17. Recuerdos sin respuesta.

14 0 0
                                    

Michelle.

  El sonido de mi teléfono nos despertó de nuestra sesión de besuqueos e hizo que nos separáramos.

  — ¿Alo? —  pregunté al número desconocido con la voz entrecortada.

  — Soy Zack— fruncí el ceño al no saber quién era. Nicholas me miró raro, pero lo ignore— el de McDonalds.

  — Ahhh ya— dije. Un silencio gobernó la línea.

  — Ponlo en altavoz— susurro Nicholas, eso hice.

  — Quería saber si querías salir el viernes conmigo -— Nicholas me miró mal y sonreí inocentemente. 

  — El viernes no puedo, cualquier cosa, te llamo— colgué luego de que él se despidiera, y cuando fui a abrazar a Nicholas se alejó. Puse mi mejor cara de indignada— ¿Porque no puedo?— masculle.

  El agarro su bolso el cual estaba en la silla y se lo colgó de un hombro-Ve con el- y sin más salió del salón, salí corriendo tras el.

  — ¡Nicholas!— el se frenó y me miró— ¿Estás celoso?

  — Asqueado— repitió mis palabras. sonrío con agonía y se fue.

  Que se pudra.

  No lo seguí.

  Tendrías que seguirlo; me dice mi subconsciente pero mi ego y mi orgullo niegan con la cabeza y chasqueando la lengua.

  Salgo del colegio, se supone que hoy me iría con Nicholas, ¿Cómo voy a hacer?

  La primera opción está en: "Perder mi orgullo y hablarle" mi orgullo niega con la cabeza y lo tacha, al igual que yo.

  La segunda opción sería: "Montarme en un autobús " río ante esa opción, no sabia andar en autobús en Reino Unido, ya voy a saber acá, ja.

  La tercera y última es: "Tomar un taxi" creo que fue la opción más coherente, pues mi subconsciente, orgullo y ego asintieron ante esa opción.

  — ¡Llegue!— exclamé al llegar a casa.— ¡Travis!

  — ¿Ya estás?— pregunta Nathan tras la puerta  de mi habitación. Le abrí y seguí arreglándome el cabello. — ¿Kara va?— susurra y río.

  Asiento, luego de que llegaran el miércoles y se enteraran de la fiesta no lo negaron y se apuntaron de una vez.

  La fiesta es del colegio, precisamente de Michael, privada, solo van personas invitadas, y claro que él no dudó en hacerlo, últimamente se ha convertido en un gran amigo para mí.

  Me puse un jean negro con una camisa blanca transparentosa, brasier negro y unas Adidas.

Mi cabello lo estoy  planchando hasta casi las puntas, estas últimas iban como churcos.

  De maquillaje solo me coloqué un poco de todo.

  Cuando termine salimos de la casa y me monte al carro.

  Olía a Nicholas, el carro olía a Nicholas, mire a Nathan y el sonrío inocentemente.

  — Estuvo aquí hace horas para comprar algunas cosas— me dijo y solo asentí.

  Desde el lunes no ha tenido la dignidad de hablarme, me siento en la mesa con el, no al lado de el, y aún así solo cruzamos miradas, pero matadoras.

NicholasWhere stories live. Discover now