Después de rechistar, chasquear la lengua y quejarme por más de quince minutos, casi haciendo una rabieta ligera, mis párpados comenzaron a sentirse pesados. Al final me quedé dormida como siempre y con un chico al lado, también durmiendo y pasando una mano por mi cintura.

Al día siguiente lo mataría, obviamente más muerto de lo que ya está.

*****


Acomodo mi cabello en una coleta alta y añado labial rosa claro a mis labios. Un poco de rímel y un delineado ligero para un día no tan activo.

Mi móvil empieza a sonar y lo tomo al ver quién es quien me está marcando y ahogo un gritito para no verme tan loca.

Jaebum está llamándome.

Respira, Ayem. Calma tus hormonas. Respira y contesta.

Le hago caso a mi subconsciente y miro mi móvil antes de deslizar el botón verde.

—¿Aló? —oculto mi nerviosismo al jugar con mis propios dedos y me siento en mi cama.

—¿Ayem? —su voz suena igual que en persona y yo quiero gritar. Disimulo no reírme, pero parece que fallo en el intento—. Ah, qué estúpido. Te marco y pregunto si eres tú —sonrío. Lo escuchó maldecir desde lo lejos—. ¿Te gustaría ir a algún lado después la escuela, conmigo?

Este chico realmente es un amor.

—Podías haber esperado a que llegase a la escuela, Jaebum —le digo con amabilidad—. ¿Tienes clase hoy?

—Realmente no. Pero pensaba en recogerte y así podríamos aprovechar para saliéramos, digo para comer algo, o lo que quieras...

La última palabra la alarga, como si la duda estuviese implantada. Quería una respuesta.

Tomé en cuenta si había elaborado las tareas que nos dejaron y calculando si tendría tiempo para hacer algunos que aún ni siquiera he planificado. No obstante, al estar todo de acuerdo muerdo mi labio y tapo el micrófono antes de mover mis pies toda histérica y emocionada y sonreír como babosa.

Mark a mi lado resopla y comienza a decir impropiedades y hacer gestos burlones y me imita.

Estaba claro que a Mark no le gustaba Jaebum.

—Me parece bien.

—Entonces, te espero. ¿A qué hora saldrás? —me pregunta. Podía imaginármelo nervioso y eso me daba mil años de vida.

Miro mi horario que está pegado en mi panel de apuntes y veo que mi última clase termina a las 4:00 de la tarde.

—A las cuatro.

—Estaré allí entonces. Te veo luego, Ayem. Que te vaya bien en todo.

Él espera a que me despida de él y me dice que debo colgar primero y yo le digo como sea. Da igual el orden, pero yo tampoco quería ser quien colgase primero, ni él. Así que, contamos hasta tres y ambos cortamos a la vez.

Pegué mi celular a mi pecho, sintiéndolo un poco acelerado. No mi pecho sino, mi corazón. Suelto un suspiro, calmándome y termino de arreglarme.

—El romance me da náuseas —comenta Mark.

—¿Debería importarme lo que me digas? —me giro, encarándolo.

Él vacila y se sienta en el sillón.

¿Qué era lo que le sucedía?

—La universidad nos espera, lenta —comenta con fastidio.

Ahora yo lo miro con el ceño fruncido.

Ghost; Mark Tuan; Im JaebumWhere stories live. Discover now