Capítulo 24: Cuando apareciste sin decir nada.

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"Este amor apasionado, anda todo alborotado,
por volver.
voy camino a la locura y aunque todo me tortura,
se querer.

Nos dejamos hace tiempo, pero me llego el momento de perder
tu tenías mucha razón, le hago caso al corazón y me muero
por volver

'Y volver, volver, volver a tus brazos otra vez,
llegare hasta donde estés
yo se perder, yo se perder, quiero volver, volver,
volver.'

Nos dejamos hace tiempo, pero me llego el momento
de perder
tu tenías mucha razón, le hago caso al corazón
y me muero por volver.

'Y volver, volver, volver a tus brazos otra vez,
llegare hasta donde estés
yo se perder, yo se perder, quiero volver, volver,
volver."
-Volver, volver, volver, Vicente Fernández.



Los días en Londres de Harry junto a su madre habían estado llenos de sonrisas.

Su madre, literalmente, había estado llorando desde que vio como su bebé salía del aeropuerto cargado de maletas.
La mujer había lanzado a su acompañante la cartera y abrigo para ir corriendo al encuentro con su hijo.

Y aunque a Harry le diera vergüenza admitirlo, en cuanto los tibios brazos de su madre se envolvieron a su alrededor él había soltado unas lágrimas.

Para Anne era casi imposible no estar abrazando a su bebé, después de tantos años sin verlo y de perderse el crecimiento de su muchacho era algo comprensible.

Los días se habían basado en que Anne interrogara a Harry sobre absolutamente todo lo que había hecho en Estados Unidos en aquellos años.

Sus logros académicos, sus empleos que duraban no más de una semana. Sus escandalosos amigos y los inútiles coqueteos de las chicas que creían que era heterosexual.

Todo aquello que relataba el de ojos verdes eta como una magnífica historia de ciencia ficción para la mujer. Ambos rieron, gozaron, extrañaron recordaron y lloraron.
Y al final del último día que pasaría con su madre para volver a su segunda casa, ambos se tiraron en el pasto del pequeño jardín que poseía aún la casa. Tan verde y lleno de flores como lo recordaba, las rosas rojas y blancas, los tulipanes y los crisantemos predominaban en la estancia.

Harry suspiró y su madre se abrazó a su hijo.

-No tienes idea de lo orgullosa que estoy de ti mi pequeño.


Susurró hacia el rostro del rizado, quien volteó despacio para encontrar a una señora con los ojos llorosos aferrada a él.


-Todo ha sido gracias a ti mamá, tú me criaste, me hiciste fuerte y me enseñaste que en las tempestades hay que anclarnos al piso para que no nos lleve la corriente. Tú me demostraste que por más fuerte que sea el viento, las montañas siempre siguen de pie.


-No bebé, ambos sabemos que eres así gracias a él. Él pudo haberse ido, pero te forjó como un gran hombre, nunca te falló.

Y Harry asintió concordando con su madre. Al parecer Louis no había sido tan malo en su vida.

~

Para las personas el bien y el mal depende desde qué contexto lo veamos.

Podemos juzgar a un ladrón por despojar a los trabajadores de aquello que con tanto esfuerzo hemos conseguido, pero; ¿alguna vez te has sentado a preguntarte por qué lo hacen?

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