29.

6.3K 407 54
                                    


NARRADOR

Lauren había disparado contra Javier no para matarlo pero si para herirlo definitivamente y así no herir más a Carlos, el despacho era una guerra entre dos grupos con ideas diferentes.

Celia fue enviada a llamar a la policía por Erin y Lourdes, al salir corriendo en busca de un móvil vio que los dos hombres que la rescataron con Carlos hablaba con un tercero.

«Señor Cassian»

Así era llamado el tercero...

No perdió más el tiempo escuchando y encontró el teléfono de línea y temblando marcaba.

— Policía municipal, ¿Cuál es su emergencia?

En la casa de la familia Cameron acaba de suceder un encuentro. Javier Cameron quiso atacar a su esposa con un abre cartas y el hermano de él fue el herido al interponerse entre el hermano que quería lastimar a su esposa. — Celia hablaba rápido y jadeante no sabia que decir y fue directamente al grano aun que repetía lo mismo en diferentes formas.

Señorita este tranquila, patrullas y una ambulancia irán en seguida.

Sin esperar más colgó y pasó por donde estaban esos hombres pero ya no estaban y algo le dio paz pero por otro lado su corazón aún tenía miedo. Entro en aquella habitación encontrando a Lauren apuntando con el revolver aún a Javier que estaba en el suelo en donde su esposa y padre lo socorrian.

Vaya. El amor si es ciego y estúpido.

Pensaba al ver a la esposa junto a él cuando minutos atrás ella hubiera sido la herida, por otro lado ella corrió al lugar donde Carlos era recostado de lado izquierdo en unas almohadas ya que el abre cartas estaba incrustado en su espalda de lado derecho y Fernanda lloraba a mares.

Él quería parecer tranquilo y lo lograba pero sus adentros decía que esta guerra no parará en esos momentos o incluso días y él no descansará hasta que todo quede a flote.

— Fernanda... de... deja de llorar, esto no duele mucho.

— ¿Cómo que no te duele? — Ella estaba muy histérica—, ¡Estás sangrando!

— Le harás mal al bebé, calmate.

Erin regañaba a Fernanda.

Por otro lado, Lauren no confiaba en que Josh y Javier se quedarán quietos en su lugar y seguía allí apuntandolos como un asesino serial contemplando a sus víctimas o un guarda espalda que velaba por la seguridad de sus patrones. Creció en las calles a corta edad y supo cosas que no debía que en ese momento ponía en práctica una de tantas: No darle la espalda al enemigo, menos confiar en él.

— ¿Quieres dejar de apuntarnos?

— No, tío Josh. —Ella estaba seria— Al enemigo no le doy la espalda.

Cuando por fin Fernanda se calmó consolaba a Carlos, Erin platicaba con Celia y Lourdes se levantó del suelo para dirigirse hacia su esposo y su hijo.

— Jugaste con las promesas que me hiciste, tiraste a la basura tus ideales y educación. Pero lo que más hiciste fue lastimarme, herirme y matarme.

Lloraba al hablar, tenía un nudo que esta explotando.

— Pense que tú nunca cambiarias, yo dije a mi interior que este amor por ti era el mejor. Te amé Joshua, te ame con cada fibra de este maldito y viejo cuerpo. —Josh no la miraba más bien la ignoraba— Y tú no eres mi hijo, Javier. Eres una marioneta de la maldad y no puedo perdonar el hecho de haber atentado contra tu esposa que al final fue tu hermano el herido, tiene ese abre cartas en su espalda. Ustedes ya no forman parte de mi, ya no.

Vientre en Alquiler #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora