiéndose un poco.

- ¿Cómo te sientes? – Quiso saber Zairen.

- Estoy bien, lamento... No, de verdad estoy avergonzada, parece que te recargué de información, sé que no lo querías y al final, justo al final te he obligado a escucharlo – Lamentó ella negando con la cabeza.

- Olvídate de eso, solo no... - Empezó a decir, pero fue cortado por el sollozo de Suzy - ¡Cállate, solo cállate! – Gritó, provocando de Suzy saltara sorprendida, su mano tapando lo que podía de la herida, intentado no lastimar a su modelo a seguir – Kira, no digas una mierda más ¿El final? ¿De qué maldito final estás hablando? – Escupió Zairen furioso.

- Zairen – Le advirtió Leron.

Zairen soltó la respiración e inhaló profundamente.

- Hablemos de eso más tarde – Le dijo a Kira.

- Puede que no haya un más tarde – Le comunicó ella, estaba sudando, a través del visor podía ver las gotas perlando su frente.

Bride llegó hasta ellos con un botiquín en las manos, la seguían Eun Hye y Storm con más cosas, entre ellas un bolso enorme que lucía pesado.

- Hola – Saludó Kira bajito.

Bride tomó el lugar de Suzy y examinó la herida, miró a Zairen con duda.

- Hazlo – Le ordenó él negándose a aceptar un diagnostico negativo.

Bride tomó algunas gasas, las miró, luego a la herida y nerviosa las dejó de lado. Roció directamente lo que el supuso era una especie de desinfectante que hizo sisear a Kira y dejarla al borde del desvanecimiento. 

Tragó grueso y buscó la atención de Zairen, dándole un asentimiento de que estaba bien.

- Anestesia – Le indicó Bride a Eun Hye.

Zairen se descongeló y caminó hasta ellas.

– Kira, de verdad vas a arrepentirte por esas patéticas palabras que dijiste cuando despiertes y yo voy a estar ahí para restregártelo en la cara – Le aseguró, dándole un beso en la frente.

- Necesito más luz, abran las ventanas o rómpanlas si es necesario – Ordenó Bride cortando la ropa alrededor de la herida – No te quedes allí Zairen, ayuda a armar la maldita camilla – Le gruñó Bride.

---....---

Cuando Kira abrió los ojos le pareció una cosa de otro mundo ¿Dónde rayos había tanta luz? El más allá no podía ser tan molesto, no, eso sería demasiado injusto... Abrió la boca para hablar pero la tenía demasiado seca, también estaba algo embotada. En su costado un dolor apagado, sus brazos y piernas a juzgar por la sensación estaban vendados ¿Por qué no había nadie allí? pestañeó y miró a su alrededor irritada.

¿Qué rayos estaba haciendo en un hospital? Cuando uno de ellos terminaba herido Bride se encargaba, era una molestia trasladarse a un hospital. Había demasiada gente para ser poseída, era un riesgo que no solían tomar.

¿Tan cerca había estado de reunirse con Lieser?

Espera... Eso exactamente era lo que había creído antes.

"Oh, mierda", recordó lo que le había dicho a Zairen.

De pronto agradeció estar sola.

Restregó su rostro y consideró seriamente el escapar, de todas formas nunca debieron llegar allí. Sí, que tal si la alcanzaban afuera, digamos un año más tarde.

La puerta se abrió y entró Suzy, sus ojos se ampliaron al verla, como si no esperara encontrarla ahí ¿Acaso caminaba sonámbula y esa no era su habitación?

- ¿Por qué estamos aquí? ¿Todos están bien? – Le preguntó en voz baja.

- Todos de pie ¿Por qué estamos susurrando? – Preguntó Suzy a su vez, sus ojos estaban patéticamente brillantes, provocando que Kira rascara su cabeza de forma compulsiva - ¿Estás bien? – Suzy evaluó ahora ansiosa.

Kira suspiró y asintió.

- Estoy lo suficientemente bien como para salir, no deberíamos estar aquí – Se quejó un poco mareada al intentar sentarse.

- No te preocupes por eso, estamos montando guardia afuera y el resto del lugar está lleno de nuestra gente – Desestimó Suzy.

- ¿Nuestra gente? – Cuestionó Kira confundida.

- Monseñor nos envió equipos de custodia a buscarnos en cuanto supo lo que sucedió, la crema de la crema... No son infalibles, pero sin duda estamos mucho más tranquilos – Le explicó, pero parecía que había algo que no estaba diciendo.

- ¿Por qué haría algo así? – Quiso saber.

- Bueno, el propio Zairen se lo pidió después de todo. Fuiste trasladada aquí directamente en helicóptero – Le informó.

Kira no quiso pensar en ello, en Zairen pidiéndole un favor a su tío, con quien estaba segura había una historia complicada. Sabía que Zairen jamás le hubiese pedido algo para sí mismo. Sin embargo, lo había hecho por ella.

- De hecho, debería informar que te despertaste, ahora – Dijo Suzy saliendo de la habitación antes de que Kira manifestara su negativa.

¿De todas formas que excusa pondría? Estaba siendo pueril.

"Zairen es tu segundo al mando, es natural que haya hecho lo que hizo, lo hubiese hecho por cualquiera. No vayas ahí, no otra vez", se dijo a sí misma.

Zairen no fue el próximo en pasar, ni el siguiente. Dejó que entraran todos los demás uno a uno –algunos de ellos también habían estado recuperándose a pesar de que ya no mostraban ninguna lesión aparente-. Kira no podía evitar el pensamiento de que Zairen lo estaba haciendo a propósito, haciéndola cocinarse en su propia ansiedad. 

Leron fue el último en visitarla y le dio una información que la dejó de piedra.

La mano de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora