Nao se encontaba sentada en su recamara, pensando en como darle a Neville la noticia, mientras que a su lado, Luna trataba de darle ánimos.
-Vamos Nao, seguro que se pondrá muy feliz- aseguraba la rubia, acariciando la espalda de su amiga de forma consoladora.
-No lo sé Luna... ¿y qué si se enoja conmigo y se va?- preguntó Nao con una mueca.
-Primero, no creo que Neville haga eso, es decir ¡es Neville!, la persona más dulce y paciente que conozco- dijo Luna.
Nao le dio a Luna la razón; conocía a Neville, y sabía que el nunca reaccionaría de esa forma, y menos con ella, pero había algo dentro de ella, que le decía que a pesar de todo, la noticia podría hacerlo reaccionar de esa forma.
-Tienes razón, pero ¿y si piensa que es mucha carga?, digo... ahora sólo somos los dos, pero con esto...
-¡Y segundo!- interrumpió Luna, antes de que su amiga siguiera con sus divagues- El te ama con todo su ser, ¡puedo ver a los turpusolos tratando de entrar en su cabeza cada vez que te ve!
Nao soltó una risa, y miró a su amiga; Luna estaba en lo cierto, Neville la amaba tanto como ella a él, y esta noticia tal vez le cayera de sorpresa, pero no había motivo por el cual el decidiera dejarla.
-Gracias por tu apoyo Luna.
-Siempre que lo necesites-respondió la rubia con una sonrisa.
***
Neville caminaba hacia la red flu de la profesora McGonagall; estaba ansioso por llegar a casa y ver a su esposa Nao.
Hacía unos días que no la veía, pues había estado ocupado preparando los exámenes TIMO de herbología, y ahora, no podía esperar para verla y rodearla con sus brazos, a ella y al pequeño bebé en camino.
Al llegar a su casa, la encontró silenciosa, lo que se le hizo extraño, pues Nao solía tararear canciones todo el tiempo, lo hacía desde que estaban en Hogwarts.
Caminó hasta su habitación, y la encontró sentada en la cama, con la mirada perdida y su cabello negro cayendo sobre su fino rostro; se acercó a ella y le dio un beso en la frente.
-Hola Nao.
-¡Neville!- dijo Nao mientras salía de su ensoñación y saltaba enredando las piernas en la cintura del muchacho.
Neville reía feliz, mientras daba vueltas con Nao sujeta a su cintura; adoraba esos momentos, porque mientras con el resto era seria e indiferente, con él era pura dulzura y cariño, aunque cuando se enojaba... era mejor correr.
-Tranquila cariño- murmuró Neville mientras dejaba un beso en los labios de Nao y la depositaba en suelo- Marearemos al bebé.
Inmediatamente dicho eso, Neville vió como la sonrisa de Nao desaparecía, y esta comenzaba a jugar con sus dedos, señal de que algo la tenía preocupada.
-Cariño, ¿qué sucede?- preguntó Neville preocupado, al ver que la cara de la pelinegra perdía el color.
-B... bueno, lo que pasa es que... tengo algo que decirte- dijo Nao mirando al suelo.
-¿Qué sucede?-repitió Neville más alarmado- Cariño, estás preocupándome.
-L... lo siento, sé que no lo planeamos, que el bebé fue una sorpresa, pero...
-Cariño...
-¡Tendremos trillizos!- soltó Nao de repente.
Neville la veía sin creerlo, vio como un gesto de confusión atravesaba el rostro de la pelinegra, y para no alarmarla, sonrió, provocando que ella lo hiciera también.
-¿Estas bien con eso?- preguntó dudosa.
-Amor, ahora soy tres veces más feliz.
Y dicho esto, la tomó en brazos y la recostó en la cama; y sólo ellos sabrán, que fue lo que pasó después.
***
Jelou... it's mi 😂💕
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Jaja 😂😂 Holaa! Segundo día de maratón, espero que les haya gustado, en especial a ti NaoLovegood 😌👐
Lo hice con mucho amortz 💕
Amo a Neville 😍😍😍
En fin, creo que es todo (ya no se me ocurre que decir) 😂💔
So... las estaré vigilando 😏😏
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