La Renegada Del Amor♡

¿Lo intentamos?

Ella llora aún más fuerte y creo que la recontra...

-El y yo nos acostamos-limpia sus lagrimas con su antebrazo- anoche.

-Oh.

-Si lo sé fui una completa idiota-sonrie con tristeza-ahora si no te importa porfavor dejame.

-Ven, salgamos aquí te sentiras aún peor.

-No más de lo que ya me siento, enserio Abi porfavor. Dejame sola.

-Pero...

Toma mi mano con suavidad y me empuja fuera del cubículo cerrandolo desde andentro.

Decido dejarla un momento y me voy por David quien tal parece les está dando una charla motivacional pues todos lo escuchan atentos incluyendo a Geraldo mientras habla acerca de las mujeres.

-David.

Me ignora.

-Psss, David.

Otra vez.

-¡DAVID!

Se voltea y me mira sorprendido.

- Voy con Yami luego te veo.

Toma mi brazo y me acerca un poco  a el.

-Te acompaño a casa.

Niego con la cabeza pero el deja un beso en mi mejilla y asiente con la suya. Lo veo alejarse y yo hago lo mismo, cuando siento su mano en mi brazo otra vez.

¡Que rapido!

-Si si David puedes acompañarme a casa.

Me giro y veo a geraldo.

-¿Como está ella?

-¿De verdad te importa? Eres sinceramente un...un... ¡Joder! No se me ocurre nada pero tu entiendes.

Camino hacia los baños de nuevo, entro y busco a Yami pero ya no está.

¿Donde estara?

Me rasco la cabeza sin entender mucho pero decido ir a mi siguiente clase, lastimosamente es Trigonometria así que tratare de ser positiva.

Suena el timbre y me despido de mis amigas con el animo de ir avisitar a mi tía  y a Chepe hoy pues quiero ver como se encuentran.

Escucho que alguien grita mi nombre y volteo mirando a David acercarse.

-Tu no esperas a nadie.

-¿Tu eres?

-David.

-Lo siento no te conozco.

-Pero si hace.

-No, no te conozco.

-Si Abigail que graciosa.

Le sonrio y empezamos a caminar.

-Voy a visitar a mi tía.

-Te acompaño.

-Pero¿Que te pasa? No me conoces, no te conozoco y además no descarto la idea de que seas un violador.

-Awww-finge que cae una lagrima por su rostro-eso es tan tierno.

-¿Quien eres?

-Haber...¿Recuerdas a un niño con muchas pecas, gafufo y pelirrojo que estaba en tu salón?

-¿Ese eras tú?

-No,¡Dios! Claro que no solo quería saber que tan buena estaba tu memoria. Pero esta si va enserio ¿Recuerdas a uno muy muy pequeño para su edad, mocoso y que mantenía en la dirección?