🌑Capítulo 12 (parte II) 🌑

En başından başla
                                    

—Que amable de tu parte —comentó Soulen.

—Sí, en serio me interesa poder ayudar a los muchachos y si no tengo la indumentaria es muy difícil —contestó el mesero.

Soulen dijo que pidiese con confianza, ya que ella me estaba invitando. Miré la hoja del menú plastificada y deseé poder decirle a Daniel que me trajera lo primero que encontrara en la cocina, pero no quería ser descortés con ninguno de los dos, así que acabé escogiendo un té de caramelo, ya que era mi favorito y en estas circunstancias se iba a convertir en un lujo del que pocas veces podría disfrutar.

A medida que Daniel se alejaba una idea se iba abriendo paso en mi mente. Yo también podía hablar con la encargada de este lugar y pedirle que me acepte en sus filas. Sería una manera rápida de ganar dinero sin tener que someterme a los maltratos de los alumnos vip de esta escuela.

Me vi en la obligación de reconocer la genialidad de mi compañero de clase, sin duda este era un excelente plan.

Los ojos de Soulen me miraban expectantes, como si tuviera una gran noticia guardada entre sus respectivos labios. Ninguna habló hasta que Daniel llegó con nuestro pedido, yo me entretenía mirando alrededor e intentando reconocer a los presentes, la mayoría me eran conocidos, todos eran rostros que ya había visto en el comedor principal.

—Presumo que todo ha sido un golpe muy duro —habló Soulen, echando azúcar en su té—. Me enteré que tuviste algunos problemas con mi hermano y mi prima.

—No estoy buscando problemas —Me defendí.

—Mas bien, pareciera ser que ellos llegan a ti. Me gustaría disculparme contigo en su nombre.

Su tono no era de reproche, no estaba echando nada en cara, más bien parecida interesada en comprenderme, quería que le abriera la puerta a mis sentimientos y le contara lo mal que lo estaba pasando. No quería darle ese gusto, principalmente porque su familia era la culpable de todo lo que me estaba pasando, aunque agradecí que por primera vez, desde que estaba enclaustrada aquí, alguien intentara entenderme con sinceridad.

—No es culpa tuya —dije.

«Esperaré a verlos de rodillas suplicando mi perdón para recién considerar la idea de disculparlos», quise agregar.

Tomó un sorbo de su té y vi como su mirada se iluminaba, aquí venía la noticia que tanto había deseado darme desde que me senté con ella.

—Ya habrás escuchado que pronto la academia celebrará su aniversario número ciento ochenta y dos —comenzó a decir. Por poco y me ahogo con mi propia saliva al escuchar una cifra tan alta medida en años—. Mi padre, como actual cabeza de los clanes presidirá la reunión que se realizará aquí y por supuesto, querrá conocerte. Pocas veces recibimos nuevos integrantes a la familia, apenas hay un par de chicos más en tu lado de la Academia, pero tú eres doblemente especial porque eres la primera conversión que lleva a cabo su hijo.

Ahí estaba. La pista que necesitaba, aguardé silencio esperando oír de sus labios el nombre de mi agresor, pero nada más salió de su boca.

—¿Acaso existe un pacto de silencio que evita que sepa el nombre de quien me atacó? —pregunté.

—Hay ciertas cosas que es mejor ocultar por ahora, para evitar rencores.

Rodé los ojos, si ese era el motivo, me parecía una pésima excusa, ya les guardaba odio a todos, no necesitaba conocer un nombre para eso, era inevitable, después de todo, me habían arrebatado mi vida entera. Solo necesitaba un blanco a quien dirigirme, alguien en quien concentrar todo este resentimiento, para sentir algo de paz. Yo tenía derecho a saber quién me había hecho esto.

—Ocultarme su identidad no me ayuda —respondí.

Soulen hizo una mueca con la boca, revelando el desagrado que le producía el tema.

—Confío en que él mismo te lo dirá en su debido momento —dijo—. Por ahora, tienes cosas más importantes en que pensar. Deduzco que no tienes ningún traje para usar durante la celebración.

Intenté disimular el interés que me despertó su afirmación, ciertamente, no solo me faltaba un vestido para el baile, sino que sencillamente no tenía nada que ponerme para el diario vivir y estaba lejos de poner ahorrar lo suficiente. Todos mis trabajos habían acabado mal, aunque al menos, Sophia sí me pagó.

—No, la verdad es que no pude empacar mis cosas antes de cambiarme de escuela —repliqué.

Me molestaba ser grosera con ella, en otras circunstancias, probablemente me habría llevado de maravillas con esta chiquilla, pero por ahora no podía evitarlo, tenía demasiado odio acumulado en contra de este mundo.

—No te preocupes, me encargaré —aseguró.

—¿Qué quieres decir?

—Voy a regalarte dos vestidos, uno para el baile y otro para cuando conozcas a mi padre. Espero que los puedas aceptar, como un obsequio de bienvenida y también, como un signo de disculpa, por los malos momentos que te hemos causado.

"Malos momentos" era una expresión insuficiente, no alcanzaba a ilustrar todo lo que me habían hecho sentir desde que vi las feroces fauces del licántropo sobre mi. Sin embargo, me costaba rechazar tanta amabilidad.

------
Si les gustó, no olviden dejar su voto y su comentario :)


Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.
SelenofobiaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin